Magia

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Habían tantas cosas de él que no sabía.

Aunque se había rendido de descubrir su verdadera identidad, aún quería saber por qué decidió practicar magia negra.

Sabía bien que sería considerado traidor si se descubría su relación con el hechicero, y por más que realmente le importara, era más feliz estando a su lado.

Ya había intentado antes convencerlo de que le contara la verdad, no sobre su identidad, sino sobre su magia. Daba algunas pistas, aunque muy vagas.

Fue dentro del palacio que escuchó sobre ello. Un antiguo príncipe, el primer hijo del rey, que murió hace años. Aparentemente, había estado practicando magia negra en secreto cuando se salió de control y terminó muriendo.

Quiso investigar más sobre ello, era extraño que no hubiera escuchado sobre ello antes, especialmente tratándose del primogénito del rey.

Así fue como descubrió que jamás se encontró un cuerpo, y que en realidad todo era una teoría. El príncipe sí había estado practicando magia negra en secreto. En un principio solo era magia blanca, algunos hechizos que le había enseñado el mismo rey, pero se dejó llevar por la ambición.

Sin embargo, jamás se supo de una verdadera muerte, fue más como una desaparición, simplemente se fue sin dejar rastro, y lo dieron por muerto, culpando a su magia por ello.

Jamás se hizo un aviso oficial, el príncipe casi nunca salía del castillo, por lo que no era muy conocido, y su desaparición tampoco sería muy importante.

La excusa de la muerte sólo fue para apaciguar, de cierta forma, a su familia. El rey sabía lo que había pasado realmente, pero la reina y los demás príncipes no.

Después de investigar y teorizar terminó llegando a una conclusión, quizá un poco descabellada.

Este hechicero del que estaba enamorado tenía ciertas cosas en común con el príncipe desaparecido, según su investigación.

Entonces, tal vez, él sea realmente este príncipe. Aunque por ahora solo era una teoría.

La próxima vez que lo vio intentó algo arriesgado, lo llamó por su nombre. No dijo el nombre que le había dado, no Dabi, sino Touya.

Su reacción fue una completa maravilla, era como si su cerebro hubiera hecho cortocircuito. Se veía tan sorprendido, claramente reconociendo el nombre, claramente sabiendo a qué se refería.

Al principio temía molestarlo, pero se veía más asustado que molesto.

Para tranquilizarlo, aseguró que no le diría a nadie si le contaba la verdad, y terminó comprobando que su teoría era cierta.

Él era el príncipe, él escapó de su hogar, de su familia, de su padre. Le contó cosas que jamás imaginó, el abuso de su padre, el rey, cómo se vio obligado, fue obligado, a practicar magia negra. Todo lo que se esperaba de él, que debía ser el mejor hechicero, ignorando qué métodos usara. No pudo soportarlo y dejó todo atrás, incluso si eso significaba abandonar a sus hermanos y a su madre, ya no quería vivir así.

Y lo entendió, y estuvo ahí para él. Incluso sabiendo la verdad, la mantuvo oculta, nadie jamás supo la verdad del primogénito del rey, así como nadie supo la verdad de la crueldad del rey.

Por más que desearan vengarse, ambos decidieron que sería mejor no hacerlo, y así fue. Al menos se alegraron cuando el príncipe heredero ascendió al trono y el rey finalmente quedó en el olvido, era lo que se merecía, aunque sea solo un poco.

Y ahora podía vivir junto a su amado hechicero, sabiendo la verdad sobre él, sin secretos, y amándose eternamente.

Dabihawks week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora