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Y bien, ¿entiendes?—interrogo un chico pelinegro, viendo a otro de cabellos castaños mientras este se montaba en una bicicleta café 

¿como habían llegado a esto?

bueno, es fácil. Después de clases Nat decidió llevar al chico hacia el bosque para enseñarle a andar en bicicleta pues este había negado con la cabeza cuando le pregunto si sabia 

el pelinegro llevaba suficiente tiempo en el pueblo como para saber que este tenia muy lindos bosques a los cuales aveces iba cuando sus padres se descuidaban levemente de el 

allí estaban los dos, uno intentando enseñarle al otro quien solo lo miraba con la misma mirada tranquila 

no iba a negar que ya estaba frustrado de cierta manera, aun así quería ayudar al otro pues a el le habían enseñado así por lo que pensó que esa seria una buena manera de iniciar una amistad 

llevaban una hora desde que habían llegado, y el otro no había hecho nada mas que escucharlo y mirarlo pacifico 

realmente ese chico era extraño ¿que le pasaba? ¿estaba enfermo? no lo creía, parecía muy sano

—entonces petaleas y listo, no es tan complicado—explico nuevamente al no ver reacción del otro

el chico lo miro con su típica mirada y luego volteo hacia la bicicleta en la cual ya estaba montado, jadeo levemente y comenzó a intentarlo, fallando en el intento pues casi caía al suelo

miro hacia el mayor, viéndolo con la boca entre abierta y los ojos entre cerrados, viéndolo de cierta manera algo curioso

el chico suspiro y se acerco al de menor estatura, para comenzar a ayudarlo poco a poco, por ejemplo empujándolo o agarrándolo por atrás para que no se cayese 

aunque el castaño siguiese con la misma mirada, un pequeño brillo se instalo en sus ojos, viendo de manera alegre el hermoso paisaje de los arboles y flores a su alrededor 

aquel pasto tan verdoso, esas hojas relucientes, esas flores moradas que danzaban con la brisa, ese pequeño lago con hojas y esos hermosos arboles grandes que lo adentraban mas en el paisaje 

iban de manera tan pacifica, disfrutando de la brisa contra sus rostros, mirando toda la hermosura del bosque tanto que de un momento a otro el pelinegro soltó al menor, dejando que este siguiese solo, sin impulso ni seguridad 

mientras tanto, un castaño seguía una pequeña mariposa naranja que volaba por sus alrededores, algo que le hacia reír levemente mientras lo miraba con los ojos brillosos

todo tan genial hasta que Nat escucho un fuerte golpe en el pasto 

rápidamente corrió hasta el lugar donde se escucho el fuerte estruendo y allí frente a el estaba un pequeño chico castaño, tirado en el agua con la ropa empapada 

—¿c-como llegaste ahí?—pregunto preocupado 

la única respuesta que obtuvo fue un pequeño estornudo.

𝙻𝚎𝚖𝚘𝚗 𝚋𝚘𝚢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora