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- Y? ¿Eso es lo único que quieres saber?- ignoro completamente que lo llamara pervertido

- A que te refieres...- lo volví a mirar aunque se me hace raro mirar a una venda

- Permíteme convertirte en mi estudiante, te explicare todo y te aseguro que no le volverás a temer a ningún otro demonio- dijo mientras extendía su mano para que yo la tomara

- ¿P-por qué yo?- murmure desconfiada

- Eh? ¿No te lo dije antes? Tienes cara de ser una buena hechicera, no es usual ver a personas comunes con un combo de cabello y ojos carmesí- mencionó señalando hacia mi persona- Creo que puedo sacar algo bueno de aquí

- Disculpa... pero aún no se quien eres- dije aun desconfiada

- Ah! Si cierto, soy el grandioso Gojo Satoru, profesor en el Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Tokio o más sencillo Colegio Jujutsu- dijo con una gran sonrisa

- Nunca había escuchado de esa escuela...- a pesar de no conocer a este hombre me transmite mucha confianza

- No eres de por aquí ¿cierto?- me miró con una mano en su barbilla mientras me examinaba de arriba abajo

- N-no, me mude hace dos meses a Tokyo- me ponía muy nerviosa que me examinara tanto

- Eso explica muchas cosas- susurro- Bien ¿que dices? ¿Estás dispuesta a dejar tu aburrida vida por una llena de acción y terror?- dijo de nuevo en tono alegre

- No lo creo- dije al escuchar terror rápidamente

- Ah, parece que tengo mala suerte hoy- dijo suspirando y en eso le llega una llamada telefónica- Bien si cambias de opinión o necesitas ayuda me puedes contactar- dijo pasándome una tarjetita con su teléfono

- No creo que vaya a necesitar- cuando alce mi mirada ya no estaba, ¿qué demonios acaba de pasar?

Rayos! La hora, se me hace demasiado tarde! Salí disparada corriendo directamente a la escuela, tomar un tren ya no me daría el tiempo suficiente. Todo por culpa de ese tal profesor.

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-Akane Sasaki- menciona la maestra de aritmética mientras pasaba asistencia- ¿Akane Sasaki? Eh? ¿No vendrá a la escuela hoy?

- AQUI ESTOY!- grite mientras llegaba al aula de clase asfixiada por tanto correr- L-lo sien-to ma-maestra t-tuve un in-conveniente- decía intentando recuperar el aire

- Tranquila Sasaki-san, para la otra intente ser más puntual tome asiento- me disculpe con la maestra y agradecí inclinándome que me haya dejado pasar, mientras caminaba hacia mi asiento podía escuchar las risitas burlonas de mis compañeros por tal espectáculo que acabo de dar.

Es la primera vez que llego tarde en los dos meses que llevo aquí, que vergüenza. Mientras la maestra termina de pasar lista intento calmar mi vergüenza e ignorar a mis compañeros riéndose.

- Bien comencemos con la clase- mencionó la maestra- ¿Sasaki-san, se encuentra bien? Se ve roja- yo dirigí mi mirada a ella confundida

- ¡Tomate! Es un tomate andante- gritó un compañero al fondo de la clase y todos comenzaron a reírse

- Un sucio y feo tomate- se burló otra

- Oigan! Esos comentarios están prohibidos en el salón de clase- regaño la maestra y yo simplemente aguantaba las ganas de llorar- Continuemos con la clase

¿Buena hechicera? Ya quisieras Akane.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

Sonó el timbre de salida y recogí desanimada mis cosas. Iba a salir de la escuela cuando me fijo que está lloviendo fuertemente, por mi lado pasan dos chicas corriendo con sus paraguas y una me golpea el hombro tumbando mi mochila. Ni siquiera intentó disimular que lo hizo a propósito.

- Que gran día el de hoy- dije sarcástica

Ya no quedaba nadie en la escuela, tal vez alguno que otro alumno en sus tareas de club. Me recuesto de la pared a esperar que la lluvia termine y a disfrutar el sonido de la misma. Cierro mis ojos para escuchar con claridad, pero cuando lo hago escucho un ruido raro.

- No puede ser, ¡¿otra vez?!- dije buscando donde estaba

Gire rápidamente hacia mi espalda, mire a mi derecha y luego mi izquierda, pero no había nadie. ¿Dónde? ¿Dónde?

Sentí como caía agua en mi hombro, bueno o eso quisiera decir. Dirigí lentamente mi mirada arriba y allí estaba lo que tanto buscaba. Efectivamente lo que cayó en mi hombro había sido su asquerosa saliva y no agua. Iba a tragarme desde arriba esa cosa que parecía una planta carnívora.

Intenté correr pero tres tallos se interpusieron en mi camino, me gire para correr hacia el otro lado pero volvió a pasar lo mismo, estaba dentro de una prisión de enredaderas y tallos.

- Ya sé!- me dije a mi misma mientras sacaba mi teléfono para llamar a aquel profesor de antes, seguro que me ayudaba, pero no iba a ser color de rosa todo ¿verdad?

Con uno de los tallos golpeo mi teléfono lejos rompiéndolo a la mitad y con otro enreda mi cintura y empieza a arrastrarme hacia su boca para comerme. Golpeo con todas mis fuerzas el tallo para que me suelte pero sin éxito alguno.

- Itadakimasu- escucho decir a la planta carnívora y empieza a abrir su bocota

-no... NOOOO!!- empecé a gritar con fuerza cerrando mis ojos y sentí como todo a mi alrededor se destruía

Del miedo perdí la conciencia y solo sentí como mi cuerpo caía a la nada. ¿Así se siente morir?

Secreto Carmesí    /GOJO SATORU/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora