El típico chico popular, el típico moja bragas más caliente que el atardecer, todo un fuck boy. Todas mueren por el. Pero el rey del campo al parecer tiene competencia.
JK: Todas las chicas mueren por estar debajo de mi.
S: ¿Todas?. - Rie bajo - Me...
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-¡Ah! ¡Ah! Si... Así no pares -Gemía la chica mientras era penetrada rudamente.
-¿Si? -Una estocada -¿Te gusta así? - Otra estocada - ¿Quieres más? - Le habla al oído mientras la sostiene fuerte del cabello. Pero más que dolor esto era muy placentero para la fémina.
-S.Si -Apenas pronuncio.
-¿Como? No te escuche.- Con voz ronca y una coqueta curva en sus rojos labios.
-¡Maldición si! - El pelinegro sonríe y la penetra mucho más duro que antes, mucho más rápido, más profundo. Le pega una fuerte nalgada. - ¡Ah! ¡Ah! Mierda. - Gruñe la chica mientras Jeon la parte en dos.
Y es que así era Jeon Jungkook en el sexo. Dominante y rudo.
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-Mmm... Si -Gime bajo, con sus ojos cerrados, disfrutando de la rica sensación que le brindaba el rozar de sus pliegues húmedos.
-Así... Si Ah - Jadea acostada a punto de llegar al orgasmo. Por la cogida que le brindaba la otra. - S.si Voy Ah Voy a correrme.
- ¿Si? -Pregunta la peli negra entre gemidos. La otra asiente mordiendo su labio inferior.
La peli negra aumenta los movimientos que mantiene en su cintura, de atrás hacia adelante, donde se deslizaba maravillosamente su vagina junto a la de la otra chica, ambas mojadas, sus pliegues rozaban. Sus clitoris se besaban entre sí. Una sensación demasiado buena para ser un pecado.
Pero a Sabrina no le importaría irse al infierno todas las veces si de pecar por esto se tratara.
La chica de abajo atrapa en sus manos el pezon de la pelinegra, lo estruja, mientras toca su gran trasero, menea más su cintura pues ya estaba a punto de correrse. Sabrina echa su cabeza hacia atrás sintiendo esto. Los sonidos que provocan sus zonas mojadas al chocar es más excitante.
𝓙𝓾𝓷𝓰𝓴𝓸𝓸𝓴 ~ 𝓢𝓪𝓫𝓻𝓲𝓷𝓪
-ohh ooh.
-mmh mmh
Ya sienten que su cuerpo va a llegar, este se encuentra caliente, con un leve color carmesí rodeando su cuello, pecho y manos, junto a una capa de sudor adornando su frente, sus manos tiemblan y la sensación de acabar cada vez está más cerca.
Cierran sus ojos, un par de <<estocadas<> movimientos>> más. Y así ambos se corren, recibiendo lo que su cuerpo anciaba tanto, el maravilloso orgasmo.
