El típico chico popular, el típico moja bragas más caliente que el atardecer, todo un fuck boy. Todas mueren por el. Pero el rey del campo al parecer tiene competencia.
JK: Todas las chicas mueren por estar debajo de mi.
S: ¿Todas?. - Rie bajo - Me...
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Cuatro días han pasado luego del rechazo de Sabrina hacia Jeon. Y aunque para el pelinegro esto en su momento pareció algo pasajero y solo otra molestia que estaba más que seguro que olvidaría con un buen polvo.
Las cosas no sucedieron así, ya que desde ese día se a mantenido de un humor de perros, pues no lograba sacar a la pelinegra de sus pensamientos. En las noches, imaginar sus ojos llenos de excitacion, su boca rogándole por más besos, las tantas y excelentes caricias que se dieron. Porque si. Sabrina si que sabía dónde tocar a Jeon, era como si le leyera la mente de las partes claves de su cuerpo que lo ponian a mil.
A pesar de que Jungkook tuvo sexo con su novia Young mi. Y a pesar de ser un buen polvo, eso solo no pasaba de ser eso, un buen polvo. No sabe si ya estaba aburrido de ella. O tal vez es que el sexo con Sabrina fue demasiado sorprendente para él.
No es que era la gran cosa, pero sentía como si lo hubiese echo con una diosa, la manera de desearla solo con pensarla era desbordadora y ni hablar de lo rápido que su miembro se endurecia al solo repetir ciertas imágenes candentes de esa noche.
La noche donde hizo suya a Sabrina, a la lesbiana sexy de la universidad y podría decir la más sexy que nunca haya visto. Es obvio que si algún alumno se llegase a enterar de eso. Jeon Jungkook se convertiría en una leyenda. Serían unos zapatos difíciles de llenar al próximo que lo reemplazca pues, llevarse a la cama a alguien con los mismos gustos que tú, y que supuestamente no tolera ningún toque por un hombre, solo el de él. Era inspirador y admirador para cualquier fuck boy.
Y aunque todo debió ser así en un principio, coger y adiós, luego decir sobre su gran hazaña y ya todo terminado.
Con Sabrina Jungkook entendió que las cosas no siempre salen como uno las piensa.
Sus ojos permanecen llenos de rabia, su mandíbula esta lo suficientemente marcada mostrándolo más intimidante que de costumbre. Una mirada tan penetrante e intensa que puedes sentir su frialdad.
Jungkook no aparta la mirada de Sabrina, está permanece a sólo unas cuantas mesas de la suya en la cafetería, mira como Joi se acercó a ella y la beso en los labios, frente a todos.
Y aunque en otro tiempo esto se la hubiese parado de inmediato. Ahora no puede pensar en otra cosa que no sea enojo e impotencia, impotencia en no poder decir a toda voz que hace y unos días aquella que dice ser lesbiana fue de él. Y enojo, porque mirar a Sabrina cada día vivir su día a día tan normal. Lo molestaba.
Detestaba la idea de que esa mujer, no lo pensara, no lo extrañara, maldición no lo deseara. Y ver como esa zorra tenía el derecho de hurgar en la boca de su cerecita, lo cabreaba demasiado0 pues él era quien quería devorar esa boca.
Jeon jungkook
Esto no puede estar pasándome a mí. Es que de solo recapacitar en mis pensamientos me provoca darme un puñetazo. No puedo creer que yo esté sufriendo de celos. Y eso no es lo peor, lo peor es que sean por una mujer. Si, ya lo sé, es ridículo. Pero no tengo necesidad de engañar a nadie ya que si, siento esos ridículos celos. Celos de esa puta de Joi por tener la osadía de besar a mi cerecita.
¿Es que? ¿Qué se cree?.
Veo como se separan al igual que todos los presentes, al parecer Sabrina le dijo algo a Joi porque está asintió y Sabrina prosiguió a levantarse y al hacerlo, sus ojos chocan con los míos, en ningún momento aparte la mirada. La miro sin expresión y tan molesto que quería hablarle por los ojos. Sabrina me evade la mirada luego de unos míseros segundos. Y se va junto con Joi.
Zorra de mierda.
— ¡Wao! Eso fue tan sexy — Dice Jimin.
— Demasiado, esa mujer se lleva toda las lindas — Esta vez habló Jackson. Y Tae sonríe.
— Es una zorra — Con mala cara dice Young mi.
— No, no lo es — La defienden Jackson y Tae.
— Como sea. ¿Kookie? ¿Kookie?
Giro mis ojos a ella y mi novia me mira con su rostro neutro. Pestañeo dos veces y hablo.
— ¿Eh?.
— ¿Hola? Llevo rato hablándote ¿En que tanto piensas si yo estoy aquí?.
Su voz sale un poco enojada y no quiero lidiar con esto ahora ya que extrañamente sentí la necesidad de ir detrás del par de mujeres sexys que salieron de la cafetería.
— Mmh sabes amor, vuelvo en un momento — Voy a levantarme.
Frunce el ceño — ¿Qué? ¿Pero a donde vas? — Me toma del brazo.
— Ya vuelvo — Me levanto y entre gritos no tan altos por parte de Young mi salgo de la cafetería en busca de la puta de Joi y Sabrina.
Busco y busco y no las conseguia, no estaban en los baños ya que allí busque y no. No estaban, iba a darme por vencido hasta que me dirijo al salón de arte y al pasar por el frente de este escucho unas voces. Pero no cualquier voz, las de ellas. Me quedo allí a escuchar. Si, esto definitivamente no es propio de mí y es algo de lo que estoy sumamente asqueado.
Pero ya que coño.
¿Qué busco? Pues quería averiguar. ¿Qué exactamente? Si estaban follando. Pues en el beso Sabrina no puso resistencia alguna a eso.
Y por Dios que quería saber en que pararía todo esto.
Estoy recostado de la puerta tratando de oír algo más que murmullos hasta que siento que tocan mi hombro. Me volteo y me quede sorprendido por la persona que estaba frente a mí.
— Jungkook ¿Que haces? ¿Ahora si me vas a explicar que ocurre aquí?.
Trago grueso para luego golpear mi mejilla con mi lengua.
