El típico chico popular, el típico moja bragas más caliente que el atardecer, todo un fuck boy. Todas mueren por el. Pero el rey del campo al parecer tiene competencia.
JK: Todas las chicas mueren por estar debajo de mi.
S: ¿Todas?. - Rie bajo - Me...
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Un golpe, otro golpe ya a este punto el juego estaba algo reñido, Sabrina ganaba a penas por dos puntos a Jeon, era el turno de Jungkook y fallo un tiro.
- Uh.... - Niega con una sonrisa.
El pelinegro se endereza y mira ahora a la pelinegra.
- ¿Y si llevamos esto a otro nivel?.
Habla sin mirar a Jeon solo a la mesa veía a cual bola darle - ¿Qué quieres decir Jeon?.
- No lo sé, algo así como una apuesta.
Sabrina lo voltea a mirar - ¿Apuesta?.
- Así es cariño.
Niega con una sonrisa - No hay nada que yo quiera de ti Cariño.
Ahora Jungkook sonríe - ¿De verdad? - Habla y en sus palabras la ironía resalta.
Sabrina asiente y luego vuelve sus ojos al frente y da a la bola anotando otra. Jungkook no aparta sus oscuros ojos de ella y esta se levanta, da unos pasos y se coloca justo al frente de Jungkook sin dejar de mirarse. Con esa mirada tan juguetona como caliente, que solo ella sabía darle y a que él lo enloquecía.
- En serio.
Le responde y seguido da media vuelta provocando que Jungkook baje su mirada a su lindo trasero, Sabrina se agacha prácticamente quedando recostada en la mesa con su trasero pegado de la entre pierna de Jeon.
Ella lo estaba provocando.
Joder una imagen tan excitante y definitivamente posición que debían hacer. Ya desde ese día la fantasía de Jungkook cogerse a Sabrina encima de una mesa de billar eran su nuevo pasatiempo favorito. Esto lograba desestabilizarlo por completo. Pero claro que él no sería el único afectado aquí. Claro que no.
Sabrina mueve un poco el taco tratando de cuadrarlo, totalmente concentrada a darle a la bola. Y justo cuando va a hacerlo, la mano de Jeon rozar el costado de su cadera la estremecieron por completo, tanto, que fallo el tiro.
Jungkook rápido capto el poder que tiene sobre ella. Aúnque ella se niegue a aceptarlo.
- No te preocupes que me quedo claro - Y allí estaba esa ironía de nuevo.
Sabrina voltea a mirar a Jungkook aún en la misma posición.
