Honey, can I wear a skirt too? | KookTae

Capítulo 6

TaeRi estaba nerviosa jugando con los hilos de la bata del hospital. Su cabello castaño, que ahora llegaba hasta un poco más abajo de sus orejas, era removido una y otra vez por los nervios.

Sabía que era lo que quería, más le aterraba. Porque la operación le abriría las puertas a su cambio, pero el cambio traería miradas y juicios. No solo para ella, si no que también para sus padres.

Luego de la evaluación psicológica, TaeRi fue derivada a un médico especialista en transiciones de género y un ginecólogo. En la consulta con ellos, le explicaron que el tratamiento hormonal era tardío, pero efectivo, y con ello empezaría el proceso de adaptación viviendo con el género que estimaba correcto para ella.

Para fortuna propia, era genética de familia el hecho de que la pubertad fuera tardía, pues en sus catorce años, aún no iniciaba el proceso. Según explicaron los doctores, esto haría un poco más rápido el tratamiento hormonal, pero a la vez descontrolado.

Si TaeRi se sometía a comenzar con estrógenos y antiandrógenos, era muy probable que al mismo tiempo activaran la producción de testosterona en su cuerpo y la combinación de altos niveles de hormonas femeninas y masculinas por primera vez podrían llevar complicaciones en el procedimiento, a pesar de que uno de los medicamentos estuviera indicado para controlar la producción de testosterona.

Viéndose en esta situación, los médicos ofrecieron la posibilidad de una extirpación de los testículos, los cuales harían que la producción de testosterona disminuyera considerablemente y fuera más fácil el manejo de las dosis de hormonas que TaeRi necesitaría.

Su única advertencia y contraproducencia era que podía sentirse un poco extraña los primeros días, pues apenas comenzaría a acostumbrarse. Además de esto, si en el futuro llegaba a arrepentirse, la extirpación era un procedimiento no reversible y quedaría infértil como varón.

Pero, ¿eso le importaba? No, no creía arrepentirse. Después de todo, nunca ha sido un hombre.

Sus padres ingresaron a la habitación en que estaba y cada uno besó sus mejillas. La conversación que formaron le resultó tranquilizadora hasta que llegaron a prepararla para la cirugía. Tragó pesado, pero la sonrisa de su madre y los ojos cariñosos de su padre le indicaron que todo estaría bien.

Y TaeRi dejó de estar nerviosa.

Sus ojos se abrieron con pesadez. Estaba agotada, y lo único que había hecho era dormir.

Su mente se aclaró y sentía un leve dolor y a la vez una sensación de picazón en su entrepierna.

No reaccionó hasta que sus padres entraron con una pequeña sonrisa.

—La operación fue un éxito. —comunicó su madre—. Te envidio, hija mía.

—¿Por qué? —preguntó bajito y confundida.

—Porque no tendrás que sufrir con un sangrado y cólicos cada mes —suspiró—. Quiero ser como tú, o que me saquen el útero.

—Pero así no podremos darle hermanitos o hermanitas.

—¡Cariño! —dijo exaltada—. Si TaeRi quiere hermanitos los adoptaremos, aunque de igual manera podemos intentarlo por el método común.

Poco le importó el dolor y solo rió con ganas ante las bromas de sus padres.

Sí, estaba bien.

[Aquí le hacemos un altar a los padres de TaeRi porque son los mejores, ¿sí o no raza?

ISBDKSKSNSN

Les quiero, bye 💜]