(//CANCELADA\\) Amistad, ¿o algo más? (Sarvente x Male!Reader!)

Capítulo 4 /// La Iglesia

                                                                      Narrador omnisciente:

Llegaba el miércoles, cuatro días habían pasado desde que (T/N) conoció a Sarvente en un inesperado cruce de miradas. Ellos dos, durante esos días se limitaron a conversar a través de Whatsapp, gracias a que la mujer le facilitó su número. Hablaban durante largos periodos de tiempo, aunque siempre la chica de cabello rosa terminaba su conversación de la misma manera: "me tengo que ir a trabajar" o "tengo que volver al trabajo". El joven de ojos color ____(C/O), nunca se animó a preguntarle de que trabajaba ella, ya que para él era un detalle un poco personal e insignificativo.

Volviendo al ahora, (T/N) iba recorriendo tranquilamente por las calles de Funky City para ir al supermercado, a su alrededor había un poco de todo: hoteles de 2-4 estrellas, comercios independientes, grandes establecimientos de empresas codiciosas; lo normal que uno se encuentra en cualquier ciudad. Nada se interponía en su camino, todo estaba en calma.

                                                                              Visión tuya

-(Lista de la compra, bolígrafo, el móvil, mi cartera, las llaves... sí, todo está en orden) - pensaba mientras revisaba mis bolsillos, cuando un folleto que volaba libre se estampó contra contra mi cara - Mmmhmhm - murmuraba yo sin poder hablar. Tras unos segundos logré mi cometido, sacarme aquel folleto de la cara - ¿Pero a quién se le ocurre tirar un...., anuncio de una iglesia?

Tras ver la publicidad que aquel papel tenía me quedé confuso, casi no lo podía creer. "Ven y únete para estar más cerca del Señor. Misa los domingos. Avenida MidMasses." Leía el folleto con curiosidad y sorpresa. Ponía horarios y cosas así, junto a una foto sobre la iglesia y de alguien que conocía bastante.

-¿Sarvente trabaja una iglesia? - preguntaba al aire en voz alta - Ella nunca me había comentado sobre eso. Miré mi reloj para asegurarme de la hora - Uhm, las 3 de la tarde... creo que la compra en el super puede esperar. Voy a ir hacia su iglesia para pasarme a saludar.

Tras una caminata de 10 minutos, llegué a mi destino. Aquella iglesia de grandes dimensionas y casi totalmente pintada de rosa que se encontraba delante mía, era propiedad de Sarvente.

Procedí a entrar intentando no hacer ningún ruido, fallando estrepitosamente. Al empujar aquellas puertas de madera gigantes, hicieron tanto ruido que era imposible que alguien no se hubiera dado cuenta de que había entrado.

-¿Hay alguien ahí? - preguntaba una voz femenina, supondría que era la de Sarv - Oh, ¡hola (T/N)! - mi suposición era cierta. Parece que ella vino hasta la entrada lo más rápido que pudo.

-¡Hola Sarv! - tras saludarla, me abrazó a lo que correspondo confundido - ¿Así que trabajas aquí, eh? - le pregunto curioso mientras miro a los alrededores.

-Sí, bueno, soy la diaconisa de esta iglesia - contestó mientras se separaba del abrazo mientras sonreía inocentemente.

-¿Y trabajas sola? - no era normal que solo una persona fuese capaz de llevar una iglesia.

-Pues... - no terminó su frase debido a que la silueta de alguien se había aparecido detrás suya.

Aquella figura parece me igualaba en altura, diría yo que era más alto.

Era un joven de más o menos 20 años, su cara era de tener pocos amigos, en ella tenía unas franjas de color gris y un parche negro que tapaba su ojo izquierdo. Llevaba unos vaqueros oscuros, unas botas bajas negras, una camisa térmica también negra, un abrigo grisáceo y un gorro que tapaba se cabello color plomo; si no me equivoco, aquel gorro se llamaba ushanka, era de procedencia rusa.