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-oye tranquilo, no pasa nada- susurro en un tono amigable

-No, ¿sabes? esta es mi culpa, ahora te traeré un camisa de mi casillero- dije temblando, de verdad odiaba este día. El soltó una carcajada y prosiguió a decir

-No creo que una camisa tuya me quepa- sonrió divertido

-lo siento, me exprese mal, la camisa no es mía es de un amigo-explique con una sonrisa de oreja a oreja, pero no duro tanto ya que vi desde atrás a México que me lanzaba una mirada juzgadora levantando un cartelito diciendo "mentiroso"

-oye si eso hace que mantengas esa sonrisa con gusto la aceptare- dijo mientras llevaba su mano a su nuca

-bien iré por la camisa -aclare con entusiasmo

-Iré con tigo, será mejor ya que me cambiare en los bajos de por allí-dijo mientras caminaba a mi lado. Antes de salir de la cafetería le ice a una señal a Mex que no me espere.

en el pasillo trate de sacar conversacion para que no se volviera un silencio incomodo.

-y...¿tu nombre es?- pregunto esperando un respuesta de inmediato

-Oh lo siento ¿Dónde están mis modales?, soy Perú- dije sintiéndome mal por no presentarme

- un gusto, soy Rusia- dijo en un tono cortes y caballeroso

-¿en verdad es un gusto?-pregunte asombrado y un tanto decaído

-si claro ¿por que no lo seria?-pregunto confundido

-bueno, ya sabes tu camiseta no se mancho sola, yo la alimente- dije divertido

-¿sabes? siempre odie esta camiseta, pero mi padre me obliga a usarla ya que es un regalo de mi abuelo, pero ahora gracias a que alimentaste a esta camiseta te conocí, me caes bien- dijo sonriendo

mis mejillas estaba cada vez mas roja y lo notaba ya que la temperatura subía

-En fin...llegamos- dije señalando el casillero- La abrí y saque una camiseta negra a rayas limpia

-¿oye te cambiaras aquí, en medio del pasillo?-pregunte un tanto incrédulo

-si, descuida no hay nadie, si te molesta me volteare, igual es solo una camiseta- dijo para tranquilizar mis nervios

El llevo sus manos hacia su camiseta sucia nuevamente pero esta ves se la comenzó a quitar con lentitud para no mancharse, pedía ver poco a poco su musculoso cuerpo. wow de verdad que iba al gimnasio, se veía demasiado bien. De pronto el vio como mi mirada estaba pegada en su cuerpo y al ver mi rostro, de su boca salió una sonrisa que destacaba sus perfectos y blancos dientes, entre en pánico y me gire dándole la espalda.

-gracias- dio dando un golpecito en mi espalda mientas se adelantaba a la cafetería, a lo que yo le mire sorprendido, esta situación me había dejado con la boca abierta.

Lastimosamente la campana sonó lo cual significaba que las clases empezarían en breve, Rusia me dio una ultima sonrisa para luego caminar a su respectivo salón. Lo mire irse pero algo me incomodaba sentía que alguien me observaba , mire a todos lados y lo vi, esos ojos azules me miraban fijamente, en ese instantes sentí un escalofría recorrer mi espalda.

-Que mas me puede pasar en este día- dije para dejar de mirarlo y caminar a mi aula respectiva

El chico de las notasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora