El Demonio de mi Cuarto

13. Querer

Allison

—¿Qué?

No sé que me sorprendió más, las palabras de Damon o que Tom pudo ver a Damon.

—¿Es cierto eso, Ally?

No sabía que decir, acaban de molestarme y... Mucho por procesar. Tomo mis cosas y me voy con prisa de ahí.

¿Estaré soñando? Debo estar soñando. Tras estar algo lejos de la escuela me recargo contra la pared en un callejón y me siento en el frío piso de cemento mientras cubro mi cara con mis manos. Me cuesta creerlo pero parece que no estoy soñando.

Él... Enserio dijo...

—Su novio.

De tan solo pensarlo el corazón se me acelera. Estoy tan jodidamente feliz. Siento algo sumamente raro en mí.

Estaba por gritar de emoción cuando de pronto soy arrastrada a lo más profundo del callejón, pataleo eh intento moverme aunque la verdad no me estoy esforzando mucho, entramos en una puerta y me empiezo a enojar, mi boca esta tapada así que no puedo gritar. Me tiran al piso y solo estoy yo y otros dos hombres y dos mujeres. 

¿Enserio quieren joderme este hermoso momento secuestrándome?

—Solo llevamos una esta semana. El barco a Rusia se irá en dos días y nos pidieron 10. —Habla una mujer, iba a moverme pero uno de los hombres me hace una llave obligándome a mantenerme sentada—. как мы завершим работу?

—Desde el incendio los padres no sueltan mucho a sus hijos o siempre van en grupo y eso lo complica. она всегда одна.

¿Incendio?

Ignoraré lo que dicen, de todas formas no entiendo la mitad de lo que dicen. Tengo que concentrarme en como salir de aquí. Analizo la habitación y a las personas aquí. Solo a mí se me ocurre meterme en un callejón oscuro y desolado. Volviendo a los idiotas frente a mi, todos están armados, solo hay una mesa y un par de sillas, 14 en total, parece que van a huir, por lo que oí esto es un secuestro y si no hago algo pronto no podré asesinarlos y traerán más gente y nos llevarán a Rusia. Por culpa del pañuelo en mi boca no puedo hablar, o sea que ni siquiera puedo invocar a Damon. Está vez tendré que salir de esta sola. 

Puedo ver a muchos muertos a su alrededor, parece que estos tipos matan, violan y trafican personas. Me agradecerán su muerte. 

Uno de los muertos me mira, es un niño, no más de 10 años, su mirada es triste y claramente sin vida, no tiene ojos... No puedo evitar apartar la vista de él y por un segundo olvido lo que sucede a mi alrededor.

 Antes de siquiera darme cuenta ya estoy suelta y el niño me da una sonrisa de boca cerrada, se voltea y veo como se transforma de un niño a una criatura espantosa, abre su gigantesca boca y suelta un terrorífico grito a los secuestradores. Ya tenía planeado como matarlos, pero entonces entro Damon, pero lo que más me sorprendió fue el par de alas y fuego que llegaron con él.

—Haré que su muerte sea aún peor que su vida. Se pudrirán en todos los fuegos del infierno durante toda la eternidad.

Se suponía que haría algo, pero no hacía nada, solo miraba fascinada a Damon. Ese no es el Damon de siempre, el Damon que estaba viendo, justo frente a mis ojos dejo la forma humana y vi como le arranco la cabeza a uno con su monstruosa y hermosa boca, verlo despertaba algo en mi que no conocía.

—A los demás, sus victimas mismas acabaran con ustedes.

Eso junto con gritos y otras palabras que dijo Damon en otro idioma que no logre identificar fue lo último que escuche antes de caer dormida.

Damon

Los mate.

A cada uno de ellos.

No me importa si dañaban a otras personas, pero a Allison, se metieron con Allison, ella es intocable, prohibido para todo mortal, demonio, ángel o lo que sea. Dáñenla y literalmente vivirán un infierno durante siglos, que digo siglos, eternidades.

Pase junto a ellos, patee la cabeza decapitada de uno y me comí el ojo de otro. Cuando llegué junto a Allison limpie su joven rostro, estaba algo manchado de sangre y cenizas, tras darle un beso en la frente la cargue.

—Vamos a casa. —Beso su frente nuevamente y nos teletransporto a su cuarto.

Si te perdiera... El mundo que veo, cambiaría completamente.

Al volver a casa todo estaba como siempre, sus padres trabajando y la casa vacía y en orden. ¿Si nunca me hubiera conocido, Allison, se sentiría sola o viviría una vida normal?

La dejo en su cama, la tapo con las sábanas para que no sienta frío. Dormida se ve tan tranquila, sin preocupaciones. Acaricio su mejilla, y la miró con gentileza aceptando la estúpida sonrisa que ella me saca. Así es como quisiera verte siempre, humana.

—Si sabes que en el reino mortal lo tuyo con ella es demasiado ilegal, romper reglas después de todo es lo único que haces. —Axel, el estúpido ángel guardián de ella llega a molestar.

—Puedo cambiar mi forma —Me doy la vuelta mientras chasqueo los dedos y paso de parecer de 25 años a parecer de 15 años—. Listo.

—¿Cómo es que sigues siendo tan alto y bello? Bueno, eres hijo de Lucifer, el ángel más bello, un ángel caído. Seducir es más especialidad de un demonio que de un ángel, supongo que de ahí va tu belleza.

—¿Ya te puedes largar, estúpido virgen? —Vuelvo a mi forma normal.

—No, Dios no está muy satisfecho con mi trabajo, no me iré, mejor vete tú.

—Cuando te crezca el pito. —Le alzo el dedo al ángel y veo como rompe su código, siente ira, la puedo oler, exquisita...

Ver la rabia en los ojos del ángel.... La rabia que no es propia de un ángel...

—Para que sepas soy de los ángeles mejores formados —hace una pausa—. 16 cm.

Una sonrisa burlona se forma en mis labios. Trueno los dedos y me muestro  natural. Los ojos de Axel se abren como platos y él también chasquea los dedos.

—¿Y te ha servido de algo? ¿Le haz metido tu angelical verga a alguien? —Se enoja cada vez más que me divierte—.  Puede que tengas cabellos dorados y cara literalmente angelical, pero sigo siendo mejor. Lo sabes —le guiño un ojo.

—Nunca dejas de mentir, tu soberbia es todo un pecado capital.

Iba a responder pero entonces el grito de Allison nos hace mirarla y en cuanto se tapa los ojos Axel y yo compartimos una mirada y recordamos que estamos desnudos.

Mierda. No quería que me viera así, al menos no la primera vez.

—¿Qué carajos les sucede? —Allison sigue tapándose los ojos con sus manos.

—¿Dormiste bien, amor? —Chasqueo los dedos y ya estoy vestido y con 17 años.

—¿Amor? —Axel se sorprende por la forma en la que llamo a Allison.

—Deja de bromear. —Me dice molesta Ally, pero note como se sonrojo y sonrió victorioso.

—Axel, vete. Quiero hablar con ella.

—Ni loco te vuelvo a dejar con ella.

Ruedo los ojos y sin hacer un movimiento nos transporto a una casa —mansión—  que tengo hace años, casi nunca voy. Es para mi identidad humana, aunque todos los que sirven en la casa son demonios, usaba está casa cuando papá me mandaba al reino mortal para firmar contratos con humanos por sus almas, bastante aburrido la verdad, y la codicia humana me repugna a decir verdad.

Nos encontramos en la sala con vista al jardín y que queda cerca de la cocina, Allison está en el sillón recargada abrazando una almohada, se ve tan linda y tierna. Yo estoy frente a ella, me arrodilló y me recargo en sus grandes muslos.

—Me gustan tus muslos —al instante que digo eso siento como se pone tensa. Sin esperarlo siento a Allison acariciarme el pelo.

—Estoy  cansada. ¿Podemos hablar mañana? —Sin decir más besa mi cabello se acomoda en el sillón y duerme.

Te quiero mucho, humana.