3. Una escapadita nunca está de más.

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—¿Qué? Están bromeando, ¿cierto? —miré a Alexander y me lancé sobre el a darle manotazos como loca —¡¡Esto es tu culpa!! ¡Todo es tu culpa! —mis padres me apartaron.

—¡Louise! ¡Cálmate!

—No me pueden hacer esto, ¡Los demandaré!

—Tienes dieciséis, no puedes demandar —dijo Alexander.

—¡Tú cállate, inepto!

—¡Suficiente! —interrumpió mi padre— Valery, vete con tus padres y Louise ¡A tu habitación! Tienes mucho que empacar, salen mañana en la mañana.

—¿Mañana? —dijimos Valery y yo al unísono.

—Así es —dijo el señor Edwards.

—Mañana se regresa Alexander a Londres, te vas a ir con el —dijo mi madre.

—¿Me tengo que ir con él? Por lo menos que nos dividan las clases.

—Te equivocas, viajarás en clase turista.

—¿Qué? ¡No! ¡Yo nunca he viajado en la clase corriente! ¿por qué?

—Tu padre y yo pensamos que debemos darte una pequeña lección de... humildad.

—¿Y creen que la tendré viajando en clase corriente?

—Se llama turista —corrigió Alexander.

—¡Yo le digo como yo quiera! y tu cállate pinche perro estúpido, que no tienes por qué opinar aquí, empleaducho.

—¡Ya! ¡Basta!, desde ahora, total respeto por Alexander o te mandamos a África.

—¿Respeto por Alexander? ¡JA!

—¡A tu habitación! —gritó mi padre.

Abracé a Valery y subí las escaleras, furiosa. ¿Cómo es posible que mi familia me hiciera esto? ¿Cómo es posible que me quieran separar de mi única mejor amiga? Me siento confundida, enojada, no entiendo absolutamente nada. No me voy a ir ningún puto internado, después me encargaré de Alexander, por ahora necesito la manera de... ¡Lo tengo!

Comencé a hacer mis maletas, ¿iría a ese internado? no, claro que no, no pensaba pisar ese espantoso lugar. Una vez que terminé de empacar, mis padres entraron a la habitación con Alexander por detrás.

—¿Ya estás lista? —preguntó mi madre.

—Si, ya empaqué todo.

—Bueno, hija. Descansa, mañana sale su vuelo temprano.

—Si mami —dije tranquila. Si como no, ahorita dos veces me voy a Inglaterra.

Alexander sonrió y yo solo le hice mala cara. Los tres salieron y comencé a textearle a Valery para contarle mi plan, ya era la una de la madrugada, estaba "dormida" cuando me levanté en medio de la oscuridad. Seguramente todas las puertas de salida tenían la seguridad puesta e incluso las ventanas también, pero las puertas de servicio habían de estar sin seguridad, después de todo, pensaban que yo no sabía que existían y aun si supiera, ni de loca me pasaría por ahí.

Me levanté de la cama y tomé un bolso ligero, no necesitaba ropa, necesitaba mis tarjetas y podría comprarme todo un guardarropa nuevo si quisiera. Bajé las escaleras silenciosamente hasta la cocina, me asomé por la puerta del servicio y esta tenía seguridad, ¡Maldición! Entré al baño del servicio y vi una pequeña ventana que daba para el jardín trasero. Quité todas las persianas y salí por ahí con mucha dificultad, atravesé todo el jardín corriendo y llegué al portón principal, ahí estaba el portero y debía burlarlo para salir de ahí.

Niña Mal -Adaptación- MailenaSellacxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora