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Capítulo 2 : Un día de agonía acumulada.

Capítulo 2: Un día de agonía acumulada.

Continuación del capítulo anterior.  .  .

▬Yoonie: ¡Estevan! —Susurró con un tono casi inaudible acomodándose sus cabellos despeinados mientras esbozaba una suave sonrisa—

Aquel jovencito que tenía 16 años pero aparentaba de 14 o 15 por su rostro de niño travieso con esa sonrisa perfecta y encantadora, y con esos ojos llamativos que atraerían a cualquiera que lo viera. Estaba vestido como siempre sólo que con algunos ligeros cambios como la gorra marled  negra, esta vez era blanca con estilo swag; el polerón rojo con algunas partes de negro, era de color negro con el logo de la paz; el pantalón chándal gris, esta vez era negro. Y llevaba puesto unas zapatillas DC negras. Se veía tan atractivo pero esta era la primera vez que lo veía tan serio mirándome con el ceño fruncido con el labio torcido para un lado.

▬ Estevan: ¿Qué haces allí?  —Murmuró pasando un brazo sobre los hombros descubiertos de la chica— No me gusta verte llorar. Pero, si eso liberará los penosos sentimientos que tienes guardados dentro. Hazlo, preciosa.Liberalos, no te juzgaré por eso. —Dijo esbozando una amplia sonrisa de superioridad haciéndola acostarse en  sus cálidas piernas para regalándole suaves palmadas de consuelo en uno de sus brazos tras verla acostada en él—

▬Yoonie: ¿Cómo sabias que te necesitaba? —Pronunció en un susurro casi inaudible entre sollozos derramando lágrimas por sus mejillas— Lamento que nos volvamos a ver en esta situación. Me veo como nenita llorando por mis malos momentos que tengo y por las pesadillas que me causan temor. Lo siento, Estevan. —Murmuró en un tono bajo mientras empezaba a limpiar sus lágrimas y después de unos segundos en estar en ese estado, se levantó mirándolo a los ojos— ¿Es la primera vez que vienes después de nuestra discusión, no?

▬ Estevan: Cada vez que siento un apretón en mi pecho, sé que me necesitas por eso vengo. Todas las noches te estuve observando dormir. Eres como un ángel cuando estás dormida. —Murmuró aproximándose al rostro de la princesita con una sonrisa amplia y sincera mientras secaba sus lágrimas con sus pulgares—Tuve que secar tus lágrimas mientras dormías para no alarmar a tu hermana por el estado en que te encuentras por tus pesadillas. Luego me iva, porque sabía que me ivas a pedir que me fuese y no quería discutir sobre eso. Hoy, me pillaste, tontita. —Me sonrió con esa dulce sonrisa que me hacía sentirme protegida después de despeinar mi cabello más de lo que estaba haciéndome gruñir y sonreír—

▬Yoonie: Cada vez que estas cerca de mí, me siento bien. Gracias por estar aquí conmigo consolándome como una nenita, feo. —Respondió tímidamente con un pequeña sonrisita— Te quiero, Estevan. Hoy estás muy guapísimo y te ves más ejercitado. —Exclamó con los ojitos enternecidos en su sonrisa al verlo sonreír dulcemente—

▬ Estevan: Diría lo mismo pero me gustaba verte con un poco más con carne. ¿Has estado alimentándote bien? —Preguntó alzando una ceja arrugando un poco su frente mirando con seriedad a la princesita— Te veo más delgada de lo que ya estabas. Tus mejillas están con poca carne. —Musitó hundiendo uno de sus dedos en sus mejillas mirándola con el ceño fruncido— Tienes las ojeras un poco más claras, ya no están tan oscuras pero no sé qué es, lo que hoy te hace ver más bonita y sexy que nunca. —Dijo desviando su mirada hacia alguna parte de aquella habitación con las mejillas sonrosadas y con una sonrisa típica de él—

▬Yoonie: Tarado, no he bajado más de kilos. Estoy normal. Sólo he estado ejercitándome un poco para estar más ágil y estar nuevamente con un abdomen plano marcadito. He estado alimentándome bien aunque he tenido últimamente algunos problemitas con la comida porque mi estómago no quería tenerla. —Respondió rápidamente al escuchar aquel comentario que le disgustó escuchar—Mis mejillas están bonitas. Me gustan. —Dijo dándose suaves caricias en aquellas mejillas que él le señalo—Será que estoy un poco ejercitada que me hace ver más atractiva y me he estado cuidando. —Comentó entre risitas de superioridad jugueteando con un mechón de su cabello castaño oscuro con pequeñas ondas de sensualidad— O es que te he han embobado mis labios rosas. —-Sonrió ampliamente achinando un poco sus ojitos mientras se acomodaba sus gafas negras estilo nerd—