Danmachi: Rigor Mortis

Prologo

Actualizado el: (01/Jul/21)

<Zona norte del continente>

El silencio por lo general es considerado por aquellos que lo recuerdan como una de las gracias más sencillas, monótonas y satisfactorias que el mundo tiene para ofrecer a los enfermos por las vociferaciones incontrolables que los atormentan durante los días en los que solo quieren tranquilidad.

"..."

Aun así... también es recordada con desagrado por aquellos enfermos y agobiados por el silencio ensordecedor, aquel silencio cuya constante y ominosa presencia basta para hacer gritar a todo pulmón a cualquiera con tal de dejar de percibirla por solo un instante.

"..."

En esta noche particular, dentro de una de las ciudades cercanas a la zona central o la capital de uno de los reinos más prósperos del continente, El imperio. Bell Cranel se cuestionó el silencio que lo envolvía dentro de las paredes donde ha estado durante lo que parecían años, incluso décadas. Sin poder decir si era uno o el otro así como cual prefería o le disgustaba...

Aunque solo habían pasado unas horas desde que había recuperado la conciencia, pero en este momento el tiempo era algo extraño para Bell.

Incluso así, su mente tan escasa y difusa como la noche, seguía funcionando correctamente. Haciéndolo capaz de tener y procesar pensamientos así como hacer y plantearse comparaciones como cualquier persona. Por ello es que Bell fue capaz de plantearse su primera incertidumbre al separar el silencio de su mente y recordar que era un ser no unido a ese concepto.

"..." sus labios (si es que en realidad los tenia) no se movieron cuando trato de expresar sus dudas, pero igualmente consiguió formar su pregunta.

'¿c-como... donde... es aquí?' la pregunta había resonado cuando se formó, incluso podría haber hecho un eco dentro de su mente, un tiempo sin definir paso después de hacer esa pregunta y Bell lentamente adquirió algunas de las facultades necesarias para entender que la oscuridad que lo rodeaba era por sus parpados cerrados.

Aunque ahora lo sabía, no comprendía su cuerpo lo suficiente para mover sus parpados y en alguna parte de su ser, Bell comprendió que le era imposible abrirlos, al menos por el momento. No sabía de donde venía esa afirmación, pero decidió que no estaba equivocada y no lo intento.

Lo segundo que volvió a su ser fue la sensación en su cuerpo y con ello la incomodidad al tener su cara contra el piso hecho de piedra solida si no estaba equivocado.

Bell sentía que su cara era extraña, no solo por la desfiguración causada por estar contra el piso, sino porque no alcanzaba a poder darle la movilidad que quería. Aunque lo mismo no era con el resto de su cuerpo.

"..." Bell letalmente se colocó de rodillas e hizo un gesto inútil de mirarse a sí mismo, aún seguía con los ojos cerrados. Aunque no lo vio, notó que las ropas que usaba estaban dañadas y eran de mala calidad, podía sentir el desgaste y las holguras en estas.

Aunque era consciente de la sensación de incomodidad que le daba usarlas, curiosamente se dio cuenta que el escozor que le causaban era sencillo de ignorar.

Trato de levantarse a su altura completa pero el mareo lo invadió y lo hizo permanecer como estaba. Con un esfuerzo consiente, Bell empezó a abrir sus ojos, la visión ligeramente borrosa y de tonos opacos empezaron a acomodarse hasta que el suelo dejo de verse como una mancha sin forma.

Bell levanto la vista y miro por primera vez sus alrededores, notando efectivamente que estaba en un cuarto, casi.

Tres paredes, una cama, una charola con agua en una esquina y una pequeña ventana con barrotes por la que se podía ver una luna entera. Eso era lo que estaba en frente de Bell. Algunas de estas cosas le daban indicios de lo que era este lugar pero no podía completar el pensamiento.