XVIII

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Pensar las cosas de más se había convertido en la rutina del oficial Lee en los últimos tres meses, a veces no se reconocía, ese no era el increíble cadete graduado con honores de la academia, ese no era el chico de dieciocho años que con los puños apretados y la cabeza en alto le dijo a sus tíos que no volvería a hablarles; en definitiva ese no era el Lee Taeyong que vivía la vida con un solo objetivo. Desde el accidente de la familia Lee todo en su vida parecía haberse desmoronado, hasta su barrera de indiferencia frente a los demás había sido derrotada mostrándose más preocupado por su familia y amigos; al punto de llamarlos una vez a la semana para preguntarles cómo estaban.

Si bien las cosas estaban bastante bien con sus tíos y Johnny, su relación con DongYoung y Jisung parecía estancada en un mar de incertidumbre, inseguridad y preguntas sobre lo que realmente sentía, quería y debía hacer. Se preguntaba constantemente qué era lo correcto, cómo podía hablar con ellos, si estaba bien seguir en contacto sabiendo que ya no tenía ninguna excusa de trabajo; él quería hablar con DongYoung como un amigo más, pero después de la visita a su casa y tener que cuidarlo otro tipo de sentimiento se instaló con terquedad en su pecho.

-Tierra llamando a Taeyong – la voz gruesa de su jefe lo sacó de la maraña de pensamientos. Giró el rostro para mirarlo y asentir - ¿Todo bien? Te pregunté si parábamos por café.

-Ujum – habían acabado su turno y Johnny se ofreció a llevarlo a casa.

- Bien, ¿qué le ocurrió a DongYoung? – Taeyong se sorprendió un poco por lo acertado que estaba su amigo y lo miró con el ceño fruncido – Ayer hablé con tío Jin y está bien, yo estoy bien, así que solo queda una persona por la que te preocuparías.

-El viernes que fui a visitarlos se desmayó en mis brazos – estaba concentrado en mirar los autos que pasaban por su lado, su tono de voz era tan bajo que el mayor casi se inclina para escucharlo – Se veía cansado, incluso pude sentir sus costillas debajo de la ropa, creo que no está comiendo bien y tampoco está durmiendo.

- ¿Le atendiste y le diste comida? – Su jefe podría verse como un bromista, pero cuando se trataba de la vida de alguien nadie era tan serio como él.

-Me quedé cuidándolo hasta el sábado, cuando me fui estaba mucho mejor, pero no lo sé, creo que necesita un descanso.

-Invítalo a salir – hizo una pausa como pensando bien sus palabras – sin el pequeño, solo ustedes dos, llévalo a cenar o por unos tragos, incluso podrían pasar la noche juntos.

-Creo que la falta de café te está afectando – sonrío por el pensamiento de pasar la noche solos - DongYoung nunca se separaría de Jisung.

-¡Hablo en serio! Yo podría cuidarlo o puedes pedirle el favor a Tío Jin. Ese hombre tendría una guardería si se lo permitieran.

-No lo sé, sería extraño – sus manos jugaban con el cinturón de seguridad, quería que el tema de acabara rápido.

-Siempre dices que no sabes si te gusta él o es por el niño. Bien, salgan solos, conózcanse, pasen un rato divertido podría poner tus pensamientos en orden.

- Supongo que una cena no haría ningún daño.

Johnny sonrió triunfante, feliz de que por fin podría desempolvar el tablero de Pinterest que le había creado a su amigo en caso de alguna vez tuviera una cita y acudiera a él para elegir su ropa y el lugar para cenar - estaba seguro que Taeyong entraría en una crisis nerviosa un día antes y le pediría ayuda -. En lo que respecta al oficial Lee, elegir el lugar y su ropa eran el menor de sus problemas, su cabeza más bien estaba pensando en cómo se supone que invitaría a DongYoung a cenar sin que sonara como una insinuación a algo más ¿Y si lo espantaba? ¿y si no sentía nada por él? ¡¿Y si a DongYoung no le gustaban los hombres?!

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