Luego de cenar, fueron directamente a acostarse. Itadori esperaba pacientemente a que Gojo lo llevara a la habitación de huéspedes luego de preparársela, pero el mayor lo único que hacia era preparar su cama y acomodarse en ella.
─ ¿Dónde dormiré?
─ Supuse que dormirías conmigo como la noche anterior, pero si quieres te preparo la otra habitación.
─ N-no lo se... no quiero molestarte durmiendo siempre aquí, no quiero que se vuelva costumbre y que te llegue a molestar en algún momento ─ otra vez ese juego de manos, mientras miraba al suelo, esas actitudes eran tan tiernas en Yuji que Gojo debía hacer un esfuerzo enorme para no levantarse y comérselo a besos, era tan pequeño, quería protegerlo como si fuera su hijo.
─ Ven aquí ─ Gojo dio un par de palmadas en sus piernas luego de hablar e Itadori hizo caso, sentándose en su regazo.
─ No me molesta, no me molesta absolutamente nada de lo que hagas, deja de llenarte de inseguridades, si algo me llegase a molestar te lo diré, mientras no te diga nada es porque no hay nada que decir, nada de lo que hagas me enoja, y si quieres dormir en esta cama tampoco debes preocuparte, porque no hay ningún problema con eso, ¿se entendió? ─ Yuji ante el comentario, abrazó al peliblanco y el mayor le devolvió el abrazo con unas caricias en su espalda, esas caricias volvían tan sensible a Yuji, con solo un par de esas ya se encontraba durmiendo plácidamente.
Al día siguiente Itadori despertó normal, pero con hambre, y sin compañía en la cama. Se levantó y caminó hacía la cocina, donde se encontraba Gojo desayunando y mirando la televisión.
─ ¿Cómo te despertaste? -la pregunta del mayor tenía doble sentido, como se sentía y si había despertado infante o adolescente.
─ Bien, supongo.
─ ¿Quieres desayunar? ─ era el Yuji adolescente con quién se encontraba hablando, el otro Yuji infantil seguramente le hubiera pedido que lo alzara y le diera de desayunar, éste solo se veía con sueño y sin signos de torpeza.
─ Sí, si no es mucha molestia, ¿Tienes té? ─ definitivamente era el Yuji adolescente.
─ De cual, tengo de todo tipo.
─ De frutilla, por favor. -observó al peliblanco dejar su laptop y levantarse para prepararle su té de frutilla, que lo dejo sobre la mesa, y en unos minutos ya se encontraban ambos desayunando sentados uno al lado del otro.
─ Yuji, estuve investigando sobre lo que te ocurre. ─ el mayor miró al pelirrosa mientras le daba un sorbo a su café puro y sin azúcar.
─ ¿Sobre qué? ─ de tantas cosas que le ocurrían ya no sabía a cual se refería.
─ Lo de ayer, que estuviste actuando distinto, con si fueras un niño, ¿Te suena la palabra "infantilismo"?
─ Para nada ─ y no mentía, jamás en su vida había escuchado hablar de ese término.
─ Al parecer es un síndrome, por lo que dice internet, que afecta a jóvenes y adultos, debido a traumas, hace que tengan actitudes infantiles, tengan la necesidad de sentirse niños, de no tener preocupaciones, y lo que ocurrió ayer debe ser un episodio similar de lo que dice aquí, ─ explicaba Gojo mientras Yuji lo miraba atentamente─ de todas formas no podemos estar seguros hasta que te vea un profesional, ¿Te parece vas con un medico y le explicas la situación? serviría para poder entender lo que tienes.
─ N-no... no quiero que mis padres se enteren de esto, por favor no les cuentes, he estado ocultando esto por mucho tiempo para evitar más problemas, te lo suplico... ─ Itadori empezaba a temblar y hablaba muy asustado, pero repentinamente se calmó, al sentir al mayor abrazándolo.
─ Tranquilo Itadori, nunca dije que tus padres serían los que te llevarían con el doctor. ─ abrazaba al pequeño mientras trataba de calmarlo dándole caricias en su espalda, esa acción tan simple era su as bajo la manga.
Minutos después de que Itadori se calmara, terminaron de desayunar y Gojo se encaminó al comedor. No tenia planes de salir a ningún lado, de hecho en toda la semana estaba desocupado y sin ningún asunto pendiente que terminar, lo cual le permitía pasar más tiempo cuidando a Yuji, no quería problemas con sus padres por algún incidente que ocurriera sin su supervisión.
Itadori, por otro lado, se encontraba nervioso, la razón era simple: no quería dormirse, para evitar que su etapa infantil apareciera. Como le había comentado Gojo, podría aparecer en cualquier momento sin que se diera cuenta, y si siempre que se presentaba era cuando dormía, evitaría dormir hasta dentro de diez años más. Pero por mas que lo intento, por mas que intentaba mantener los ojos abiertos, el sueño lo consumía totalmente, y al cabo de un par de minutos, termino durmiéndose recostado en el sofá, de espaldas al peliblanco.
Gojo había terminado sus asuntos pendientes con la laptop, así que la apartó hacia un costado y se dispuso a ver televisión. Trataba de hacer el menor ruido posible para evitar despertar al menor, sabia que Itadori estaba cansado y quería dejarlo descansar lo mas posible, pero eso no duro demasiado puesto que el pelirrosa se había despertado minutos después de dormirse, actuando totalmente diferente a como se encontraba horas antes.
Se había intentado levantar torpemente del sofá, y como pudo se sentó sobre el regazo del peliblanco que se encontraba mirando televisión, se recostó en su pecho y siguió durmiendo. Gojo sonrió ante la tierna acción del menor, Itadori infante había regresado.
Se quedaron en esa posición durante bastante tiempo, Gojo también se sentía cansado y aprovecho que el menor estaba cerca de el para dormirse una siesta al igual que el contrario, despertó cerca de las ocho de la noche, pero Itadori no estaba con el.
Al notar la ausencia del menor se levantó del sillón y fue en busca de Itadori por toda la casa, encontrándolo dormido sobre la cama donde durmieron anteriormente. Lo tomo por los brazos y lo recostó en su hombro, caminó con el niño hasta la cocina donde comenzó a cocinar, tenia planeado que comerían cerca de las nueve, para recostar al pequeño cerca de las diez.
Una vez terminó la cena, comenzó a despertar a Itadori, pero para su sorpresa el Yuji adolescente había regresado, quien al verse siendo alzado como un bebé por Gojo reaccionó bajándose y corriendo al baño con mucha vergüenza.
Gojo se había quedado con las ganas de seguir cuidando al pequeño Itadori infantil, el adolescente era muy inseguro y vergonzoso ante todo, le costaba mucho generar la misma confianza que con el otro Itadori, pero ya no había nada que hacer. simplemente se sentó en la silla a su lado y espero a que Itadori volviera del baño para comenzar a comer.
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Let me love you! »Goyuu«
FanfictionLuego de sobre pensar demasiado las cosas, Yuji considera la idea de tratar sus problemas. Su familia tenía razón, las actitudes infantiles que tenía ya no eran normales, no para un chico de su edad. Iniciada el 15/05/21 No copias/adaptaciones. ©po...