Me siento a escribir y acabo observando dos moscas teniendo sexo en la mesa.
Veo al viento ondear las cortinas y como estas acarician las sillas.Golpeo la lapicera con la mesa, como símbolo de nervios y levanto frenéticamente mi tobillo como si eso hiciera mi imaginación fluir.
Me levanto de la mesa y recorro la sala, trago saliva y seco el sudor de mi frente.
Me vuelvo a sentar, respiro hondo y me vuelvo a levantar.Agarro el papel y lo veo en blanco, pero aun así lo arrugo y a la basura irá a parar.
Veo como las agujas del reloj dan vueltas, y la musa no quiere aparecer.Por más que la busco cuando de algo empiezo a leer.
De repente, como un balde de agua fría, mis pelos se levantan. La lapicera fluye por la hoja hasta que la tinta se vaya a terminar. Quedando solo la marca de lo que es una oración, escrita en la ocasión que la musa aparece.
Y ahí entiendo, porque no la encontraba.
Mi musa hermosa ya he entendido quién eres y lo comprendí al subir la montaña luego de llegar hasta el risco.
No fue el camino lo que me hizo encontrarte, dado a que tú eres el camino mismo.Búscame en Instagram @william_hernandez_escritor
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Los Poemas de Willy
PoesiaUna lista de mis poemas, escribirlos sería el tema, la improvisación en mi fluye, ya que como energía no se crea ni se destruye.