𝟷𝟸-𝙳 🍬 𝙱𝚊𝚎𝚔𝚂𝚘𝚘🍬

Dos

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BaekHyun se considera alguien seguro, bastante seguro a decir verdad, habla mucho y es elocuente, le agrada a mucha gente y es particularmente bueno con las chicas, lo cual es una mierda porque no le gustan las niñas pero en general es alguien muy seguro de sí mismo.

O lo era hasta que el inquilino del 12-D le abrió la puerta y estúpidamente le dijo que cree que lo ama, dios, esto es vergonzoso.

El chico enarca una ceja dispuesto a dar el segundo (y posiblemente último) portazo de la noche, pero BaekHyun se apresura a evitarlo porque de verdad no puede volver a su apartamento.

—¡Lo siento, lo siento, espera un momento! —BaekHyun agita sus manos—Lo siento, lo siento, no quise decir eso, lo siento.

El pelirrojo deja abierta la puerta recargándose de nuevo en el marco. —¿Qué quieres?

—Uhm sí, verás mañana tengo un examen super importante y no puedo estudiar en mi departamento, el novio de mi compañero está ahí y bueno, ellos no saben modular en absoluto el volumen de su actividad, créeme, no puedo estudiar ahí.

—Uhm.

Sin decir algo más, el chico del que aún no tiene nombre pasa su mirada de arriba abajo por todo su cuerpo, escaneándolo con algo de calma y es cuando BaekHyun sigue el recorrido de los ojos ajenos solo para descubrir el desastroso atuendo con el que se está presentando, shorts deportivos rojos y una sudadera gris, aunque quizá lo más llamativo de su atuendo son sus muy rosadas pantuflas con la cara de un cerdo.

—Es un cerdito.

El chico bufa haciéndose a un lado en la entrada, BaekHyun sonríe de manera amplia y confiadamente se adentra al departamento 12-D plantando su ser hasta el centro de la sala notando que no hay un piano.

—¿Y el piano?

—¿Qué estás haciendo? —el dueño del piso alza la voz—No puedes entrar.

—¿No?

—¡No, sal de aquí ahora mismo!

—¡Por favor! —BaekHyun suplica—¡Te prometo que voy a estudiar muy callado en una esquina, ni siquiera notarás que estoy aquí! ¡Te lo suplico! Este examen de verdad es muy importante, no puedo reprobar.

—No es mi problema, vete.

—¡No sabía a donde más ir!

—Hay una biblioteca pública cruzando la...

—No sabía a dónde más ir sin necesidad de ponerme pantalones.

Un tic muy profuso se marca en el ojo del pelirrojo. —¿Disculpa? Tal vez nadie te lo ha dicho, pero para ir a la casa de un completo desconocido tienes que usar pantalones. Vete.

—Por favor, por favor déjame estudiar aquí ¡hasta las diez! El novio cachondo siempre se va a las diez, lo juro, te juro que a las diez me voy.

—¡Bien! —el desconocido acepta cerrando con fuerza la puerta—¡Pero no te atrevas a hacer sonido alguno, ni siquiera respires de manera ruidosa! Y a las diez en punto, te vas.

BaekHyun asiente múltiples veces antes de tirarse en la alfombra viendo como el pelirrojo camina hasta el sencillo escritorio al otro lado de la habitación, no se pierde ningún movimiento y mucho menos ignora ese adorable pantalón de pijama en color negro pero con un vibrante patrón de fresas estampadas por toda la superficie y una camisa rosa pálido. Es encantador. Encantador y adorable para un tipo que usa el estilo de cabello de un delincuente.