30 años atrás, por allá por la entrada frente al CDI de los bloques de la Paragua, en el sector uno, se encuentra un edificio que solía ser hogar de ánimas en pena y duendes traviesos. En planta baja que si el ruido de niños corriendo y las metras que se escuchaban en el techo y el vecino en la madrugada diciendo "Sus hijas jugando con pichas a esta hora, nojoda eso se escucha clarito" y pichas las niñas no tenían "Verónica en tacones sí, pero con pichas no" de que taconeaba, taconeaba, pero ¿metras y pichas? En el primer piso si mucho se caía una que otra cosa y de veeez en cuando escuchaban algo raro, pero nada más. En el segundo piso al señor le despertaban a los niños en la cuna, al parecer se la movían y él ni en cuenta, pero no es de sorprenderse ya que al fin y al cabo a los duendes les gusta jugar con niños ¿No? Él se fué y la siguiente inquilina de pronto le caía mal, pues no fue una ni dos, si no tres veces que se le montó en la nuca, ni dormir la dejaba, inclusive viendo televisión iba y se le montaba y de ahí no se bajaba. Del tercero piso nada sé pero ¿Del cuarto? En el cuarto piso ocurría el horror más tenaz de todos.
Todo empezó con una madre y su hija las cuales no tenían mucho tiempo de haberse mudado allí, en una noche que parecía transcurrir normal, una de ellas se levanta a mitad de su sueño, a altas horas de la madrugada, solo para ver una silueta blanca en su habitación, a la siguiente noche ya la silueta blanca toma forma, una mujer desnuda y sin cabeza se hallaba en el lugar, ellas no dubitaron en irse del edificio apenas esto empezó a ocurrir. Luego de ellas llega una pareja de esposos, el mismo desdichado patrón, la misma mujer en la casa, se fueron sin más y sin dar mucha explicación. Semanas más tarde se muda a susodicho apartamento una profesora con sus dos hijas, ellas se hacen amigas de la señora del primer piso y sus hijas, la hija menor de la profesora solía jugar con la hija menor de la señora, entre sus charlas la primera le solía contar a la otra sobre como estaba teniendo sueños raros, pero no le tomaban mucha relevancia ya que bueno, eran niñas y eso solo sueños, o al menos eso solían creer.
Una fría y apacible noche una de las hijas de la profesora se encontraba profunda en su peculiar pesadilla, cuando de pronto despierta de isofacto solo para notar como unas manos frías provenientes de un cuerpo decapitado sostenían su cuello, acto seguido gritó y ésta figura desapareció, su madre entró al cuarto para tranquilizarla y asegurarle que no había nada de qué preocuparse, puesto que había sido solo un mal sueño. En una de las noches siguientes la profesora se levanta para ir al baño durante el ocaso, cuando de pronto ve como surge inexplicablemente desde la sala el cuerpo de una mujer sin vestiduras ni cabeza la cual flotaba, flotaba hacia una de las habitaciones, traspasaba la pared, y se perdía detrás de ella. A la mañana siguiente no lograba asimilar lo ocurrido, va y le cuenta a su vecina y amiga del primer piso ¿Entonces su hija no había soñado con aquello?
Otra noche más, otro profundo sueño el cual interrumpir, en plena madrugada y en hora gris, las pesadillas empiezan a habitar en las mentes de las inquilinas del cuarto piso, pesadillas oscuras y siniestras, sin mucho sentido, hasta que de pronto, un grito ahogado surge de una de las habitaciones, es real, sabe que no está soñando, la mujer desnuda y decapitada se haya sobre el cuerpo de la pequeña niña, apreta sus manos con fuerza contra el cuello de la pobre indefensa, lo apreta de tal forma que parece estar a punto de perder la consciencia, justo en ese momento entra la madre a la habitación y el ente la ve para luego desaparecer, la profesora carga a su hija entre sus brazos y despierta a la otra mientras salen despavoridas de la casa a tocar la puerta de la vecina "LA MUJER SIN CABEZA LA ESTABA AHORCANDO, VEA LAS MARCAS" y allí estaban, claras como el agua, justo al rededor de su cuello se notaban las señales de asfixia, llamaron a la ambulancia y fueron directo al hospital, al día siguiente ya estarían organizando los papeles para irse del apartamento, mientras más rápido lo hicieran con más prontitud no tendrían que volver a poner un pie en aquel lugar.
Al final de todo, la mujer sin cabeza terminó por irse, la señora del primer piso, es decir, mi abuela Norha, junto a su mejor amiga la señora Aminta, que aún vive en el sector, fueron a rezar justo en el lugar donde todos decían que solía aparecer, luego de varios rezos y prácticamente haber exorcizado el lugar, no se supo de hechos similares, luego de la profesora llegaron nuevos inquilinos, otra pareja de casados, que hasta el sol de hoy nunca han tenido que presenciar nada parecido. Puede que aún hayan duendes o ánimas inofensivas por allí vagando, pues según las lenguas, antes aquella zona solía ser una fosa común, pero de aquella mujer sin identidad, no se supo más.
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Ecos Vacíos
Short Story"En los momentos de soledad, cuando la realidad parece desvanecerse, lo que no queremos ver de nosotros mismos emerge desde el inconsciente." Adéntrate en un universo de emociones sutilmente entrelazadas a través de "Ecos Vacíos", una colección caut...