ven conmigo.

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Mérida...

Nos habíamos quedado dormidos allí mientras pasaba la lluvia, estaba feliz de poder estar con él de nuevo, era la única persona capaz de hacerme sentir que todo dentro de mí quema, eran las 12:00 AM era hora de regresar al castillo y yo seguía en una cueva con un león feroz que me quema, y lo deseaba. Lo deseaba tanto, no sabía que deseaba más si hacerle el amor y que estemos juntos en forma de bestias o  que me demuestre su potencial en forma humana. Pero eran solo pensamientos que intenté diluir y ya me estaba preparando para volver, paré finalmente la lluvia y el se volvió humano, aquel humano con carácter tan sagas , tan frío y dulce a la vez para preguntarme:

-¿A dónde irás?

- iré de vuelta al castillo, es media noche y todos se van a preocupar si no regreso

- quédate aquí, no te vayas.

- no debo, debo cumplir mis deberes en el palacio, he hecho suficiente con salirme de la fiesta

- ¿al menos déjame llevarte a un lugar si?

- vamos.

Habíamos estado caminando unos 15 minutos como humanos y yo estaba algo agotada, me habían entrenado para sobrevivir pero siempre he sido tan floja que solo quería dormir.

- ¿Ya llegamos? Estoy muy cansada

Él me subió a su regazo sin decir más y me cargó mientras llegábamos y estaba media adormilada. Era un lugar hermoso, habían árboles, muchas flores y habían luciérnagas

-esto es hermoso

- aún no hemos llegado por completo, te enseñaré mi lugar especial y a donde vengo cuando necesito quien me escuche, ¿Sabes? seré rey pero eso no significa que tenga a alguien que esté ahí para mí todo el tiempo, y por eso vengo aquí y ahora te estoy trayendo a mi lugar especial, porque eres lo único lindo que tengo. No tengo padres ni familia , en los leones es muy diferente tomar el reino, tomamos el poder por medio de batallas y duelos, si demuestras que eres el más fuerte entre nosotros eres quien tendrá la corona, por eso somos los reyes de la selva y ustedes los reyes del invierno, quizá por eso te amo Mérida porque a pesar de que vienes del invierno tienes esa llama que quema como si fueras un león. Para mi eres tan especial aveces pienso que no es tan complicado para ti estar en mi mundo.

- gracias por haberme traído aquí y ya no necesitarás venir solo, siempre que necesites hablar tráeme y te voy a escuchar como si no hubiera un mañana. Yo te quiero.

Él me besó.

Luego me tomó de la mano y me llevó a otro lugar, era otra cueva, la diferencia es que esta tenía un lago dentro, y él dijo:

- te tengo una sorpresa

Dicho esto lanzó una roca al techo y toda la cueva se iluminó. Era una cueva de cuarzos y estaba totalmente brillando y su lago era realmente hermoso. El parece que me había leído la mente.

-¿Quieres bañarte?

- muero de ganas pero no sé nadar, dije con cara triste

- está bien, yo te voy a acompañar pero con ese vestido tan sexy y entallado no creo que quieras mojarlo ¿o si?

- sonreí pícara y le dije: está bien pero date vuelta y no mires.

Me estaba quitando el vestido y sentí un frío abrumador, sentía que mi vagina palpitaba y no sabía que estaba pasando, yo nunca había estado con alguien y su presencia siempre me hacía sentir cosas raras. Me terminé de quitar el vestido y entré al agua sosteniendome de las rocas al rededor del lago me mantuve allí ya que no sabía que tan profundo era el lago.

- estoy lista

Dicho esto el también quitó su ropa y se quedó totalmente desnudo, yo iba a cerrar los ojos pero no pude, y me encantaba lo que mis ojos inocentes estaban empezando a conocer.

Él entró al agua nadando, claro el si sabía y parecía experto, era yo quien parecía un alienígena en la tierra (totalmente desubicada noten el sarcasmo).

Él se acercó a mí, me sostuvo para que no me hundiera y me decía que confiara que el no permitiría que me ahogue.

- tranquila pequeña, no dejaré que nada te pase

Eran sus palabras y eso solo me hacia desearlo más, aunque lo amara no quería besarlo, debía respetarme, pero eso no quita que podía provocar que él lo hiciera. Le dije que me ayudara a sostenerme de las rocas al rededor del lago, quería estar allí un rato, y me senté en el borde del lago , haciendo de cuenta que había olvidado que estaba desnuda. El realmente enloqueció y yo lo sabía , me tomó por las caderas y me besó de manera desenfrenada, todo mi espalda mi cuerpo y mi vagina, yo estaba totalmente mojada y no hablaba del agua del lago exactamente, el realmente me volvía loca.

No podía detenerme y tampoco quería. Él me subió en el borde de las rocas del lago otra vez.

-¿Puedo?

Me pregunta él y yo sin la mínima idea de lo que me estaba metiendo le digo sí con mi cabeza sonrojada y tímida.

Él abre mis piernas lentamente, empieza desde abajo exitandome aún más, me mataba de placer poco a poco y yo solo me moría por ir directo al punto y el solo postergaba lo que yo sabía que iba a pasar, luego de haber besado, y lamido todo, fue a mi vagina y paso su fría lengua sobre ella, yo me arqueaba de placer incluso estando sentada, yo solo quería más y más. No quería que se detuviera y lo hizo, me estaba matando de placer este chico.

-¡Déjame correrme por Dios!

-¿Quieres correrte en mi boca pequeña?

- solo déjame hacerlo.

- pídemelo.

Yo siempre he sido muy orgullosa jamás me he dejado doblegar ante alguien. No iba a pedirselo por más que me encante y simplemente me quedé en silencio, el deseaba mis flujos tanto como yo y se iba a acercar a mi para continuar pero yo bajé al agua, el me tomó fuerte contra el y pude sentir su dura erección, eso realmente me atraía. El sintió mis pechos erectos y los tocó, los lamió, succionó y dió mordidas sutiles y perspicaces y yo estaba extasiada. En un momento inesperado me muerde el cuello.

<<¡O no!>>

Desde el momento que hizo eso supe que estaba totalmente pérdida.

Me había marcado, había dejado su marca en mí y cuando alguien te muerde las cosas se ponen realmente feas, entras en calor y yo sabía que no solo iba a ser una perra literalmente. Había entrado en calor y el me había tomado como suya con esa marca.

- me perteneces pequeña, me susurró al oído.

Y lo peor es que yo sabía que cada átomo de mí le pertenecía.

Las cosas se pondrán feas de ahora en adelante, él estará en problemas por haber desatado una ninfómana, alguien debe demostrarle a este león las consecuencias de haber puesto en calor un lobo. Haber hecho su marca en mí. Hay un dicho que dice: los lobos sin perros de invierno, yo le demostraré cómo funcionan las cosas con la reina de las perras.

Encontré Mi Mate En La Manada EquivocadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora