no te vayas.

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Mérida...

A pesar de haber dado lo mejor allí y que todos me hayan brindado una señal de respeto no podía dejar de pensar Badir. Él era todo lo que yo podía esperar de alguien, quizá éramos diferentes él era humano y solo me cuestionaba a mi misma ¿Que puede darme a mi un chico mortal? ¿10 años? ¿20? Antes de que la desintegración comience a ser mella en él, ¿40? ¿50? Antes que la muerte se lo lleve, sin darme cuenta estaba hablando en vos alta y Tyler dijo:

- yo puedo darte toda la eternidad y me acarició las mejillas que estaban heladas

- ¿Puedes darme el pasado?

-¿El pasado?

- puedes darme la eternidad, pero yo lo quiero a él y él está en el pasado.

- se que te enamorarás de mi Mérida, solo dame una oportunidad, soy uno de los guerreros más fuertes y daría todo para protegerte, te amo desde que te vi como una humana cuando no entendías nada de esto, solo déjame ayudarte a olvidar ese simple mortal que no supo valorarte, como la reina que eres.

Estuve a punto de intentar responderle, hasta que ví a Badir, no entendía que hacía aquí y ni siquiera sabía que conocía las criaturas, pero cuando lo vi otra vez supe que era él con quien debía estar, a pesar que el me había dejado, lo necesitaba como se necesita el agua y el aire, el era todo aquello que impulsaba mi camino y no entendí porque era esa fuerza tan sobrenatural, pero lo ví allí parado y sabía que estaba esperando por mí.

-¿Badir?

- si Mérida soy yo

Fue tan extraño, en mi mente había formulado muchas cosas siempre me pregunté ¿Qué haremos cuando nos volvamos a ver? ¿Nos daremos un abrazo? ¿Tal vez un beso? ¿ Fingiremos que estamos tan ocupados como para no pensar en el otro? ¿ Presumiremos que nos ha ido mejor con alguien más? Lo más probable es que hagamos como que nunca nos vimos, o al menos eso creía yo.

-¿ Porqué estás aquí si me dejaste sola allí? No te importo nada de lo que yo sintiera y aún así te fuiste.

- ya dejala en paz dijo Tyler, ella no merece esto, si en verdad la quieres dejala que sea feliz con alguien más.

- adiós Badir, gracias por todo dije totalmente rota.

- no te vayas Mérida... Por favor.

¿Hace cuánto alguien me había pedido que no me vaya? En ese tono que es imposible negarse, con esos ojos chispeantes que no reciben un "no" por respuesta.

-¿Porqué debería quedarme?

- al menos podríamos hablar tú y yo a solas en otro lugar?

- está bien hablemos, dicho esto nos fuimos y dejamos a tyler allí en la fiesta, y yo solo rogaba a Dios que sea lo suficientemente buena la excusa para justificar los abrazos y el beso que muero de ganas por darle.

- Mérida no quiero que pienses que te he dejado, solo te estaba protegiendo tu no me conoces y solo hice lo que es mejor para ti.

- eres Badir el chico ingreido, mi cita.

- lo sé Mérida eres mi pequeña frentona y te quiero bruja.

-¿ Entonces porque te fuiste?

- ¿en realidad me amas Mérida y estarías dispuesta a quedarte aunque te muestre quién soy en realidad?

- estaría dispuesta a quedarme bajo cualquier circunstancia sin que tú me lo pidas, ¿acaso tu sabes cuántas semanas han pasado y yo sigo sin mirar a nadie como a ti? Porque hay una gran diferencia entre estar enamorado y estar perdidamente loco por alguien, cuando estás enamorado aunque quieras esa persona, si estás cansado en ocasiones buscas excusas para no salir, pero cuando estás enamorado locamente esas razones no existen más bien sacamos excusas para estar con esa persona, como lo hacía yo todo los días que iba al lago cuando ni siquiera sabía nadar. Supongo que pasar ese tiempo a tu lado era importante

- ¿el tiempo Mérida? Dice Badir incrédulo, Dios mío!! Rió, si cuando estamos juntos el tiempo no existe, juntos nos volvemos como 2 borrachos sentados en la acera, solo la resaca de tanto amor nos podría despertar. Dicho esto el dió un paso adelante y empecé a ver como él cambiaba, se tornó diferente no era como yo, el no era un lobo, pero era una criatura, cuando terminó de transformarse quedé estupefacta, él era mi mayor enemigo y mi único amor, era el león de la marca lunar en el hombro, el pertenecía a la raza de mi padre y estoy orgullosa de haber sido el de quién yo me haya enamorado como loca.

- se transformó de nuevo en su humano y me dijo: perdón por no haberte dicho esto Mérida, no sabía que eras un lobo y tenía miedo de que te asutaras de mí, pero ahora que sabes que soy un león, ¿Me sigues amando?

- como nunca antes.

- Mérida yo sé que no soy un lobo, quizá no tenga sus mismas costumbres y es muy diferente nuestros mundos, pero aunque no sea un lobo ¿Quieres ser mi mate?

No podía creer sus palabras, el término mate es gemelo y solo lo usamos los lobos cuando encontramos nuestra otra mitad, y que él haya llevado eso tan en cuenta y habérmelo propuesto me había dejado sin palabras y más ebria de amor.

- si quiero, di un paso adelante y hice que cayera lluvia para nosotros, nos divertimos un rato y reímos un montón y no me importó haber dejado todo mi reino en la fiesta solo para verlo al menos 5 minutos más, pero yo estaba decidida a verlo toda la vida, me transformé en mi lobo que ahora era blanco y el se transformó en su león totalmente dorado, empecé a correr y él entendió el juego de inmediato, luego encontramos una cueva para esperar a que pase la lluvia, lo que él no sabía era que yo no iba a permitir que pare.

Me recosté en su pelaje y simplemente jamás pensé que alguien tan distinto me comprendiera tan bien, su pelaje cálido y corto me encantaba y era perfecto para la fría y lluviosa noche Juntos como 2 bestias feroces totalmente distintas nos quedamos dormidos, vulnerables uno para el otro y estábamos descansando y borrachos de amor, jamás me arrepentiría de haber ido a aquel lago y haber conocido a mi mate. A mi alma gemela, mi gran amor...

Encontré Mi Mate En La Manada EquivocadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora