hora de conocer a la reina.

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Mérida...

Así es ahí iba yo en compañía de Sara por los salones del pasillo y entro a la sala del trono y veo una fiesta.

Todos me miraban impactados y tenía miedo de lo que podría pasar esta noche.

- hola mi niña, feliz cumpleaños dijo el rey

- hola abuelo, gracias por todo esto y me asusta un poco la gente dije entre la multitud

- te vez preciosa con el vestido de tu madre y el talismán. Eres la niña más fuerte que conozco Mérida y aquí están todas las razas, es posible que ahora debas cuidarte mucho más, pero debes ser valiente y cuando hables delante de toda esta gente necesito que te veas segura para que respeten a la reina.

- está bien abuelo, demostrare que soy capaz de esto.

Empecé a disfrutar la fiesta con Sara y Tyler, pude observar que Tyler se estaba esforzando, el en realidad estaba mostrando interés pero yo no dejaba de pensar en Badir, el era todo lo que yo quería y fue tan doloroso perder a alguien así, y aunque me haya dejado yo no podía ver a nadie más a como lo veía a él, tampoco quería olvidarlo, el había dejado una herida en mí, pero no quería que sane, porque ese dolor era lo único que me ayudaba a recordarle.

- ¿puedes venir un momento Mérida? dijo Sara

-claro

-Tengo algo para ti, gracias por haber sido mi amiga, se que tienes un palacio a tus pies pero lo hice de corazón.

- no es necesario, has hecho mucho por mi al ayudarme a superar que me clave con un tonto y siempre estar ahí para mi y despertarme en las mañanas, creo que me has aguantado demasiado

- no gracias a ti, gracias pude entender que no necesito tener una forma animal para encajar en nuestro mundo, y que las pequeñas acciones si importan. Dicho esto Sara me pasó algo. Era lo que yo siempre he amado, "una Katana"...

- Oooooh Dios mío!!! Gracias Sara, gracias, gracias estoy tan feliz.

- aún no has visto el mango de ella dice Sara y yo observo.

La katana decía en el mango: para una valiente. Y seguí leyendo hacia el filo y decía : cree en ti.

Estaba realmente entusiasmada, era mi arma de combate preferida y ella lo sabía, había pasado toda la noche sentada con ella y había llegado el momento de darme a conocer como la reina. Hasta que entró el aroma. Era él, era el león de aquella vez y no sabía porque su olor me cautivaba tanto, no sabía porque el siempre venía convertido en León para empezar, es como si no quisiera que vean su rostro, pero yo no tenía el tiempo para pensar en ello, debía dar la cara al reino.

Me puse de pie y empecé a caminar lo más derecha y segura que pude hacia el centro.

- Buenas noches a todas las criaturas reunidas acá, estoy aquí para dar a conocer a la reina de los lobos, porque por primera vez en la historia cuando cumpla mis 18 años de edad seré coronada como la Alpha de esta manada.

- ¿Pero no está muy joven usted?
- ¿Porque una mujer?
¿No creo que usted tenga la capacidad con todo respeto?
¿No está muy joven? - todos cuestionaban al unísono y yo empezaba a ponerme nerviosa pero saqué valor y respondí.

- Yo soy Mérida Somers y honestamente yo tengo tanto derecho a ser un lobo como ustedes, soy nieta de un lobo, y mi madre también lo fue y es por eso que yo tomaré el trono y seré la Alpha y si alguien duda de mi capacidad que pase adelante.

Todos seguían cuestionandome pero nadie se atrevió a dar un paso al frente y desafiar a su futura reina y me sentí orgullosa de que estaba obteniendo el respeto.

-¿Como sabemos que eres la verdadera reina?  Dice otro hombre lobo

Tyler y Sara intentaron defenderme y yo simplemente di unos pasos adelante ante aquel hombre , me enfoqué en mi lobo y lo que quería mostrar y me fui transformando, me transformé en un lobo marrón con manchas blancas y ojalá café, pero de repente mis manchas blancas se expandieron y me torne en un lobo totalmente blanco y todos en el salón quedaron seguros de mi y que yo si estaba dispuesta a tomar mi lugar pero para mí no fue suficiente, me posicione para aullar, lo hice y lo hice como nunca pude haberlo hecho, las copas de plata de la luna relucieron aún más por la ventana y se volvieron doradas, donde pise y clave mis garras en medio del salón, donde todo es concreto crecieron plantas y todos los lobos, se transformaron en su forma natural y me hicieron una reverencia, las brujas me otorgaron si bendición y se doblegaron ante mi, todos en el salón lo hicieron excepto los leones, hasta que su rey aquel león que me cautivaba tanto, se arrodilló y todos los demás lo siguieron , luego lo hicieron los vampiros. Porque en el momento que crecían las plantas a mi paso, después que la luna brilló más fuerte después de mi aullido, todos entendieron que yo vine a darle el equilibrio a las criaturas y que saqué la valentía de mi padre y todos me vieron con respeto.

Encontré Mi Mate En La Manada EquivocadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora