Yoongi y Jimin tumbaron al padre del menor en los asientos traseros del auto del mayor. El adulto se había dormido, ya no se quejaba, solo roncaba. El coche iba cogiendo poco a poco el olor a alcohol que desprendía la persona dormida en los asientos de atrás, era demasiado obvio que el padre de Yoongi le preguntaría el porqué de ese aroma en el vehículo.
Jimin jugaba con sus dedos y movía sus pies con nerviosismo, tenía miedo de que su novio le preguntase por su padre o de que su padre se despertase y le preguntase quien era la persona conduciendo el extraño coche que les estaba llevando a casa.
—No te voy a pedir que me lo expliques porque se que no lo has hecho desde un principio por algún motivo; pero Jimin, se supone que tenemos confianza entre nosotros y podemos contarnos las cosas sin miedo y me gustaría saber por qué ibas con este señor borracho por la calle, arrastrándolo e intentado que se mantuviera en pie—. Le dijo tranquilo Yoongi mirándole de reojo con una mirada comprensiva.
—Él es mi padre y hoy, al parecer, fue a un bar a beber. El propietario del bar me llamó para que fuese a recogerle porque el bar iba a cerrar—. Hizo una pequeña pausa para tomar una gran bocanada de aire y continuar explicándole a Yoongi todo. —Mi madre murió cuando yo era muy pequeño y nos dejó a mi padre y a mi solos—. Volvió a parar para secar una pequeña lágrima que se le había escapado, continuó mirando el suelo, Yoongi le escuchaba atento, cada palabra que salía de los labios de Jimin le dolía en lo más profundo de su corazón. —Trabajo en una cafetería horas extra para poder pagar el instituto y la mayoría de días no ceno y como una miseria, por el simple hecho de que mi padre no quiere volver a trabajar, soy como un esclavo para él—. Jimin rompió en un llanto silencioso y su novio entrelazó sus dedos y acarició su mano con el pulgar para tranquilizarlo y darle apoyo.
—Todo va a estar bien Jimin, yo estoy contigo—. Le sonrió.
—Gracias—. Agradeció con dificultad el chico con el pelo teñido.
Unos minutos más tarde llegaron al bloque de pisos donde vivía Jimin, Yoongi estacionó el coche en frente del portal. Los dos chicos se ayudaron entre ellos para llevar al adulto a su casa. El pelinaranja abrió la puerta de madera de su casa dejando ver un salón desordenado y lleno de botellas gastadas de alcohol.
—Puedes dejarle en el sofá, siempre duerme ahí, nunca va a su habitación—. Dijo Jimin cogiendo a su padre por los pies mientras que Yoongi le sujetaba por los brazos. Dejaron al padre del pelinaranja tumbado en el sofá de cuero para después soltar un suspiro pesado.
–Gracias Suga–. Agradeció Jimin con la mirada baja mientras jugaba con sus dedos con cierta vergüenza.
–No tienes que agradecerme Jimin, te lo repito, siempre estaré para ti–. Yoongi abrazó a su novio transmitiendo tranquilidad al pequeño cuerpo del menor.
El adulto que se encontraba dormido en el sofá soltó un pequeño ronquido alertando a los dos adolescentes, ronquido que les hizo separarse con un pequeño sentimiento de miedo por si el padre de Jimin despertaba y les veía abrazándose.
—Creo que tengo que irme y ya es tarde, mi madre se preocupará—. Murmuró Yoongi rascándose la nuca y sonriéndole de forma amable a su pareja. Jimin solamente asintió con un pequeño color rosado en sus mejillas por el abrazo. —Adiós Jimin, nos vemos mañana, te quiero—. Abrió la puerta, se giró para mirar a Jimin, no pudo resistirse a soltar una pequeña risa por la acción que estaba haciendo su novio en ese momento, este se estaba cubriendo las manos con su jersey gris.
El chico de pelo anaranjado levantó la vista conectando sus ojos con los de Yoongi. —¿Quieres un besito antes de irte?—. Le sonrió y se acercó para darle un pequeño beso en la mejilla.
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Gᴀᴍᴇ Oᴠᴇʀ [𝑌𝑜𝑜𝑛𝑚𝑖𝑛]
Fanfic"𝐶𝑜𝑛𝑠𝑡𝑟𝑢𝑖𝑟𝑒́ 𝑢𝑛 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑜𝑑𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟 𝑗𝑢𝑛𝑡𝑜𝑠" En Corea del Sur la homofobia es algo normal entre los habitantes de ese lugar. Ver a una pareja compuesta entre dos personas de un mismo sexo ya es moti...