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para YoonGi no había momento más satisfactorio que regresar a su hogar luego de una visita al médico

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para YoonGi no había momento más satisfactorio que regresar a su hogar luego de una visita al médico. su cabeza podía descansar en la suavidad de la almohada y su mente dejaba de pensar exageradamente por unos minutos. una completa calma lo aislaba de sus preocupaciones mientras iba cayendo poco a poco en el mundo de los sueños, en un estado de reposo.

Realmente odiaba su condición. odiaba hacerse un chequeo semanal, odiaba las pastillas pasando por su garganta y la voz monótona del doctor. lo odiaba demasiado.

pero quizás odió más el sonido de su teléfono en ese momento. la vibración y el suave tono le hizo gruñir con desgana mientras se levantaba con una mueca, caminando hacia su mochila y sacándolo. reviso brevemente el contacto antes de descolgar.

—YoonGi-ah, ¿qué tal te fue?

la voz preocupada del beta le hizo fruncir los labios. volvió a echarse en el colchón, sobre su espalda, mientras sostenía el teléfono en su oreja.

—como siempre, hyung...—contestó con la voz vacía, carente de emociones—cambio de medicación.

un chasquido resonó desde el otro lado de la línea.

—no puede ser posible que ningún medicamento te esté funcionando—casi podía ver a SeokJin fruncir el ceño y arrugar la nariz inconscientemente a través del tono de su voz— ¿siquiera sigues las indicaciones al pie de la letra? ¿no estarás teniendo citas con un alfa en secreto?—indagó.

—se cumplir con mi medicación. y no, no estoy saliendo con ningún alfa—se defendió con un mohín, ligeramente ofendido por la última pregunta—el único alfa cercano que tengo es el señor Choi, al cual casi nunca me encuentro por el edificio...

un breve silencio se instaló entre ambos. YoonGi dejó caer sus párpados nuevamente.

—mierda...

—no digas groserías, hyung.

—lo siento, es que...—hubo una corta pausa— me preocupa tu salud.

—tranquilo, estaré bien—intento calmarlo, intentando convencerse a sí mismo también—la medicación que me recetó el doctor es un poco más fuerte que las anteriores. en un mes debería ver mis resultados.

otro suspiro de parte del mayor salió de los labios—¿qué tipo de resultados?

—los espero desde que comencé el tratamiento—susurró, despreocupado sobre si se entendían sus palabras arrastradas por la somnolencia—el regreso de mi aroma y mi celo.

SeokJin permaneció en silencio por otro corto pero profundo lapso de tiempo, en el que casi YoonGi cae dormido.

—¿crees que está vez funcione?

—eso espero... me he gastado casi todo el dinero del mes en las consultas, no sé si alcanzaré a pagar la renta...—una ligera angustia en su pecho le hizo abrir los ojos de golpe. su bolsillo estaba bastante afectado por las costosas medicinas. a ese paso, acabaría en la ruina.

—me habías dicho que estabas buscando un compañero de piso, ¿has tenido suerte?

—no, aún no... la única chica que estuvo interesada era alfa. y tengo prohibido convivir con uno, así que...

—seguiré ayudándote a encontrar a alguien—aseguró SeokJin con determinación, consolando a YoonGi sin saberlo—iría a vivir contigo, pero JiMin me mataría si lo abandono a fin de mes.

YoonGi se apoyó en su costado y fingió un tono infantil. —prefieres a tu roomie antes que a tu mejor amigo—una risa de parte del otro lado de la línea le provocó un puchero pronunciado —¡eres malo, hyung!

—sabes que no es así, Yoonie, no estés celoso.

—no estoy celo...—la voz de YoonGi se detuvo de inmediato. el sonido del timbre lo alertó, poniéndose de pie en un siantamén— hyung, tocan la puerta. debo atender.

SeokJin asintió con la garganta.

—te hablaré más tarde—avisó, con un tono suave—ten cuidado.

—cuida tu trasero también, adiós.

cuando la llamada se marcó como finalizada, dejó caer su teléfono al colchón para caminar apresuradamente hacía la entrada. no le tomo mas de cinco segundos estar allí. el departamento era algo pequeño, aunque lo suficientemente grande para dos personas.

a penas abrió la puerta, la primera impresión que tuvo de aquel joven situado frente a él, fue que era mucho más alto.

—¿hola?

YoonGi parpadeó un par de veces. se mantuvo contemplando aquel cabello oscuro y ondulado, así como los ojos profundos e intimidantes por un par de segundos más. aquel muchacho era realmente apuesto.

—hola—devolvió tímidamente el saludo, juntando sus manos sobre la madera de la puerta, el más alto lo observo un instante más antes de hablar nuevamente.

—leí el cartel del edificio—explicó con brevedad, llevándose una mano a la nuca con evidente nerviosismo. YoonGi alzó las cejas ante lo dicho, pero el desconocido continúo— ¿eres quien busca un compañero de piso?

—¡sí! soy yo—exclamó un poco más alto de lo que pretendía. sus orejas se tiñeron nuevamente ante la mirada fija del contrario.

—menos mal...—YoonGi miró a su costado y notó la maleta que traía consigo— estoy interesado.

YoonGi asintió con ligereza, sonriendo. el otro reflejó la sonrisa con un atisbo de rigidez.

—¿tú eres...?

—Kim NamJoon.

—Y yo Min YoonGi—rió nuevamente, aprovechando para estrechar sus manos— pero me refería a qué jerarquía perteneces...

—oh—las mejillas del más alto se cubrieron de un suave color durazno. hubo una pequeña duda en su rostro, pero finalmente declaró—soy un beta.

los ojos del omega brillaron mientras una sonrisa de alivio adoraba su rostro, echándose hacia un lado para permitirle el paso. NamJoon le dirigió una corta mirada antes de entrar, arrastrando la maleta consigo.

un problema menos en su lista de preocupaciones. había llegado su salvación del mes; una que tenía porte de modelo de revista. no titubeó al cerrar la puerta detrás de él apuntar los sofás, indicando que tomara asiento.

—bienvenido, Kim NamJoon.

—bienvenido, Kim NamJoon

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𝙑𝙞𝙣𝙚𝙜𝙖𝙧 𝙨𝙢𝙚𝙡𝙡 ☾ NamGi 	☽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora