Me subí en mi patineta para irme directo a la oficina de papá, abrí la puerta pero aún seguía hablando con un hombre... me iba a regañar.
—Oh lo siento, vuelvo después —dije retrocediendo.
—Tranquilo pasa —me calmó el hombre.
Miré a papá que asintió para que entrara.
—Tu debes ser Santiago —mencionó— eres muy guapo, sabes tengo una hija exactamente de tu edad —me miro victorioso, podía ver sus intenciones.
Miré a papá quien me miró con su mirada amenazante.
—Que bien —sonreí falsamente.
—Te parece si cerramos este trato mañana con una comida entre familias —optó el hombre.
—Me parece bien —accedió papá.
—A mi hija le gustará conocerte galán —sonrió revolviendo mi cabello.
Asentí para ir con papá antes de que el hombre dijera más.
Ellos se despidieron para salir, me senté esperando a papá.
—Creo que acabas de conseguirle una nueva área a este hospital —dijo contento.
—No puedes venderme por este hospital —le recordé.
—¿Quién dice? —preguntó irónico.
—Mamá —le recordé.
Papá negó para pasar a mirar la pantalla del ordenador empezando con su trabajo.
—Papá una enfermera me llamó niño mimado —acusé molesto.
—Adivino estabas en tu patineta —me miró— eres un niño mimado Santiago.
—Si pero no tiene derecho a decírmelo, que lo diga a mis espaldas como todas las demás —establecí.
—No puedo correr a todas las que te digan mimado Santiago, me quedo sin enfermeras —me recordó riendo.
—Si pero es mala enfermera trató muy brusco a uno de los niños y me jaló del brazo haciéndome caer —expliqué.
—Santiago no la... espera como que te jaló —me miró molesto— ella te tocó.
Asentí, me levanté la manga para que mirara mi muñeca la cual estaba roja con un gran moretón.
—¿Ella te hizo esto? —preguntó revisándola.
—Si, y me cai —añadí — fue en el área de oncología, hace media hora aproximadamente.
Papá tomó el teléfono para llamar a seguridad y verificar lo que decía era cierto, el video no mentía y si que me veía bien en patineta.
—Vamos —murmuró evidentemente molesto.
Bajamos al área de oncología para llegar, ahí estaba la enfermera con cara de culo.
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Crónicas de un amor futuro
Novela Juvenil¿Cuánto se debe esperar para encontrar el amor de tu vida? Meses, años, ¡Tal vez nunca! Pero para Santiago siempre estuvo más cerca de lo que pensó. Seis años para encontrarlo y una vida entera para gozarlo. Todo amor tienen un buen final... pero n...