Begin Again (Sasusaku)

Delicate

10 meses después.

El tic toc del reloj era tan estresante, el silencio era molesto y los experimentos ya no llenaban su vida como antes, quizá era momento de dejar ese lugar y buscar una nueva aventura. El sonido de la madera de la puerta la hizo dar un brinco y camino para abrir. Unos ojos esmeralda la miraban con dulzura y antes de que pudiera hablar tenia sus brazos sobre ella.

-Karin -la abrazo fuerte- Pasó mucho tiempo.

Sakura. Con ese olor a cereza y frescura que después de casi un año seguía siendo embriagante, la estaba apretando contra su cuerpo. Pero era extraño, sintió una redondez y la separó intentando no ser brusca. Embarazada, muy embarazada, sus mejillas eran más redondas y rosadas, su cabello largo enmarcaba su tierno rostro y sus manos se dirigieron a su vientre. Su corazón se oprimió con tanta fuerza, que temió llorar frente a ella.

-Te dije que no fueras tan rápido.

-Lo siento.

-Karin -su saludo fue tan frío- Es bueno verte.

-¿De verdad?

-Estamos apenados por venir así -dijo la pequeña mujer- Pero mi embarazo no me permite seguir.

-¿Te sientes mal? -se alarmó- Pueden pasar.

-Me siento tan cansada -dijo con una mueca- Me duelen los tobillos.

-¿Quieres que te examine?

-Claro -la acompañó a una habitación, cerró la puerta antes de que él entrara- Sasuke espera afuera.

-Bien, recuéstate.

-De acuerdo - se levantó su vestido- Sasuke está tan preocupado, no pudo respirar sin tenerlo junto a mí.

-Ya veo -asintió tocando su abdomen- Tu bebé no tiene mucho movimiento.

-Eso no es normal.

-Lo sé, te haré unas pruebas.

-Gracias.

-¿No deberían regresar a la aldea?

-Cuando nos enteramos ya estábamos demasiado lejos, hemos intentado volver pero soy muy lenta.

-Pueden quedarse a dormir.

-Eres muy linda -Sakura apreto sus mejillas- Tienes un corazón enorme.

No respondió y la ayudo a bajar de la camilla, Sakura tenía las mejillas rosadas, su ropa ajustada la cambio por un vestido espacioso con el emblema Uchiha en su espalda, no es como que no lo imaginara, pero le parecía tan lejano. Ellos estaban casados y no sólo eso, esperaban un hijo. Ella tenía todo lo que más deseaba, pero ¿podía culparlo? Sakura era todo lo que él necesitaba, su complemento y alma gemela. 

Sasuke se acercó a su esposa cuando la vio en el pasillo, esa mirada era nueva, estaba tan preocupado, su rostro era tan duro pero sus ojos, chispeaban de miedo. Rozó su mano levemente mientras escuchaba lo que le decía, prestaba atención a cada palabra, tanto que en ningún momento le dio un vistazo.

-Karin nos dejará dormir aquí.

-Gracias. -la miro- ¿Puedo hablar contigo?

-Voy a recostarme -Sakura le sonrió- Nos vemos mañana.

Sasuke camino hasta estar frente a ella, su estatura siempre la había intimidado, el calor de su cuerpo era cautivador y no podía evitar escanear cada parte de su rostro y su energía. Era tan embriagante pero diferente, tenía un aura tan tranquila y combinada con la de Sakura. Sería inútil negar que aún le atraía como cuando eran adolescentes.