Sus manos se perdían entre la hierba humedecida por el rocío matutino, el sol resplandecía en el horizonte del lago, su cabello corto se movía en dirección del viento fresco y puro cómo debe ser. Se tomo un momento para respirarlo, tan profundo que estaba segura que nunca había sido tan refrescante. Tan raros los amaneceres desde que su vida cambio. Ya no había sangre, golpes o llanto.
-Despertaste temprano -su voz la llamo- ¿Qué haces?
-Solo...-lo penso- Me gusta el amanecer.
-Es precioso -dijo a su lado- Casi tanto como tú.
El pequeño bultito en sus brazos se revolvió, bostezando para después balbucear un poco, se retorció contra los brazos de su padre intentando tocar su rostro con sus pequeños dedos. El cabello rojizo estaba revuelto y su sonrisa tan liviana como la de él, la saludaba entre las mantas.
-¿Te despertó?
-No -lo alzó en brazos- Solo te extrañamos.
El bebé gateo en su dirección, con su cabello brillando por el naranjoso cielo, ambos rieron cuando sus bracitos no resistieron el peso y su carita choco contra el pasto, lo tomo en brazos antes de que llorara y lo arrullo contra su pecho. Y lo estaba haciendo de nuevo, la estaba mirando de esa forma, como si la acabara de conocer. Pero a la vez, la miraba como cada mañana que despertaba a su lado o preparaba su desayuno favorito, de la misma manera que cuando le dijo que estaba embarazada.
-Te amo -le dijo- Los amo.
-Suigetsu.
Aunque todo sucedió tan rápido nunca se lo había dicho, no hablaban tanto como otras parejas, eran como una balanza estable, balanceándose a algunos sentidos cuando alguno necesitaba un hombro para recostarse, pero siempre volviendo a su equilibrio.
-Yo también te amo.
Se levanto despacio y extendió su mano, su rostro sorprendido no le paso inadvertido pero tampoco la sonrisa que le había heredado a su hijo. No tomo su mano, estuvo a punto de quitarla cuando él cambio su posición, abrió una pequeña caja frente a ella y tomo su mano.
-Karin...
-¡Si! ¡Si! -cayó de rodillas frente a él- Si quiero.
-Tengo un discurso...-lo interrumpió con un beso- Lo llevo planeando desde...
-No tienes que decir nada -le sonrió- Quiero casarme contigo.
-Eres estupenda. -le coloco el anillo- Vamos a casa.
-Vamos -lo tomo de la mano y rió sin creer lo que iba a decir- A casa.
Detrás de su casa había un jardín, lo había llenado de pequeñas flores de todos los colores, especialmente el rojo. Le gustaba. Su pequeña niña caminaba con las manos sostenidas por su padre, con tanta confianza de que nunca la soltaría. Sus pequeños regordetes pies se perdían en la hierba intentando dar sus primeros pasos. En su brazo tenia una pequeña canasta para recoger manzanas, estaba planeando hacer una deliciosa tarta.
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Begin Again (Sasusaku)
FanfictionKarin Uzumaki vio al amor de su vida convertirse en esposo y padre. El destino se acomodó para darle un cierre a su historia, todo narrado desde sus ojos. Historia 100% Sasusaku.