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Pasaron cerca de cuarenta minutos y Kristal no se había acercado, lo cual fue muy extraño para Wang Yibo.

Por curiosidad miró por donde supuestamente ella estaba, pero no pudo encontrar a nadie.

¿Será que acaso se confundió y vio mal?

¿Será que el no haber comido nada le jugó en contra y ya estaba alucinando?

Pero Tang San sí vio lo mismo que él, incluso alabo su belleza y no era algo que no se pudiera ver a simple vista, a menos que estuvieras realmente mal de la visión.

Wang Yibo ya no quiso dar muchas vueltas en ese asunto y se dedicó a jugar con el cabello de Xiao Zhan.

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Poco a poco el pelinegro se dejó hacer por las caricias que el castaño le daba en su cabeza, suspirando de rato en rato.

Xiao Zhan volvió a sentirse como un bebé de pecho, los recuerdos de pequeño regresaron a su mente de golpe, haciendo que en su rostro se dibujara una sutil sonrisa.

Sus párpados empezaron a cerrarse lentamente, era como si estuviera bajo un hechizo y de un momento a otro se quedó dormido, acurrucándose completamente, apoyando su cabeza en el cuello y sus brazos estaban en el pecho del castaño agarrando inconscientemente la camisa, sin darse cuenta se quedo completamente dormido soltando ligeramente su agarre.

La vista que tenía el castaño era perfecta, sólo decidió observarlo y mimarlo hasta que llegarán a GusuLan, donde tendrían que despedirse nuevamente.

Wang Yibo deseaba que aquel conejito fuera su prometido, y no aquel heredero Xiao, pero estaba seguro que haría cualquier cosa por estar con Tang San. 

No importaba si renunciaba a su nombre y posición, solamente sabía que su corazón quería estar toda la vida con él. 

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Wang Yibo siempre fue reacio en creer sobre tu alma gemela o destinado, aquella persona que encontrarías y amarías con todo tu ser hasta el final de tu existencia; pero ahora se encontraba riéndose de su estupidez que él mismo creyó durante muchos años. 

Definitivamente los números le absorbieron tanto el cerebro, que llegó a pensar que el amor era solo inventos de las personas para celebrar  un día especial denominado "San Valentín" ya que ese día se vendía y ganabas más; en conclusión era solo algo meramente comercial. 

No dudaba del amor que se tenían sus padres, ni tampoco del amor que sus hermanos siempre le demostraban, pero aparte de ellos las demás personas eran superficiales y vacías, pues siempre tenía que ver como posteaban en sus redes sociales sus compañeros.

Si de verdad dicen sentir afecto y amor, entonces ¿Por qué tendrías que estar mostrando detalles cada semana en sus fotos o vídeos editados?

Wang Yibo por ese motivo cerró todas sus cuentas y se dedicó únicamente a sus estudios; pero aquella concepción de que el amor no existía empezó a cambiar, sobre todo cuando miraba detenidamente al pelinegro con ternura, anhelo y algo más que aún se negaba a creer. 

La duda surgía porque sentía que Tang San ocultaba algo, era como si estuviera colocando una barrera invisible para protegerse.

El castaño estaba pensando en una posible situación por la cual el lindo conejito se comporta así, cabía la posibilidad de que hubiera sido engañado por "alguien" y por eso tenía sus reservas con él.

Encuentros del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora