✰ | Marcas del Destino.

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ADVERTENCIA

El capítulo contiene temas delicados para cierto público.

Lee bajo tu responsabilidad,gracias.

Park SeongHwa era un joven tranquilo, alegre y muy amable. Con apenas dieciséis años, la vida estaba siendo bastante injusta para ponerlo en esta situación. Porque él no lo merecía, ¿verdad?

— Déjame ir, por favor..— Suplicó entre sollozos el azabache, forcejeando con tal de escapar del tipo encima suyo.

— No irás a ninguna parte.— Susurró contra su oído mientras le desabrochaba el pantalón.

— ¡Alguien ayúdeme! ¡Sáquenme de aquí..!

Park gritó, siguió golpeando al sujeto, forcejeó a cada momento y trató de convencerlo de dejarlo ir.. pero nada resultó. Y eso le cambió la vida por completo..

. . .

Tras lo sucedido, y tras el primer intento de acabar con su vida, los señores Park lo enviaron a Goyang y a una nueva escuela. Esperaban que el cambio de aires, y tener el tiempo ocupado en sus nuevas clases pudiera darle un respiro a Park. Jamás se enteraron, sin embargo, les dolía ver a su hijo así.

Sus primeras semanas nadie se le acercó. Incluso Park se había vuelto algo arisco con la gente, no hablaba mucho ni con sus maestros, y se la pasaba solo. Aún así, siempre trató de enfocarse únicamente en sus clases, tratando de dejar todo atrás.

A sus ya diecisiete años, y pese a su conducta introvertida, Park era uno de los más atractivos de su grado y dentro de la escuela en general. No había alumno que negara su belleza, todos realmente sentían algún interés en él.

Y para su muy mala suerte,no sólo alumnos.

. . .

Las clases habían terminado hace media hora aproximadamente, mientras SeongHwa terminaba de ordenar sus apuntes y folders. Los salones estaban vacíos, ya no había tanta gente en el lugar así que se sentía en calma.

— ¿Qué haces aquí tan tarde,Park?

Una voz grave lo hizo temblar. La de un profesor que siempre estaba humillándolo en clase y que buscaba pedirle favores a su conveniencia. No se fiaba de él,pero tampoco podía alejarlo o reportarlo. Era el esposo de la directora, así que el imbécil tenía su puesto asegurado.

— Estoy recogiendo unos papeles. La clase apenas terminó hace veinte minutos, profesor.

— Sí, pero ya debiste irte para ese entonces, niño.

— Me dieron permiso de quedarme.

El mayor no respondió más, siguió caminando desde la puerta hasta el centro del salón, que coincidentemente era donde estaba Park. Y en un ágil movimiento, terminó arrinconándolo contra su escritorio sin permitirle salir de ahí.

— ¿Qué tiene? ¡Suélteme! — Gritó desesperado, sus gritos convirtiéndose en llanto más pronto que tarde. — Otra vez no, por favor.. — Suplicó.

— Esto te lo buscaste desde que entraste, SeongHwa.. — Miró de arriba hacia abajo el cuerpo del menor, mientras tenía sus muñecas entre sus manos, con tanta fuerza que podía quebrarlas.

— Ni se le ocurra tocarme, hablaré con la directora Jeon.. — Amenazó, asqueado de la cercanía del sujeto.

— ¿Crees que te creerá? Es mi esposa, primero me creerá a mí.

↳ 𝑻𝒉𝒆 𝑾𝒆𝒅𝒅𝒊𝒏𝒈 𝑷𝒍𝒂𝒏𝒏𝒆𝒓 » 𝐊𝐚𝐧𝐠 𝐘𝐞𝐨𝐒𝐚𝐧𝐠.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora