🌼 𝐒𝐨𝐮𝐫 𝐂𝐚𝐧𝐝𝐲 ⌇ Yeongyu

⊱🌼ϲαρίτυℓο 01

—¡Te encontré!—Gritó Beomgyu

—¡Tramposo! ¡Seguro estabas viendo!—Se quejó Yeonjun y salió debajo de la mesa

—¡No!

—¡Si!

—¡No!

—¡Si!

—¡No!

—¡Si! ¡Eres un tramposo, llorón y mimado que depende de un tonto peluche para vivir!—Le gritó Yeonjun y el menor empezó a soltar unas cuantas lágrimas.

—¡Eso no es cierto!—Limpio sus lágrimas —¡Lo que dices no es cierto!

—¡Sabes que tengo la razón!

—¡No!

—¡También eres un egoísta!—Se cruzó de brazos y se volteó

—¡Te odio! ¡Ojalá no existieras!—El pequeño niño salió del cuarto de Yeonjun llorando en busca de su mamá

Cuando llegó a la sala saltó encima de su mamá, para que ella lo calmara.

Beomgyu era un niño muy pegado a su mamá, incluso su padre bromeaba que su hijo tenía un grave caso de mamitis

—¿Qué paso bebe…?—Dijo su madre y limpió las lágrimas del castaño

—Me quiero ir…—escondió su cabeza en el regazo de su mamá

—Bebe…—La Señora Choi miró a su amiga, después a su hijo —Nos vamos ahorita ¿Ok?

—Mami... No... Vamos a casa—La miró con lágrimas en sus ojos

—Está bien…—Se levantó del sofá y miró a su amiga —¿A qué hora salen mañana?—Dijo en tono triste

—A las 8:00 pm…

—¿Cómo a qué horas llegarán?

—Bueno, son veintiún horas de viaje—Suspiro —Llegaríamos como a las 4:00 pm...

¿Llegarían a donde? Se preguntaba el pequeño Beomgyu mientras su madre se despedía de su amiga

—¿Y si te llevo?

—¡Ay si!—Dijo emocionada

Parecían unas niñas de quince años mientras estaban juntas.

—¡Yeonjun~!

—¿Si mami?—Preguntó el niño desde su cuarto

—¡Llevaremos a Beomgyu y a su mamá a su casa! ¡Baja!

Yeonjun agarró el pcp con el que estaba jugando y bajó de mala gana, estaba más que claro que no quería ir a llevar al Mr. Simpatía a su casa.

Entraron al auto. Las dos madres subieron adelante sentando a los dos niños atrás

Los sentaron al lado del otro y les pusieron los cinturones de seguridad, la mamá de Yeonjun puso en marcha el auto en dirección a la casa de Beomgyu...

—Mami, tengo sed…—Dijo Beomgyu e hizo un leve puchero con sus labios

—No cargo agua encima bebé, ya vamos a llegar a casa

—No hace falta—Dijo rápidamente la otra Señora Choi, abrió un cajón del cual sacó una botella de agua y se la tendió al menor

—Muchas gracias Tía Choi—Dijo y tomó un trago de la bebida.

—¿De cuándo es esa agua?

—Vamos, ¿Cómo puedes desconfiar de mí? No le voy a dar agua pasada a tu hijo—Dijo divertida —Él es como si fuera mi hijo menor.