Lunática Experiencia

Sin Explicación

«No era la Luna, aquella luz extraña en el cielo nocturno...

No era un sueño lo que presencié siete noches seguidas...

No era natural aquel fenómeno cósmico...

Y no estoy sumido en la locura a pesar de que aún dudo de mi cordura...»

-Hace aproximadamente 5 meses que no veo brillar la luna, ni cuando cae la noche, ni cuando las horas se hacen más oscuras, ni cuando está a punto de amanecer. No digo que haya desaparecido; sería imposible y, de ser así, sería un gran desastre para la vida en la Tierra, pues los mares no tendrían control, las noches se volverían más calurosas y posiblemente ocurriría una catástrofe con la estructura y el equilibrio de la Tierra en su rotación y traslación ante el sol (no quisiera imaginar los bruscos movimientos tectónicos causando terremotos y numerosos desastres naturales).

-Aparte, no he escuchado a la gente hablar de este tema entre los chismes de vecinos o en las noticias y redes sociales. Por esa razón, me calmé y simplemente llegué a la conclusión de que los cambios de estación y la ubicación de mi hogar son la causa de este raro acontecimiento, donde no puedo apreciar por las noches el relajante y sereno resplandor de la luna en cada una de sus fases. Además, no soy un 'conspiranoico' que cree en teorías imposibles de comprobar, que solo sirven para causar temor a los niños y hacer sentir superiores intelectualmente a personas que nunca han leído ni analizado un libro de historia, astrofísica, cosmología o cálculo en su vida. Por esa razón, me cuesta procesar y darle sentido o una explicación lógica al extraño, escalofriante y mórbido fenómeno nocturno que, al parecer, solo yo fui capaz de presenciar durante siete noches seguidas.

-Reitero, no quiero ser la persona que está fuera de lugar, que envejece y solo habla de cosas extrañas que vio en su pasado. Siempre las cuenta y las afirma, pero no se detiene a dudar. No, tampoco quiero venderte una historia extravagante de Horror o un 'Creepypasta' de esos que encuentras en internet y que solo sirven para entretenerte y ponerte los nervios de punta. Pero me siento como un lunático arrinconado, susurrando cosas sin sentido dentro de un psiquiátrico. Estoy a las 4:30 de la madrugada escribiendo esta carta, de la cual sigo dudando en terminar por miedo a que alguien, o incluso yo mismo, la lea y piense que estoy sumido en la locura.

-Como especifiqué en las primeras líneas de esta carta, todo comenzó hace siete noches...