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Para el magnate que era BangChan, su casa era exactamente lo que HyunJin esperaba que fuera. Se paró en un lugar y miró a su alrededor como un niño explorando un museo.

—Por aquí, HyunJin -dijo BangChan, subiendo las escaleras con Karina a su lado.

—¿A dónde vamos? -preguntó HyunJin, siguiéndolo con pasos cansados.

Captó la mirada de pánico que Karina lanzó sobre su hombro y se preguntó a qué le tenía tanto miedo.

—Dije que te daría una salida, ¿no? -BangChan suspiró, llevándolo a una puerta que estaba profusamente decorada con enredaderas y flores. 

Era un diseño que HyunJin podía mirar todo el día. Pero BangChan abrió la puerta y HyunJin quedó desconcertado por el interior.

La mayor parte era negra. Cortinas negras y paredes negras que parecían suaves y como cojines. La cama también tenía sábanas negras y HyunJin notó que no tenía cobijas. Extraños instrumentos colgaban de las paredes. HyunJin se tensó cuando se dio cuenta de lo que eran. Solo los había visto en películas y videos porno baratos que descargaba de Internet.

Tragó saliva. 

—Mira, BangChan, tienes una idea equivocada.

BangChan se quitó el abrigo y levantó una ceja. 

—¿Yo? ¿No te molesta que siempre estés tan enojado, HyunJin?

HyunJin negó con la cabeza. 

—No lo estoy -negó- No siempre estoy enojado.

—Mentiras -dijo BangChan, acercándose, HyunJin sintiendo una pizca de miedo recorrer su espalda ante la intensidad de su mirada- Estás tan enojado que irradias de ti, HyunJin. No solo estás enojado con tu madre, estás enojado con el mundo. Estás enojado contigo mismo, ¿no?

HyunJin bajó la mirada y apretó los puños a los costados.

—Tu ira te va a matar, HyunJin -susurró BangChan- Así que mátala primero.

HyunJin volvió a negar con la cabeza. 


—No puedo. Nunca se va. Nunca muere.

—Porque no has encontrado la salida correcta -BangChan la miró con simpatía.

—¿Qué estas sugeriendo? -HyunJin lo miró con curiosidad.

BangChan se lamió el labio inferior antes de dejar que una sonrisa dibujara la comisura de sus labios. 

—Usa a Karina.

—¿Q-qué? -HyunJin frunció el ceño- No, eso es – yo – ¿a qué te refieres?

BangChan tarareó. 

—Es tuya por esta noche. Haz lo que quieras con ella. Considéralo una oferta de amistad de nuestra parte.

—¿Lo que yo quiera? -HyunJin estaba confundido- No sé…

—¿No sabes lo que quieres? -BangChan se rió entre dientes- Piénsalo de esta manera. Karina es una muñeca y puedes jugar con ella como quieras. Jódela, rómpela. Todo depende de tí.

—No -objetó HyunJin- Yo – no puedo.

—Pero a Karina le gustará -suspiró BangChan -¿Verdad, zorrita?

OBSESIÓN ➡️ [HyunJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora