Lo que sigue.

1 6 2
                                    

-Bien... Ya estamos en casa, con todo lo que nos faltaba y con la mente cargada de cosas. No pienso esperar más para saber de tu "maravilloso plan". -dijo resaltando con sarcasmo las últimas dos palabras.

-Vale vale... Primero que nada, lo que viste en nuestro antiguo hogar fue porque pelearon... -las voces en mi cabeza hicieron acto de presencia pero las ignoré enfocándome en explicarle todo a mi compañera.

-Eso ya lo dijiste...la razón, y el bendito plan de los cojones es lo que quiero saber, ahora mismo. -soltó en una órden.

-La razón es... -tomé una respiración profunda antes de decir lo siguiente- que se sienten nuevamente humanos cuando están con nosotras.

Nos quedamos mirando. Ninguna dijo nada. La seriedad en mi expresión se mantuvo mientras ella esbozaba una pequeña sonrisa que luego se convirtió en una carcajada.

-Buena esa. Eres súper buena en las bromas... Ya habla en serio Ashley, por Dios.

-Es en serio.

-Sí, claro. ¿Cómo estás tan segura de eso?

-Porque lo escuché de sus propias bocas. -ella abrió mucho los ojos y yo sonreí con malicia- Jeffrey Woods es bastante comunicativo cuando está ebrio.

-Eso es imposible... Ellos jamás te dirían nada.

-A mí no... Pero a su hermano o a su compañero de "cacería" sí. -afirmé- Los escuché hablando en la madrugada antes de que se fueran. Hablaban de que les recordábamos a alguien y les hacía sentir como si nunca hubiera pasado nada y fueran personas normales. Supongo que se referían a su locura o sus homicidios.

-Tiene sentido. Seguramente por eso no nos destriparon apenas nos vieron. Lo que no entiendo es por qué los otros no nos tocaron hasta ahora si solo Jeff y Liu se sienten así.

-Supongo que les amenazaron o llegaron a un acuerdo. Aunque es un poco tonto considerando su naturaleza psicópata.

-Sí, tienes razón. Cambiando de tema... El plan.

-Bien. -tomé una respiración profunda fijando mis ojos en ella- Presta mucha atención. Debemos hacer todos los pasos correctamente o la jugada se podría volver en nuestra contra. -ella asintió- Escucha...

Le comuniqué el plan resaltando los puntos más importantes. Como era de esperarse aportó algunas ideas para mejorarlo. Preparamos lo necesario y fuimos a dormir con una sola idea en la cabeza... Nuestra venganza...

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Ya era de noche nuevamente. Una vez en el auto procuré mantener el plan en mi cabeza. No era difícil si lo veías bien...era jodidamente complicado, pero era la única forma. Inconscientemente mantenía mi pie en el acelerador e iba más rápido de lo que debía.

-¡Ashley, frena un poco pedazo de imbécil!

Reaccioné dejando de acelerar. Una disculpa salió de mis labios y me enfoqué en en el asfalto por el que avanzabamos. Unos 40 minutos después transitabamos las calles del pueblo. Aparcamos frente a nuestro antiguo hogar...aunque no sé si podría llamarlo así con tan poco tiempo que pasé ahí. Nos miramos y le asentí con una ligera sonrisa, dándole fuerza. Correspondió a mis acciones y le pasé una máscara con forma de zorro, sacando otra para mí. Entramos al sitio ahora abandonado y cambiamos nuestro atuendo, poniéndonos nuestras respectivas máscaras después. Escondiendo armas blancas en lugares estratégicos para defendernos, salimos a la fría noche. Densas y oscuras nubes nos recibieron una vez afuera. Según las noticias llovería esta noche, lo cual haría más fácil el "trabajo" de los chicos y más complicado el nuestro. Haciendo el menor ruido posible nos encaminamos sigilosamente por la oscuridad en busca de nuestro objetivo. La profunda oscuridad de la noche, acompañada de nuestra ropa negra, nos hacía menos visibles, pero aún así nos manteníamos ocultas entre las casas. Miré la hora en mi reloj de mano... 1:22 AM... Debíamos mantenernos alertas a cualquier movimiento, sonido u olor que percibieramos. Esperamos...

Y esperamos...

Y seguimos esperando...

Después de unos minutos que parecieron una eternidad, divisamos cuatro siluetas provenientes de la espesura del bosque...

Eran ellos...

Con un mayor sigilo y velocidad se dispersaron hacia distintas direcciones ocultándose en distintos puntos. Cualquiera pensaría que atacarían varias casas a la vez, pero no era así, lo había confirmado. Tras mi investigación y múltiples interrogatorios fingiendo ser una periodista a los pueblerinos, descubrí que solo atacaban familias de varios miembros, o sea, atacaban juntos desde distintos puntos del hogar y cada uno tenía su propia víctima. Sinceramente no era un mal plan, en caso de que alguien alertara a las autoridades era mejor huir en grupo haciendo estrategias que hacerlo solo, aunque también tenía sus desventajas. Basada en eso, me pregunté: "¿Qué pasaría si aunque crearan un plan de escape, alguien les impidiera cumplirlo? " De ahí surgió mi idea para este plan. Seguimos mirando. Dos de ellos se perdieron de nuestro campo de visión. Seguimos mirando a los que se escurrían por la hilera de casas que estaba frente a la que nos escondía. Momentos después tuvimos que agacharnos para que no nos descubrieran, porque los dos que faltaban, que reconocí como Toby y Jack, pasaron cerca. Con una desconocida elasticidad, velocidad y equilibrio, Toby saltaba de techo en techo sin vacilar ni un segundo. Pasó por sobre nosotras sin repararar en nuestra presencia. Momentos después Jack pasaba caminando por detrás de los hogares de quienes vivían en este pueblo maldito. Caminaba con ambas manos ocultas en sus bolsillos y se detuvo un momento, justo en medio del espacio que separaba ambas casas, justo donde nosotras nos manteníamos vigilantes. Mi compañera no se percató de esto ya que ella se encargaba de observar a los hermanos, que avanzaban del otro lado de la calle. El susodicho enmascarado volteó la cabeza hacia nuestra posición agachada. Cerré los ojos fuertemente, rezando porque no nos viera. Acercando una mano a una navaja que tenía amarrada en mi pierna derecha, escuché sus pasos, aparentemente acercándose a nuestra ubicación. Abrí ligeramente mis ojos y ya no estaba. Toqué ligeramente el hombro de Abby, señalándole por donde se había ido Jack, y con solo mencionar su nombre se levantó y le seguimos. A una distancia prudente, ocultas en la oscuridad, y avanzando más atrás que Jeff y Liu (a los que aún seguíamos vigilando por precaución), les vimos entrar en una amplia casa. Claramente no vivían dos o tres personas aquí, la casa era lo suficientemente amplia como para albergar 10 o 15 personas. Salimos a la acera... De forma inexplicable, el bombillo que iluminaba la carretera frente al hogar estaba apagado, probablemente fundido o inexistente ya. Miré alrededor sin motivo, y me detuve en la puerta de entrada. Un estampado antiguo se notaba en la puerta ligeramente abierta de la gran casa. Escuché a la chica a mi lado hacer una llamada lo más bajo que su voz podía permitirle. Este pueblo era tan pequeño que ni siquiera tenía una estación de policía, y la más cercana estaba a 5 km de distancia. Mientras las patrullas se preparan para venir a inspeccionar las "raras figuras que rondaban las casas" nos daría tiempo suficiente para escabullirnos, y de algún modo entretener, o herir a los malditos mentirosos que ahora se encontraban haciendo su habitual tarea nocturna. Una vez finalizada la llamada avancé sin dudar hacia la entrada. A mi parecer, el aire se volvió más frío y la oscuridad que nos rodeaba mucho más densa y tenebrosa. Pude escuchar las ligeras pisadas de mi amiga detrás de mí, y con cuidado apoyé la palma en la puerta. Estaba helada al contacto y eso me daba muy mala espina. Abrí con cuidado...

Dos siluetas...

Una en el suelo...

Otra encorvada sobre esta...

Una mancha oscura en el piso de madera...

Un cuchillo brillante en la mano derecha...

Una expresión muerta de puro terror...

Unos ojos sin párpados ni sentimientos...

Una víctima y un asesino...

Entonces, otra víctima cayó al suelo...

Muerte o reto - Historia Corta (Editada ✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora