Capítulo especial (narra Liu)

5 8 1
                                    

Todos dormían. Jeff roncaba ligeramente, la otra chica que había en la casa estaba hecha un enredo con la manta, y Ashley...bueno ella dormía como un ángel. Después de tratar en vano de dormir durante horas fui a su habitación para ver si aún se mantenía despierta, o si ya la había vencido el sueño...y una vez allí no pude resistirme. Dormía tan plácidamente como un niño pequeño y frágil. Me acerqué a su cama y me arrodillé frente a ella. Contemplé su rostro durante un buen tiempo, detallando cada minúsculo detalle de su perfil. Realmente es muy parecida...

"-Liu... "-escuché su alegre voz llamarme y me estremeció una vez más.

" No... Ya ella está muerta... No debo confundirme... "

"-¿Por qué eres así?" -esta vez la ví al fondo de la habitación, mirándome, ligeramente molesta, con los brazos cruzados.

-Susan... -un susurro salió de mi garganta con la voz entrecortada.

Ella negó y me sonrió tristemente. Entonces noté lágrimas en sus ojos vidriosos. Me levanté rápidamente y ella alzó las manos para detenerme mientras una lágrima bajaba por su mejilla.

"-No puedo volver...pero sé...que estarás bien... "-susurró mirando a Ash y yo hice lo mismo, hasta que volvió a hablar- " Cuídala...y vive con ella lo que no pudiste conmigo... Vive...por ella y por mí"

-Espera... Sus... -me moví de mi sitio tratando de alcanzarle.

"-Adiós Liu" -un momento después desapareció por completo.

Me quedé paralizado con los ojos fijos en el sitio donde había estado segundos antes. Mis ojos se inundaron al instante sin poder evitarlo.

-¡¿Liu...?! ¿Qué haces en mi habitación?

Ashley se había despertado en el momento menos oportuno. Restregaba sus ojos bostezando ligeramente, exactamente como lo hacía ella... Oh mierda, no...por favor no. Me miró y se quedó tieza por un momento. Pude notar como sus ojos se adaptaban a la oscuridad y luego me miraba asustada y confundida. No pude más...a pesar de ser personas distintas...a pesar de saber que no eran la misma persona...eran tan parecidas. Mi cuerpo cedió ante la desesperación, y caí al suelo de rodillas, llorando con fuerza. Recuerdos de mi vida llegaron a mí en un segundo...recuerdos que deberían estar más que enterrados. Pude escucharla bajar de su cama rápidamente y casi correr a donde estaba yo.

-Oye... ¿Qué tienes? ¡¡HEY!!

Se le notaba confundida y muy sorprendida. No sabía cómo actuar ante esto...ni ella ni yo. Yo solo seguía inmóvil sin parar de llorar, ni mirarle. Sabía que si lo hacía sería más difícil.

-¿¡Liu que mierda tienes!? Venga... ¡¡Responde joder!!

Entonces sí que no pude evitarlo. Su voz se escuchaba entrecortada, y cuando la miré noté que también estaba llorando, asustada por como yo estaba.

-Oye... ¿Qué tienes? ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás llorando...? Venga responde... No me hagas esto...

Me quedé atónito sin saber que hacer o decir, mientras las lágrimas surcaban nuestros rostros.

-Por favor Liu... Responde.

No pude más con esto. Tomé su rostro entre mis manos suavemente limpiando sus lágrimas con ternura. Fuese como fuese no me iba a doblegar por esto... Susan ya está muerta y lo tengo que aceptar, ahora mi corazón...pertenece a Ashley.

Le di una pequeña sonrisa tranquilizadora, sin poder detener las lágrimas que aún caían, mientras ella me miraba preocupada. Ella seguía llorando conmigo, por lo que la abracé.

-¿Por qué no me dices que tienes? -me abrazó fuertemente.

-No es nada... Tranquila... -acaricié lentamente su cabello con suavidad calmándola.

-Sí tienes algo...pero no quieres decirme...no quieres confiar en mí.

Sus palabras dolieron...y mucho. Una vez más sequé sus lágrimas y la obligué a mirarme.

- No es eso Ash... Sí confío en tí.

-¿Entonces por qué no quieres decirme? - suspiré.

- Te lo diré... Pero no aquí... No ahora... No así...

Me levanté y le tendí mi mano. Tardó un momento en tomarla. La levanté con cuidado y se secó las pocas lágrimas que quedaban en su cara.

-¿Quieres ir a algún otro lado?

-¿Podemos ir al lago?

La verdad me sorprendió que quisiera ir allí a estas horas de la noche...o madrugada. Simplemente accedí y salimos con cuidado, aunque no entiendo por qué deberíamos tenerlo. Más bien deberían tener cuidado de nosotros, o mejor dicho, de mí. Apenas salimos, una ola de calor penetró mis huesos. No me había dado cuenta que hacia tanto calor. Pasamos un buen rato caminando hasta llegar al sitio acordado. La luna hacía maravillosos reflejos en el agua, y la ligera brisa le daba un aire misterioso y místico. Automáticamente tomé asiento en unas rocas que habían esparcidas por todo el sitio. Ella seguía parada a pocos metros, de espaldas a mí.

-¿Planeas quedarte ahí parada?

No hubo respuesta. Ladeé un poco la cabeza con duda y sus manos se movieron quitando la parte superior de su pijama.

-¡¿Oye... Qué haces?!

Miré hacia cualquier otro sitio para no verle, y a la vez para ceciorarme de que estábamos totalmente solos... Algo muy tonto de mi parte, ya que a esta hora todos estaban dormidos. Solo reaccioné cuando escuche el chapoteo del agua. Aun seguía de espaldas a mí, solo que ahora su ropa estaba frente a mí y ella estaba en el agua. La última vez que estuvo ahí casi moría ahogada, así que no tuve más opción que entrar también después de quedar en ropa interior al igual que ella. Me puse a sus espaldas, tenía la cabeza gacha y una vez más estaba llorando en silencio. Un suspiro salió de mi boca y la volteé abrazándola. Comenzó a temblar ante este acto, y con la cabeza en mi pecho pasó sus brazos por mi espalda, ocultando su rostro.

-Dímelo... -rogó.

Otro suspiro salió de mi boca. La aparte un poco de mí y tomándole del mentón le obligué a mirarme.

-Te amo.

Sus lágrimas cesaron al momento. Su rostro incrédulo y sus ojos brillantes hicieron que las deseara más. Suavemente la besé, juntando nuestros labios y lenguas, haciendo la noche nuestra.

Muerte o reto - Historia Corta (Editada ✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora