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La luna llena se acercaba y Harry estaba cada vez más nervioso por lo que debía decirle a Neville, Hermione, Fred y George. El quinteto había sido inseparable, pero a veces Ron estaba con ellos y cada vez que Harry tomaba la decisión de decírselo a sus cuatro mejores amigos aparecía el pelirrojo y el de ojos verdes tenía que esperar, no quería que Ronald se enterara.

Finalmente tuvo un rato libre del pelirrojo y lo pudo decir. Ninguno lo rechazó para su sorpresa. Fred y George dijeron que le iban a acompañar en su transformación, y Neville dijo que por qué no hacerse animago para cabrear un poquito a Dumbo... Es decir, a Dumbledore y de paso a Ron.

Hermione estaba algo reacia a convertirse en animaga, pero los gemelos la lograron convencer y pronto los dos bromistas del grupo empezaron a preparar la poción, aunque Herms y Nev no estarían en aquella luna llena sí podrían estar para la siguiente.

Dos días antes de la noche decisiva Harry notó que James se parecía desperezar en su interior, agudizando un poco más sus sentidos ya bastante desarrollados. Aquello se confirmó cuando Ron llegó hacia ellos y el gruñido hostil casi salió de la boca de Harry, mientras su lobo intentaba salir a la superficie alargando sus uñas y colmillos. Menos mal que los gemelos llegaron y apartaron al pelirrojo menor de Harry, diciendo que estaba de muy mal humor y que la mirada en sus ojos se parecía a la de Voldemort, que tal vez "Voldiblue lo había logrado poseer desde la distancia" y que "solo la sangre lo aplacaría", cosa algo cierta.

Harry notó cómo sus respiraciones eran algo más lentas y cómo James gemía de frustración al no captar nada diferente en los olores que lo rodeaban.

Al llegar la luna llena, Harry pidió permiso a la enfermera Pomfrey para salir, diciendo que se había encontrado con un hombre lobo en verano y que este lo había mordido. Ella se apresuró a asentir, llevándolo hasta el bosque y adentrándose profundamente en él antes de volver al castillo presurosamente. Rebuscando en sus bolsillos, Harry se tomó los supresores para el celo, antes de quitarse la ropa y quedarse en espera hasta la salida de la luna.

Un aullido triunfante salió del lobo negro una vez terminada la transformación. Harry olió a unos zorros blancos con orejas negras y se abalanzó sobre ellos para jugar. Los tres estuvieron persiguiéndose por un rato hasta que se cansaron y simplemente fueron a dormir, acurrucados juntos cerca de un árbol que les proporcionó refugio. No obstante el lobo azabache no pudo dormir. Anhelaba a su pareja, pero no la podía oler desde allí. Lanzó un pequeño y lastimero gemido y se acurrucó, tratando de que el sueño llegara por fin. Se levantó tras una hora de dar vueltas y corrió por el bosque, rastreando los diferentes olores de la naturaleza y buscando a su compañero entre ellos, sin éxito.

Cuando el sol salió, el lobo negro volvió con los gemelos con las orejas caídas y la cola ondeando sin fuerza detrás de él, y volvió al castillo.

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El curso pasó sin incidentes, salvo algunos conflictos entre James y Ron. El lobo dejaba asomar sus colmillos cada vez que estaba transformado en el regazo de Hermione. Ella siempre trataba de calmarlo acariciando sus orejas y su cabeza, cosa que a veces funcionaba, salvo cuando la luna llena estaba próxima o acababa de suceder.

Harry, por otra parte, había empezado a ignorar a Ron cuando este le sugería una partida de ajedrez y esta situación solo se acrecentó cuando gracias a Ron Peter Petigrew había logrado escapar gracias a que Ron se ofreció a encadenarse a él y a Remus cuando era luna llena. Por supuesto, Harry había tratado de seguir el olor de la rata asquerosa cuando se transformó sin éxito, y tuvo que liberar a Sirius y Buckbeak con el giratiempo de Hermione gracias a la cabra y sus ideas.

Finalmente llegó el verano y Harry estaba dispuesto a llegar a la posada de Mariam Reed de nuevo para quedarse allí el resto del verano, de no ser por Dumby de nuevo, quien fue a la estación y se aseguró personalmente de que Harry llegaba a donde sus tíos.

No obstante cuando llegó allí lo recibió una escena bastante satisfactoria. Harry pudo percibir el olor de una furia, la cual se hallaba delante de sus tíos, con sus alas extendidas y su látigo llameante alrededor de sus cuellos. Los gritos de sus tíos eran algo hermoso para sus oídos.

Harry iba a animarlas a proseguir con su tortura colocando algo de su magia en sus látigos, pero de pronto escuchó una voz femenina riéndose y desapareció del lugar, acompañado de un remolino de tierra, mientras a su mente llegaba la imagen de una mujer muy hermosa, compuesta de diferentes tipos de tierra, con los ojos entreabiertos y hablando con una voz soñolienta: "sacrificios... Sacrificios de la gente que aún me rinde homenaje... Qué honor... Recibirán su recompensa".

THE BLIND HERO OF THE WIZARDING WORLDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora