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Barranquilla y Medellín corrían lo más que su cuerpo y piernas les permitían, gritaban tanto que de seguro se quedarían sin voz.

La mayoría de los que estaban en esa casa, salían a ver lo que pasaba, uno de ellos fue Bogotá, que al ver el alboroto, trato de detener a Colombia.

Mientras Bogotá trataba de tranquilizar a Colombia, Barranquilla y Medellín se escabuyeron hasta la cocina y se escondieron en unos cajones de la repisa.

Después de pasados unos minutos, Medellín se dio cuenta de que era un buen para desmayarse y así lo hizo.

Barranquilla trato de acomodarlo, pero en ese instante, se escucharon unos pasos.

Se quedó quieto, tanto así que casi deja de respirar, con una mínima esperanza de que fuera Bogotá y no su padre, en algún momento ya no había ruido.

Soltó un suspiro.



— Con que aquí era donde se escondían, eh?

— Por favor, ten compasión

— La tendré, cuando les de sus buenas palmadas y vuelvan a organizar esa mierda de cuarto, ¿me entendió?

— Si señor

— Por cierto, que le paso a Medellín

— ¿Que no es obvio o es que esta ciego?

— ...

— No, espera, ESPERA, PERDOOOOOOOOON!!!

Terminado de reprender a esos dos, miro las grietas y arreglaron su cuarto.
Ya era de noche, y lo único que le faltaba era poder dormir, aunque no fuera tan tarde tenía que tratar de dormir para despertar temprano en la mañana, tenía que asistir a la reunión y no podía permitirse llegar tarde.

La alarma empezó a sonar, la apagó y fue directo al baño, no sin antes tomar una toalla y ropa.

Salió del baño ya vestido, bajo y empezó a preparar el desayuno, huevos revueltos con salchicha, pan y chocolate.

Empezó a comer y cuando terminó, cogió su maleta y dejó una nota en la sala sobre su reunión con la ONU.

Salió y tomo un taxi, sabía que se iba a demorar en llegar al aeropuerto, decidió tratar de dormir aunque sea un poco, pero no lo logro, los pensamientos de lo que podría suceder en la reunión le atormentaban, no quería que las miradas desaprobatorias de otros países le agobiaran.

— Disculpe, ya llegamos

— Mm? Ah! Si perdóneme ¿cuanto es?

— Son -----

— Vale— reviso en su maleta y saco el dinero— tome— dijo extendiendo un par de billetes— muchas gracias

— No hay de que, que tenga un buen viaje— seguido, Colombia bajo y alzó los brazos— que dolor de espalda— dijo, colocando su brazos en la zona

Entro al aeropuerto e hizo la fila para poder hacer que le guardarán la maleta en el avión, después de lograr aquello, fue y se sentó, esperando al llamado de que ya podía abordar el avión.

Paso un tiempo determinado en el llamado apareció y fue directo a presentar su tiquete para poder al final, solo esperar a llegar a Estados Unidos.
Cerro sus ojos y callo en los encantos del mundo de los sueños.

Después de unas cuantas horas, finalmente el avión aterrizó y lo primero que hizo fue fijarse en la hora, eran las 9:20 aun faltaba tiempo, podría llegar a la hora estimada.

Fue a recoger su maleta y a esperar un taxi para poder llegar al lugar de la reunión.

Llegó uno y se montó, pasado los minutos llego a su destino final, su miedo iba en crecimiento, dio un paso hacia adentro y…

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