Kiki

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Llegando a la casa de acuario había olvidado lo frío que es este lugar, siempre parece como si no hubiese nadie viviendo aquí pero a la vez es un lugar muy pacífico y la brisa del lugar es diferente a todas.
Apenas entramos nos hicimos notar y sentimos la presencia del caballero de acuario en la cocina. Al entrar realmente fue una grata sorpresa, estaba sin su armadura preparando una tarta muy tranquilo, da gusto verlo así.

Camus: caballeros, pequeño, que los trae por acá?
Kiki: hola señor camus, tienen caramelos?!?!
Shaka/Mu: Kiki por favor por modales!
Camus: no se preocupen. Si tengo pero solo uno y me dejas hablar con los caballeros, está bien?
Kiki: si señor!!
Mu: le hizo caso es increíble, hasta se sentó
Shaka: puede ser de utilidad no?
Camus: sucede algo?
Mu: mira camus lamento pedirte este favor pero el patriarca me pidió ir a Jamir por dos semanas y no tengo con quien dejar a Kiki, podrías cuidarlo en mi ausencia?
Camus: por supuesto, el podría ayudarme en mis tareas y yo en las suyas, verdad Kiki?
Kiki: si señor y podríamos ir al pueblo?!
Camus: siempre y cuando te portes bien.
Kiki: si si me porto bien se lo prometo!!!
Mu: bueno entonces me quedo más tranquilo. Te debo un gran favor camus.

A la segunda semana de volver de Jamir estaba seguro que iba a estar todo bien pero seguía con mis dudas por lo inquieto que es Kiki, espero que camus no esté molesto ni nada, porque se que es un caballero con cierto carácter y Kiki de un torbellino.
Llegando a mi templo, noté demasiada tranquilidad, estaba todo limpio y ordenado, hasta un jarrón con flores en la enterada, se nota que este caballero es alguien muy meticuloso. Llegando a la entrada de la  cocina escuché murmullos y note sus voces hablaban de mi, eso me sorprendió a así que me tomé el atrevimiento de escuchar

una cucharada de tu propio venenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora