𝑨𝒍𝒎𝒂𝒔 𝑮𝒆𝒎𝒆𝒍𝒂𝒔 (𝑬𝒍 𝑯𝒊𝒍𝒐 𝑹𝒐𝒋𝒐)

Cap 7 (Agradecimiento)

El príncipe Bakugou veía a sus dos compañeros bailando alegremente, tenía una sonrisa no muy notoria, le agradaba ver a sus amigos así de felices.

(No entiendo que le ven a bailar, solo hace que los pies te duelan y que te pisen, aunque se ven felices)

Solto un suspiro cansado, sus brazos estaban cruzados mientras se recortaba en la pared.

–¿Kacchan? -Escucho una voz muy molesta venir desde la multitud de gente bailando, una cabellera verde se fue acercando hasta estar al frente del joven.

–Deku -Dijo sin ganas, al contrario se le veía con una gran sonrisa en su rostro y abrazo a su amigo de la niñez por impulso, este solo se dejó abrazar pero sin corresponder a este.

–Como has estado Kacchan, hace años que no te veía, has crecido mucho, te has puesto más guapo y he escuchado que eres el más fuerte de tu reino eso es genial -Dijo de forma rápido pero entendible el peli verde mientras se separaba del peli cenizo.

–Tks, como molestas -Rodo con los ojos con fastidio.

–Tu sigues igual solo has crecido un poco y tu cuerpo se ve desde lejos mucho más formado, ¿así que por fin te decidiste a entrenar?

–Que malo Kacchan pero si tienes razón, he entrenado mucho, ¡quiero llegar a un gran sucesor para mi reino al igual que lo eres tú! -En sus ojos esmeralda se veía el entusiasmo.

–Ja, no creo que lo logres pero suerte nerd -Mostro una sonrisa, así no lo dijese estaba feliz a uno de los pocos que nunca lo molestó.

–Kacchan ahora vengo tenía que buscarle algo a mi madre -El pecoso salió corriendo perdiéndose de la vida del chico.

Una castaña estaba tomando un poco de vino mientras jalaba el final de la fiesta lo cual no llegaría por ahora.

–Ahí belleza quieres bailar conmigo -Alzo ña mirada encontrándose con un chico cabello negro y una sonrisa algo arrogante.

–No gracias -Respondio de forma cortante, el chico se agachó un poco quedando frente a frente con la joven.

–Vamos, así puedo conocer mejor a esta hermosura.

–Dije que no -Intentaba sonar lo más calmada posible pero este chico la enojaba.

–Ja, cariño este baile puede ayudar mucho a tu pueblo todo pobre ton -Esta al escuchar lo anteriormente dicho por el joven lo vio a los ojos mientras Francia el seño.

–¡Dije que no, ¿o es que estás sordo?! -Se levantó de apartándose del chico pero este la detuvo sosteniendo la de la muñeca con un poco de fuerza.

–¡Tu reino nunca ganará y tu como una estupida princesa solo lo podrás ayudar con una boda ya que tu solo sirves para eso! -Todos veían el escándalo hecho por ellos, no se hicieron esperar los murmullos, muchos de ellos eran afirmando lo dicho, la joven al ver esto solo pudo bajar la mirada, tal ves ellos tenían razón, tal ves ella solo podría ayudar a sus padres.

–No te han enseñado que a las mujeres se les respeta imbecil -Sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz de al parecer otro chico alzo la mirada encontrándose con un joven peli ceniza que tenia puesta su mano en el hombro del príncipe.

–Tu no te metas -Apreto con más fuerza la muñeca de la princesa haciéndola soltar un quejido, el peli ceniza al ver esto agarra la mano del príncipe apartando la de la muñeca de la chica, la castaña quedó algo asombrada, este chico la había ayudado aún sin conocerlo.

–O te alejas de ella, o te parto tu cara de niño bonito -Lo sostuvo de la camisa.

–Tks, tu no te atrevas a tocarme, maldito Bakugou, que te recuerdo que eres inferior a mi -Con una sonrisa burlona se soltó del agarre.

(¿Bakugou? Este es el príncipe Bakugou Katsuki, había escuchado que era un patán, mientras quería pasar por encima de todos, también escuché lo que era un príncipe de sangre sucia pero nunca entendí porque)

–Ja inferior a ti, no me hagas reír -Su ceño cada ves se veía más fruncido y tenía sus manos cerradas.

–Sabes que, esta chica no vale la pena había muchas más lindas y que si sirven más ‐La castaña sentía sus ojos arder, quería llorar pero no lo iba hacer enfrente de toda la multitud.

Un golpe se escuchó por toda la sala de vals, la castaña algo la mirada encontrándose con el anterior príncipe recostado en la pared y al príncipe Bakugou con el puño puesto serca de la cara del contrario, en la pared había quedado un pequeño oyo, todos al ver esto solo pudieron callar los murmullos.

–Ninga mujer es una inútil, todas son fuertes y merecen respeto y si eso no te lo enseñaron tú familia yo te lo puedo enseñar a las malas -En sus ojos se podía ver un brillo inexplicable.

–Bien, pero tu enseñarme algo, tu solo eres un sangre sucia y todos lo saben, tu madre era maldita pueblerina la cual tuvo un romance con el rey y al tenerte te dejo abandonado, ni ella te quiso -Todo estuvo en silencio, ese brillo el cual la princesa había visto hace poco, se había esfumado, en sus ojos solo se veía tristeza una tristeza la cual intentaba ocultar a toda costa, un golpe sonó por toda la sala todos los ahí voltearon a donde se había escuchado viendo a un pelirrojo y una peli negra los acompañantes del peli cenizo su ceño estaba más que fruncido se acercaban al que anteriormente se había burlado de su amigo.