PRÓLOGO

277 45 20
                                    


◄►


Apreté impotente mi portafolio mientras veía como el ascensor marcaba lentamente la numeración de los pisos del lugar hasta llegar al que yo me encontraba, aun sintiendo como la opresión de mi pecho me mataba lentamente quería aparentar calma, no por mí sino por quienes dependían emocionalmente de mí en estos momentos.

Aun distraído, cuando las puertas se abrieron, la voz que aún tenía el poder de estremecerme me saco de mis más profundos y deprimentes pensamientos.

- ¿Wook? – alce mi rostro para ver aquellos agotados ojos negros de los que un día me había enamorado.

- ¡Oh! Yesung... - apenas pude hablarle, hace un mes nuestro único medio de comunicación había sido nuestros abogados.

Lo extrañaba tanto, << ¿Acaso era alguna señal del destino juntarnos un día antes de presentarnos al juzgado?>>

- S-si deseas – dio unos pasos torpemente hacia la salida – Puedes tomar este ascensor, yo puedo esperar el siguiente, no quiero incomodarte con mi presencia – negué enseguida, impidiéndole el paso

- Eres el papá de Haru – sonreí débilmente – Y aún mi esposo – le di la espalda - ¿Cómo podrías incomodarme? – no obtuve respuesta, el silencio gobernó en esa pequeña caja de metal que tenía que llevarnos de un doceavo piso al subterráneo.

Era mi oportunidad; la oportunidad que estaba esperando desde hace 1 semana para decirle este secreto que me estaba carcomiendo por dentro, solo por guardármelo, aquello que habíamos esperado ilusionados por años pero que siempre posponíamos, por fin se había hecho realidad solo que en las peores circunstancias de nuestras vidas.

- Yesun-nie y-yo ... - gire a verlo, pero se adelantó hablar desde la esquina que estaba.

- Mañana a esta hora estaremos oficialmente divorciados – miraba su reloj perdido - Mañana nuestra historia de amor habrá acabo – apreté mis ojos para no volver a llorar.

- ¿Cómo puedes decir eso con tanta facilidad? – mi voz era suave a diferencia de las discusiones pasadas donde los gritos no faltaban - ¿Cómo puedes decir que nuestro amor se acabó si dentro de mi crece con fuerza otro fruto de lo que realmente sentimos el uno por el otro? – sus pequeños ojos rasgados se abrieron notablemente, sosteniéndose de la barandilla del ascensor para no tambalearse – Tengo 3 semanas de gestación Jongwoon – sentía como mis piernas temblaban ante la mirada penetrante que daba.

El silencio nos acompañó, mi corazón palpitaba fuertemente mientras las náuseas que había logrado controlar hace unas horas, volvían aparecer mientras el solo observaba mi aun vientre plano, seguramente pensando que ese pequeño que tanto deseábamos engendrar por años, no era de él.

Recibiendo de su parte una respuesta fue totalmente inesperada.

Una carcajada.

- ¿Jongwoon? – desvió su mirada haciendo que pudiera ver como sus ojos brillaban emocionados y mordía sus labios en medio de una tierna sonrisa – ¿Puedo saber cuál es el chiste? – entonces volvió a mirarme para liberar nuevamente su risa ahogada.

- ¿Por qué siempre hacemos bebés en momentos tan dramáticos? – me cuestiono entre risa, haciendo que me cuestionara si realmente divorciarnos era la solución.

- Enserio – trague nervioso - ¿Estas emocionado? – entonces paro de sonreír para examinarme.

- ¡Claro sí! – contesto seguro - ¿Por qué no estaría emocionado de volver a ser papá del hombre que amo? – mis ojos no evitaron llenarse de lágrimas.

- ¿Amas? ¡Ja! Lo más probable es que te esté mintiendo en estos momentos, para quererte chantar un hijo de otro – no había querido decirlo, simplemente de mi salían aquellas palabras llenas del resentimiento que no podía superar.

Su expresión volvió a ser seria, pero no fría, nuestros ojos no podían separarse del uno del otro, haciendo que las "mariposas" que vivían en mí, gracias al amor que sentía por él, revolotearan como la primera vez que me dijo que le gustaba.

Creando que mis nauseas fueran aún más evidentes.

- No te estas sintiendo bien – quizás acercarse apenas vio como llevaba la mano a la boca, pero antepuse una de mis manos entre nosotros, ante la defensiva que sentía– Ryeowook, no me voy a sobrepasar contigo – hablo suave – Solo quiero cumplirte con lo que nunca pude hacer los primeros cuatro meses de vida de Haru – tomo mi portafolio y la chamarra que me estaba sofocando – Vamos – ofreció su brazo a la par que las puertas del ascensor se abrieron – Te acompaño hasta tu auto, me sonrió débilmente.

Conmovido acepte su acogedor brazo, podía sentir ese calor suave que emanaba su cuerpo, haciéndome sentir por primera vez desde que me entere de mi embarazo, seguro y apoyado.

Caminamos en silencio hasta mi auto, separándose de mi para abrirme la puerta del piloto e ir al malero a guardar mis cosas, mientras yo me acomodaba en el asiento.

- Toma – antes de que cerrara la puerta me hablo buscando algo en sus pantalones – Son mentas – me abrió una de las que me ofrecía – Te quitaran las náuseas mientras conduces – me sonrió – S-sé que- tartamudeo viendo hacia el piso – Sé que no debería pedirte esto, pero ...- suspiro - ¿Cuándo llegues a casa puedo comunicármelo? – me miro – Es que no estaré tranquilo hasta que sepas que llegaste a salvo.

Asentí

- Lo haré – conteste tomando nuevamente la puerta para cerrarla, pero lo volvió impedir - ¿Yesung? – agarro fuertemente con una mano la puerta mientras la otra reposaba en el carro.

- Quiero que sepas sin importar lo que vaya a pasar mañana – sus ojos se llenaron de lágrimas mientras su voz se quebraba – Que amo Haru, te amo a ti y por supuesto amo desde ya a ese pequeño ser que está creciendo dentro de ti – baje mi mirada, pero el tomo mi mentón – Sé que es difícil que me creas después lo que hemos estado pasando hace meses, pero no miento al decir que, si el bebé hubiera llegado antes, no hubiera dudado ni un segundo que es mío – mis lágrimas rodaron – Tienes toda la razón y motivos de estar enojado, ofendido y dolido conmigo, te falle, te lastima y cometí el error más grande que fue desconfiar en ti – seco mi lagrima – Mi mejor amigo – trago fuertemente – Tire abajo todos estos años juntos por unos estúpidos celos y te aleje – tiro amorosamente mis cabellos rubios hacia atrás – Aprendí de este error de la peor forma que existe, que es perdiéndote pero aunque desde mañana ya no serás " mi esposo" quiero que sepas que siempre serás, el amor de mi vida - sin permiso alguno beso mi frente en medio de sus lágrimas – Maneja con cuidado – fue lo último que me dijo para cerrar la puerta y comenzar a caminar hasta su auto.

Me saque el cinturón de seguridad desesperado, para ir tras él, pero mi celular sonó de repente, viendo como Kangin me llamaba.

- Appa Kang, no puedo hablar ahora.... – pero él se adelantó hablar desesperado - ¡¿Q-qué?! – grite alterado.

Baje rápidamente del carro, corriendo tras la dirección que Jongwoon había tomado, sintiendo como la vida se me estaba llendo en unos segundos, logrando alcanzarlo entre angustia y lágrimas.

- ¡Woonie! – grite haciendo que el gire ante mi llamado corriendo hacia mí.

- ¡No corras! – me tomo en sus brazos enseguida al desplomarme asustado - ¿Ryeowook que sucede? – me abrazo protectoramente.

- T-tu pa- pa – no podía controlarme, el pánico era real.

- ¡Por el amor de Dios! – tomo mis manos heladas que se aferraban a su camisa - ¡Amor háblame!

- ¡Haru desapareció! – grite entre lágrimas.

- ¿Qué? – su voz apenas salió – Wookie cálmate, eso es imposible – trato aun de mantener la calma – Haru esta con mis padres – negué enseñándole la llamada de Kangin.

- Haru se escapó y no encuentran rastros de ella – la mandíbula de Yesung se puso rígida mientras trataba de que su desesperación no lo controle, haciendo que un rápido movimiento me alzara entre sus brazos y me llevara a su auto.

- ¡Llama a los chicos! – me pidió - ¡Vamos a buscar a nuestra hija!

Bebé En Fuga (YEWOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora