The Vanishing Cabinet Of Time

Capítulo 19 Secretos revelados, parte 1

Nota del autor: este capítulo comienza un poco antes de que terminara el último.

Albus Dumbledore, director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, estaba sentado en su magnífico escritorio en su oficina, leyendo el correo matutino. Le complació ver que no había aulladores esta mañana. Desde que la maldita Amelia Bones presentó cargos contra él, cargos que actualmente eran discutibles gracias al perdón que le había dado Cornelius Fudge, había esperado recibir varios Howlers de varios ciudadanos del mundo mágico de Gran Bretaña indignados con él por varias razones.

Pero, afortunadamente, debido al perdón, no había recibido más Aulladores de lo habitual. El 'habitual' al que estaba acostumbrado. Estas eran solo las diversas peroratas y burlas que había recibido durante sus muchos años de aquellos que desaprobaban las cosas que hacía. Había pasado mucho tiempo desde que sintió alguna reacción negativa a nada de eso. Afortunadamente, nadie parecía haberse enterado de ninguno de sus recelos que Amelia Bones había descubierto.

Bueno ... Casi nadie. Era claramente obvio que todo el personal de Hogwarts sabía exactamente lo que había sucedido entre él y Amelia Bones. Sabía que Minerva McGonagall estaba detrás de eso. Por desgracia, no pudo hacer nada al respecto. Los despidos repentinos de Profesores seguramente volverían para morderlo en el trasero, especialmente cuando la única razón real que tenía para tal movimiento era porque dichos Profesores se amotinaban contra él. Además, reemplazar a dicho personal sería una empresa en sí misma y no algo en lo que pudiera perder un tiempo valioso. El personal actual tendría que permanecer.

Albus aún no había participado en ninguna reunión de personal desde su reunión con Amelia Bones. La mayoría del personal había abandonado el castillo para pasar las vacaciones de verano, pero todavía quedaban unos pocos, afortunadamente los números eran tan pocos que en su mayoría podía evitarlos y sus miradas y cejas entrecerradas cada vez que estaba cerca de ellos. Incluso Rubeus Hagrid, que lo había adorado absolutamente como un héroe durante varios años, había decidido no hablar en su presencia.

Albus sabía que pronto tendría que resolver este problema de alguna manera. El personal necesitaba cooperar con él por lo mejor de Hogwarts. Durante el próximo personal al que asistiera, este sería el mensaje que transmitiría. Es de esperar que el personal se dé cuenta de lo que se debe hacer.

También hubo otros problemas con los que Albus tuvo que lidiar. Una vez más, como un reloj, gracias a la amenaza de Tom Riddle y su maldición, necesitaba asignar otro profesor en el puesto de Defensa. Su lista de posibles objetivos era cada vez más escasa. En los últimos años, siempre tuvo un plan de respaldo. Si no podía encontrar un profesor de defensa, se lo daría a Severus Snape, quien había rogado todos los años desde su primer año como maestro de pociones por el trabajo. Por supuesto, eso significaba que algo malo probablemente le pasaría a Snape, gracias a la maldición, pero había que hacer sacrificios. Entonces siempre fue una opción. Por desgracia, ya no podía usar ese plan de respaldo. Severus Snape estaba cumpliendo cinco años en Azkaban. La ira fruncía el ceño cada vez que pensaba en ello.

Pensar en Snape también trajo pensamientos de que necesitaba asignar un nuevo Maestro de Pociones. Durante una de esas raras ocasiones en las que Minerva McGonagall le habló, ella sugirió intentar sacar a Horace Slughorn de su retiro. Albus sabía que era una buena idea. Horace era un viejo amigo. Seguro que el hombre necesitaría un pequeño estímulo, probablemente un gran aumento de su salario anterior, para sacarlo de su larga jubilación que tanto ha disfrutado. Pero Albus estaba seguro de que podría lograrlo. Por supuesto, si Harry Potter no hubiera cumplido un ciento ochenta en actitud contra él, Albus probablemente podría haber usado al chico para traer de vuelta a Slughorn. La madre de Harry, Lily, había sido una de las estudiantes favoritas de Slughorn. Aún así ... El hecho de que Slughorn pudiera enganchar a Harry Potter en sus garras podría ser un buen punto para mencionar.