LA SORPRESA

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Al llegar a la cabaña me di cuenta que estaba la puerta de la entrada completamente abierta, mis manos las tenía ocupados con las bolsas de mis cosas, las deje a un lado en la silla en donde me quede dormido y muy cuidadosamente me fui metiendo a la cabaña imaginando que alguien me atacaría.

En lo que daba mis pasos hacia adelante buscando al intruso quien estaba dentro, recordé que mi escudo lo había dejado en el sillón que esta junto a la ventana de la recamara, maldije interiormente por haberlo puesto tan al fondo de la cabaña y encima de todo a la vista de cualquiera que pueda entrar.

Estuve rodeando al casa y no había señal de nadie, incluso las cosas estaban intactas, no había señas de que alguien estropeara mi lugar ni mucho menos había indicio de que alguien estuviera hurgando mis cosas, de todas maneras camine cautelosamente hacia mi recamara en donde tenía mi escudo por si es que alguien salía de repente y quisiera atacarme, debía estar preparado y mi única arma y cosa de seguridad era mi fiel escudo.

Al llegar a mi recamara me quedé asombrado de ver al lobo blanco echado encima de mi escudo, el animal lo había bajado del sillón y puesto en el suelo supuse que el lobo se había echado.

El lobo dormía muy tranquilamente que no se dio cuenta que estaba ahí, literalmente yo no sabía qué hacer, no sabía si debía espantar al animal para que saliera de ahí o dejarlo descansar más tiempo. Me quede estático viendo cómo es que con sus garras delanteras sostenía el escudo y estaba recostado sobre el cómo si de cierta manera lo estuviera protegiendo.

Me senté en el filo de la cama pensando que hacer, no sabía cómo reaccionar o peor aún no sabía cómo el animal iba actuar al despertarse y verme ahí. Me quede pensando en cómo sacarlo, igual si lo cargaba así dormido cubriéndolo con una sábana o incluso cargándolo con todo y mi escudo.

No me di cuenta cuando el animal despertó y así recostado sobre mí escudo me miraba fijamente, me pude dar cuanta cuando observe que movía su cola de un lado a otro sin moverse de su sitio...

- Hola? No vas a morderme verdad?

El lobo al escuchar mi voz se sentó pero no dejaba de estar encima de mi escudo, movía su cola y saco su lengua en sinónimo de calor o de estar excitado por querer hacer algo.

- Ya comiste? Mira lobito voy a fuera a la entrada, ahí tengo cosas que darte, hay jamón, salchichas y carnes rojas que puedes disfrutar, pero por favor no me muerdas...

Me sentí tan estúpido de hablarle a un animal, lentamente me puse de pie esperando alguna reacción del lobo, pero realmente no pasó nada, el animal estaba viéndome fijamente y moviendo su cola como si se tratara de un simple perro.

Salí de la habitación rumbo afuera esperando que el lobo me siguiera y así sacarlo de la cabaña, pero el lobo no hizo nada, se quedó en la recámara y ni ruido hizo cuando salí corriendo por el lugar, lo espere por más de una hora afuera sentado en la silla con mis bolsas a un lado... el lobo jamás salió y me di por vencido, decidí regresar a la recamara para ver qué es lo que hacía y pensando en cómo sacarlo, la noche ya había caído y no tardaban en llamarme para que saliera a cenar con los chicos.

Camine con cautela hasta la recamara y de nuevo el animal estaba recostado sobre mi escudo de la misma manera en la que lo encontré hace un par de horas, pero esta vez fue diferente, el animal, al escuchar mis pasos dentro de la habitación volvió a colocarse sentado encima de mi escudo moviendo su cola y mirándome fijamente..

- Ok, estoy empezando a sospechar que eres un lobo domesticado y que te abandonaron aquí... dime que hago para sacarte de aquí y quites tu trasero de mi escudo?... no sé porque te sigo hablando si no me entiendes... vamos amigo, levántate de ahí, prometo que afuera hay cosas para alimentarte, pero no puedes estar aquí... vamos.

LOBO BLANCO... SIEMPRE A TU LADO. ( EvanStan) (Stucky )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora