Publicidad engañosa.

Capítulo 6.

Estoy en la recepción del hospital con mi mejor disfraz, llevo un tapaboca algo sucio ya que lo pise unas cuantas veces a propósito, busqué una peluca que pareciera real y cambie mi cabello castaño largo y liso por una cabellera corta lisa y de color azabache. Llevo una expresión de pesar, mientras espero ante la información de los mejores doctores en cirugía.

Tuve que soltar un par de lágrimas y hacerme pasar por una desesperada hermana preocupada por la enfermedad de uno de sus queridos hermanos, el cual debe hacerse una cirugía con urgencia.

Al recibir la información me alejo cabizbaja bajo la atenta mirada de dos mujeres jóvenes, las cuales me observan con lastima, al darle la espalda a ambas sonrío con la hoja llena de información sobre mis manos.

Al estar cerca a la puerta me choco con alguien.

– Disculpe – miro de quien se trata y casi se me sale el alma, cuando los ojos de Evenson me miran directo a los míos, de todos los que están aquí, ¿por qué él?

Aparto la mirada y cabizbaja termino de salir de aquel lugar, siento la mirada de Evenson sobre mí, y no sé si es por los nervios de ser descubierta, o realmente me está mirando. No le presto atención y sigo mi camino tranquilamente.

Al llegar a la casa veo a Lau y Drac afuera de la casa esperándome, ya que al verme ambos sonríen y se acercan a mí con rapidez.

– ¿Dónde estabas? Estaba muy preocupada.

– Es muy tarde ya, ¿qué andabas haciendo? – Drac me pregunta más con un tono extraño que descifro en unos cuantos segundos, le saco el dedo corazón haciendo que ría.

– Buscaba información en el hospital. Me tarde porque me tuve que disfrazar – Laura asiente ante mis palabras, parece estar más calmada que al principio.

– ¿Encontraste algo? – pregunta Drac muy interesado.

Le tiendo los papeles y este lo ojea.

– Puedo ayudarte a investigarlos más a fondo, ¿te parece? – asiento.

Entramos a la casa, huele demasiado rico por lo que miro a Laura quien sonríe y asiente, ese olor es muy característico de la cocina de mi mamá, por lo que corro hasta la cocina y como era de esperar ahí está ella moviéndose con agilidad.

– Bienvenida a casa hija – me dice apenas sus ojos me encuentran de pie en el umbral. Sonríe.

– Huele muy rico mamá – digo acercándome a la cocina, es la comida favorita de Arlet.

– ¿Y Arlet? ¿Ya llegó? – me agarro de la encimera, de repente mis piernas pierden fuerzas debido a esa pregunta, miro a Laura buscando de su ayuda. No sé qué hacer en esta situación, siento mi corazón retumbarme en los oídos y un nudo aprieta mi garganta.

– Venga señora – Laura toma la mano de mi mamá llevándola hasta la sala, Drac se acerca a mí con preocupación, me toma del brazo y me lleva hasta los taburetes que se encuentran aquí, tomo asiento mientras escucho de nuevo la voz de mi amiga –, su hija está estudiando en el pueblo vecino, está muy bien – mis ojos se cristalizan –; cuando pueda le daré sus recados.

Veo a mi mamá asentir con energía y una alegría sin igual. Aunque no quería mentirle a mi mamá, desde que entró en ese bucle de tiempo en el que está perdida, Laura me dijo que lo mejor es mantenerla serena, aunque sea por medio de mentiras.

– Tan linda mi niña – el sentimiento me gana y termino por llorar, escondo mi rostro en el estomago de mi mejor amigo.

Me compongo con rapidez, ya que llevo mucho tiempo sin cenar así, con la mesa llena, y viendo la alegría de parte de mi mamá.