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Junkyu abrió la puerta de la tienda antes de dejar pasar a su primo. En mitad de su paseo por Seul, había comenzado a llover inusualmente fuerte para ser casi verano.

-Qué mal... -murmuró Yedam mientras se sacudía el pelo. – No podría haber venido en peor día a visitarte, hyung.

-Ya lo creo. -dijo, mirando hacia el cielo. Yoshinori tenía razón, al final había llovido.

- Entonces, ¿qué haremos?

-Volver a casa, supongo, estamos cerca pero...

-Espera, es ese... ¿Doyoung?

-¿Doyoung? -el mayor parecía confundido. - ¿Quién es Doyoung?

-Él es... Es un amigo, creo. -se acercó rápidamente a un chico castaño, que miraba los helados de un refrigerador. Yedam le tocó el hombro, a lo que el más joven se giró y mostró una gran sonrisa al verlo.

-¡Yedam! ¿Qué haces aquí?

-Vine a visitar a mi primo.

-Y yo vine a visitar a mi hermano. -los dos chicos siguieron manteniendo una conversación, bastante incómoda para Junkyu, por lo que este decidió moverse hacia la sección de bebidas.

Allí tropezó con un cliente.

-Lo siento... No miré por dónde... -el chico comenzó a disculparse cuándo levantó la mirada y sus ojos se posaron sobre Junkyu.

-Tranquilo, ha sido mi error, debí ser más cuidadoso. -no dijo nada. Entonces, Junkyu lo miró más detenidamente. Era unos centímetros más bajo y tenía el pelo teñido de gris. No hizo ningún comentario al respecto, pero pensó que era muy atractivo, casi de otro mundo. -Me llamo Junkyu.

-Ya... Bueno, esto, debería irme, me están esperando. -hizo una seña hacia la salida. ¿Por qué parecía que saldría corriendo en cualquier momento? ¿Y por qué parecía que se había quedado afónico? A pesar de que dio un paso más lejos, Junkyu no quiso soltarlo.

-¿Hyung? -el chico, Doyoung, apareció con Yedam siguiéndole por detrás. – Debemos irnos ya.

-Sí, claro. ¿Y él es? -preguntó cuando vio sus manos entrelazadas.

-Oh, él es... Yedam.

-Ya... Lo suponía. -Doyoung frunció el ceño ante las palabras de su hermano, no recordaba haberle hablado sobre Yedam. – Bueno vámonos. -agarró al más joven de la manga.

-¿Qué te pasa en la voz?

-Nada, vamos o llegaremos tarde. -lo empujó hacia la salida.

-¡Espera! -Junkyu los alcanzó antes de que salieran por la puerta.– Está lloviendo, ¿No tienen ningún paraguas?

-No es necesario.

-Hyung, pero ¿qué te ocurre?

-Buenas tardes. -se despidió el menor.

-¡Adiós! Hablamos más tarde. -le dijo Doyoung a Yedam, mientras era arrastrado por el peligris.

-Qué raro... -murmuró Yedam.

-Ya... -sin embargo, esa voz se le hizo conocida. ¿Dónde lo había escuchado antes? Se quedó mirando como la cabellera gris del desconocido desaparecía calle abajo.

Bueno, daba igual, era hora de volver a casa.

Night Talks [Yoshikyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora