Llegando al hospital me dijeron que se encontraba estable, pregunte que si podía ir a verle. Me enviaron a una sala lúgubre con olor a muerte, ella se encontraba en la camilla 273.
Los médicos decían que se encontraba bien, que estaría bien, pero en su rostro se veía otra cosa. Se podía ver a la muerte en la entrada de esa sala.
Ahí estaba mi amante, desde aquella noche en la azotea de mi casa no deseaba volver a verla.
Maldita, como la odio...
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Azul Medianoche
Short Story¿Cómo decir adiós? Una súbita caída de un edificio dejo plasmada la muerte en el pavimento, sangre en todas partes, sangre... Azul Medianoche es mi color...