1. Terremoto

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-¡Deja de dormir Daniel! ¡Hay un terremoto! -chillo histérico Emm, mi hermano mayor.

-¿Ehh?

Solamente levante un poco mi cabeza, tenía la vista borrosa por que aun estaba demasiado adormilada, pero aun así pude distinguir el cuerpo de mi hermano a unos metros de mí.

Mientras me despertaba del todo y agudizaba mi oído para escuchar los gritos de Emm, note que tenía varias cosas en sus manos y una mirada asustada.

-¡SOLO TOMA LO MÁS VALIOSO Y SAL DE LA CASA DANIEL! ¿¡QUE PARTE DE QUE HAY UN TERREMOTO, NO ENTIENDES!? -volvió a chillar Emm, desde la puerta de mi habitación.

-¿¡TE-RREMOTO!? -levante mi mirada hacía el techo, efectivamente era un terremoto.

Me levante de un salto, tomé mi celular, saqué 2 dólares de el baño que ni siquiera se porque estaban ahí...bajé a la cocina, tomé todas las bolsas de papitas ¡las frituras primero señores! y salí corriendo.

-¿PAPÁ? ¡¿DÓNDE ÉSTA PAPÁ?! -pregunté alterada, mientras corría para salir de la casa y no morir aplastada.

-Él aun esta trabaja...-observo las bolsas de frituras en mis manos. -¡Eres demasiado tonta! -Emm tiró sus pertenencias al pavimento y nuevamente entró a la casa.

-¡NO SEAS IDIOTA Y VUELVE! -le grité. Será idiota si piensa que regresare ahí adentro.

-¡No!

-¡EMM, NO QUIERO ESTAR SOLA! ¡VUELVE!

-Te faltaron los hot chettos -me contesto de lo más relajado. Maldito imbécil.

-Imbécil -tomé su bolsa de cheetos y lo golpee con ella. - Pensé que ibas por algo importa.... - mi oración se quedo a medias mientras observaba con la boca abierta el gran espectáculo que estaba comenzando.

Emm se dio la vuelta después de que mi oración quedara a medias, encontrándose con nuestra casa derrumbada.

Genial, simplemente genial.

-Esto... -dijo Emm esperando a que las palabras salieran. Estaba en shock.

-No me lo esperaba. -le completé, jadeando al final de la oración.

Y sí, LECCIÓN #1: "Nunca vivan en una casa que esta hecha de pura y sólida madera''.

Era lógico que nuestra casa fuera la única en derrumbarse, ya que las otras casas de este vecindario están hechas con blocks de concreto y esas cosas.

Fantástica idea de vivir en una casa de madera pura. Esto es culpa de mi padre. FANTÁSTICA IDEA. Nosotros tenemos la definición de mala suerte, por que milagrosamente el terremoto paro, claro, después de derrumbar mi bella casa.

Tantos recuerdos destruidos.

Note que los vecinos empezaron a salir de sus casas, observándonos con miradas de lastima. Odiaba ser el centro de atención. Ugh.

-¿Y ahora? -pregunte, recuperándome completamente del shock.

-Me quede sin crédito para llamar a papá. ¿Acaso, tienes tú?

-Menos...

-Vi que sacaste 2 dólares del baño. ¿Y si haces una llamada en teléfono publico? Y...no sé, le llamas a papá y le explicas nuestro nuevo gran problema. También esta su pareja.

-¿Desde cuando tienes cerebro? -le pregunté.

-Muy graciosa. Desde que se que la raíz cuadrada de 144 es 9 -dijo Emm.

-Es 12, retrasado.

-Bueno, solo me faltaron unos 3 números.

Estaba apunto de crear una estúpida replica, pero en cambio puse mis ojos en blanco y note que aún seguían los vecinos mirándonos.

-¿¡Qué!? ¡¿Les gustamos ó qué?! -grité para que todos los vecinos me escucharan, a lo cual poco a poco se fueron retirando. También pude alcanzar a escuchar susurros de la gente diciendo "¡Qué grosera!'' ''Pensé que era una familia de puros hombres'' ''¿Qué la casa no estaba abandonada?" pero siempre habrá uno que te llama mucho más la atención. "Parecen que no tienen mamá" ohhh, me dieron en lo que no tengo.

-¡Hey, vieja chismosa! -varías voltearon, pero yo solamente quería la atención de una en especial. -¡USTED! ¡¿QUÉ LE IMPORTA SI TENEMOS O NO MAMÁ?! ¡QUIZÁS DEBERIA DE METERSE EN SUS PROPIOS ASUNTOS Y DEJAR LOS MIOS EN PAZ!

-¡Niña mal educada! -me gritó.

-¡Vieja arrugada!

-Pero le daré la queja a tu padre... -giró para irse definitivamente a su casa. ¡JA! Esta vieja que se cree.

Me gire y observe que Emm estaba sentado en la banqueta. -¿Y... haces la llamada? -le pregunté

-Ni loco.

-Ojala se te caben las papas que yo nunca te daré. - dije en forma de venganza. Me dirigí al teléfono público más cercano. Deposité el dinero y marqué. ~tuuu uuuuu~ el famoso ruidito telefónico me desesperaba.

-¿Hola? -escuché una voz femenina muy chillona y aparentemente dulce.

-¿Hola?¿Verónica? -así se llamaba la pareja de papá. Rezaba para que fuera ella quien contestara.

-No, habla Michelle ¿quién es? -esa era la hija de Verónica, Dios.

-Mhm, soy Daniel. Uno de los hijos de la pareja de tu madre. -dije nerviosa. Nunca la había visto en persona, y eso que su madre y mi padre llevaban saliendo un año.

-Con que, Daniel ¿Ehh? ¿Se te ofrece algo? -dijo en un tono coqueto. Mierda, otra que cae redondita. Maldigo mil veces mi tono de voz, seguro que de verdad se escucha como un hombre.

- Pues, nuestra casa fue derrumbada por el terremoto que ocurrió hace unos minutos. No podíamos llamar a papá y pensamos que podríamos pedirle ayuda a tu madre. -me encogí de hombros.

-¿Están bien? -preguntó.

-Sí, sí, claro. -dije demasiado rápido. Hice una pequeña pausa y después agregue -¿Podrías avisarle a tu madre por favor? Así pueden venir por nosotros, o llamar a nuestro padre.

-Claro guapura, en este momento mamá no ésta, pero tengo licencia para conducir, solo dame la dirección y voy hasta volando. -dijo aún con su tono coqueto. Debí decirle que era mujer.

-Bueno, hasta entonces -dije algo tímida.

-Nos vemos. -colgó y yo puse el teléfono en su lugar. Después de eso me dirigí a Emm.

-Sí es posible, recojamos lo que sobrevivió al peso, no se, zapatos, ropa, lo que este en buen estado. -dije mientras miraba al piso.

-¿Qué te dijo? -preguntó Emm.

-Nada, la hija de Verónica viene hacia acá, ya que ella no estaba.

-¿Michelle? -dijo Emm. -Ella... tú... ¿le dijiste quien eras?

-Solo le dije que era uno de los hijos del prometido de su madre.

-¿No dijo nada más? -dijo Emm.

-Deja de hacer tantas preguntas. Y no, no dijo nada más. -gruñí.

-Vamos -dijo Emm conteniendo la risa -¿No pensó que eras hombre, verdad?

-Digamos que solo me hablo en un tono coqueto y me dijo guapura. -me cruce de brazos. Entonces el imbécil que tengo como hermano, estallo en carcajadas.

-La sedujiste con tu voz de macho -dijo Emm con dificultad por la risa. -¡Genial! Enséñame tus secretos Dani. -dijo en tono burlón. Lágrimas de risa se apoderaron de él.

Este día no puede ser peor. Nuestra casa se derrumba, no tenemos más que solo 1 dólar y 37 centavos, seduje a mí próximamente hermanastra, y lo que todavía es peor, solamente queda una bolsa de papitas ¡una bolsa! El apocalipsis llegara pronto si Michelle no se apresura a venir por nosotros. Aunque se que se llevara una gran desilusión cuando vea que soy mujer, no estoy segura que después de que lo descubra, espero que quiera aun asi ayudarnos. Vaya vida que me a tocado.

Quizás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora