Tn Gormsdóttir a sus 18 años de edad se había convertido en una de las mayores guerreros de su tribu, era la única mujer que luchaba en su tribu. A sus 15 años se casó con uno de sus compañeros de guerra, era tal su fama que llegó a los oídos de kibutsuji Muzan. Esa batalla sería contra la tribu de los Ashaines para decidir qué tribu se quedaría el nuevo territorio, sin embargo la joven no sabía que esa batalla cambiaría su vida, durante esa batalla el hombre al que una vez amó murió. Aquella noche sabías lo que pasaría, como las tradiciones funerarias dictaban te quemarán junto a tu esposo y vuestras cosas.
Muzan en esa época decidió tratar de utilizar a esa gran guerrera para cumplir sus planes, él consideraba a todos los vikingos seres incivilizados, tontos que solo buscaban el poder y creía que la guerrera sería igual por eso creyó que sería algo fácil. Al llegar se encontró con la noticia de la cercana muerte de la joven rubia.
Me encontraba sentada en una de las celdas esperando a que el final de mi vida llegara, como heroína esperaba que me enviaran al Valhalla donde moraban los héroes... Sin embargo todavía quiero vivir, en ese momento entró el jefe de nuestra tribu, uno de mis ex pretendientes.
Pobrecita Tn, luchaste por todos nosotros y ahora vas a morir- dice el hombre- te propongo un trato, casate conmigo y te permitirá sobrevivir solo tendre que cambiar tu nombre para que nadie sepa que eres tú.
Antes muerta- digo mirándolo con odio- nunca me casare con un inutil como tu
Esa fue una mala elección perra- dice el hombre y antes de salir me escupe en la cara- disfrutare del momento en el que ardas en el barco, miraré hasta que el barco se hunda.- soltó una risotada mientras se iba de la cárcel ,limpió mi mejilla mientras miro al suelo, de verdad me habría gustado poder vivir mas años contigo amor.
Que pena- dijo una voz y al girarme veo un hombre de cabello negro largo y ojos rojos como la sangre- una pobre mujer que será asesinada por el pueblo al que le dió tanto- puedo sentir como mis mejillas están mojadas por las lágrimas que salen de mis ojos- no te preocupes yo puedo ayudarte.
¿De verdad?- preguntó ilusionada, sin embargo de repente caigo en algo, nadie da algo sin querer obtener algo a cambio- ¿Qué es lo que me vas a pedir a cambio?
No te pediré nada solo te ofrezco el poder para salvarte y vengarte- dice el hombre y alarga su mano, le doy mi mano en forma de trato, en eso se corte y me corta a mí también haciendo un intercambio de sangre conmigo- el fuego no te matara, deberás seguir con el rito funerario pero no podrás morir.
Lo haré- digo y espero a que llegue el momento de mi muerte mientras abrazo mi hacha, estaba fabricada a partir de un metal que encontré cuando la cogí por primera vez cambió de color y aparecieron calaveras en la cuchilla del hacha. Llegó la noche y los hombres me llevaron junto a mis cosas y la de mi esposo para quemarlas con nosotros, al llegar me tumbaron en una barca junto a mi esposo y al estar algo lejos lanzaron flechas de fuego para matarnos.
A pesar de que el fuego carboniza mi cuerpo yo no moría, cuando el barco se hundió agarre mi hacha que estaba cubierta con una tela que evitaba que el fuego quemara lo que estuviera cubierta por ella. Nadando consigo pasar a otro de los territorios para estar salvada, un olor muy dulce me guio a un lugar donde había un cadáver, al darme cuenta de que era de ese cadáver del que salía ese olor el vomito subio a mi boca y vomite en mis manos.
Mientras tanto, cerca de tu tribu Muzan se frustra al ver que no había conseguido obtener lo que quiere, a tí. Sin embargo tomo una decisión, si no podía obtenerte destruiría tu pueblo y mataría a la gente que amabas como venganza.
Tuviste un mal presentimiento, corriste al pueblo donde te criaste, al llegar todo estaba lleno de sangre y cadáveres, al ver ese panorama una única persona paso por tu cerebro, aquel chico que te salvó.
Juro que te matare por lo que has hecho monstruo- gritas molesta
Desde ese momento solamente persigues a Muzan hasta que llegaste a una isla cerca de Japón donde decides instalarte para vivir mientras buscas cómo matarle .
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Una vikinga en Kny ( Kny y tu)
AcakEl día de tu muerte llegó, después de la muerte de tu esposo sabías que había llegado el día en que morirías tal y como la tradición dictaba. Llegó la noche, al día siguiente morirías cuando un hombre llegó al lugar donde estabas, tenía los ojos de...