El excesivo amor del Ceo como padre

Capitulo 4 La chica pura no era para describirla

Valeria miro por la ventana y, de repente, vio un rostro familiar en el panel publicitario de la calle.

Fue Alicia Escoto.

En estos años, Valeria no sabía que le pasó a Alicia. Una estudiante desconocida de una escuela de arte se convirtió a una celebridad famosa. Entre las palabras que se usaron para describirla, la que más le impresionó a Valeria fue "Chica pura".

¿Chica pura?

Je, Valeria soltó una risa fría en el fondo de su corazón.

Según ella sabía, Alicia había estado cambiando de novio sin parar en la escuela secundaria. Después de entrar en la escuela de arte, escontro a un chico de la segunda generación rica para ser su novio, y tuvo una vida escolar muy extravagante y decadente.

Pero ahora, se había transformado en una chica puso a los ojos de los hombres.

El mundo no era justo. Valeria bajo la cabeza y abrazo a sus dos hijos con fuerza.

No quería pensar en los rencores del pasado. Su único objetivo ahora era criar a los dos niños pequeños a su lado.

Aparte de eso, no había nada más que quisiera pedir.

Los dos pequeños parecían estar un poco cansados, ya que estaban acostados en sus brazos, con los párpados caídos.

Ema no era lo suficientemente persistente, y se durmió muy rapidamente. Ivan era como un hombrecito. Aunque también tenía mucho sueño, intentaba mantenerse despierto.

En un rato, mamá iba a llevar a la hermana pequeña abrazándola. Entonces el tenía que permanecer despierto para que su madre no se cansara demasiado.

"¡Mami, ese edificio es tan alto!" Ivan de repente señaló el edificio alto fuera de la ventana que se erigió como un pilar colosal que alcanzó el cielo y exclamó en voz alta.

Valeria miro en la dirección de su dedo. Efectivamente, en medio de los edificios, había dos muchos más altos, que se elevaban hacia el cielo y se veían muy magníficos. Lo más sorprendente fue que los inumerables pasillos aéreos se encontraban entre los dos edificios, lo cual representaba simplemente el

"Si, es grande y alto, y tan espectacular." Valeria respondió a su hijo sonriendo.

"Me gustaría entrar y ver." Ivan dijo con esperanza.

Valeria se echó a reír y acaricio la cabecita de su hijo: "Ahí es donde trabaja la gente y no se deja que nadie lo visite."

Ivan juntó sus hermosos y delgados labios. Al escuchar las palabras de su madre, se sintió un poco decepcionado.

Ese edificio icónico en Estados Unidos se llamo Monarquía Internacional. Simbolizaba la autoridad suprema del propietario en Estados Unidos y también mostraba la riqueza del propietario.

En ese momento, en el primer piso de Monarquía Internacional, un auto deportivo Pagami de edición limitada plateado estaba estacionado frente al vestíbulo.

Una mujer joven que vestía de falda de cola de pez salió del coche. Su pelo largo, ondulado y de color rojo vino la hacia parecer muy coqueta y atractiva.

No se produjo ni un sonido al caminar sobre la fina alfombra con tacones de siete centímetros, y Alicia camino al ascensor de una manera increíblemente encantadora.

Apretó el ascensor del piso sesenta y seis y pensó que, de todas maneras, vería a Francisco Jiménez esta noche y lo enviaría a su fiesta de cumpleaños.

Alicia levantó su cabello largo e intencionalmente coloco su cabello en su pecho derecho, revelando su hermoso cuello blanco como la nieve. Cómo había llevado mucho tiempo en la industria del entretenimiento, ella sabía claramente que estilo les gustaba a los hombres.

El asistente empujó la puerta gruesa y pesada de la oficina del presidente de Fransisco Jiménez y Alicia entro con gracia.

En la amplia y luminosa oficina, había un escritorio negro en medio de la habitación. El color de toda la oficina era de color negro, blanco y gris. El estilo encajaba perfectamente con el temperamento del propietario.

Cuando Alicia entro, sus ojos encantadores estaban fijados en el hombre noble y perezoso que estaba sentado en la gran silla detrás del escritorio.

El hombre vestía un traje negro ortodoxo y una camisa negra. Se veía muy noble y misterioso.