- Quiero un bebé, Izuku.
Y la sonrisa de Midoriya se desvaneció.
☁️ . . . ⇢もっと！
- No esperen mucho de mí, ni siquiera sé hacer portadas-
- AU! Sin kosei.
- Mpreg.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No hablaron en todo el día, no lo dejó besarlo al despertar y sus tostadas parecían dos carbones miniatura.
Su novio estaba, quizás, un poquito molesto.
Y para dejar que se calme y tenga su propio espacio para pensar -y olvidarse del bebé- ¿qué mejor idea que salir e ir a comprar lo de la semana?
- Sho-Chan, iré a comprar, ¿quieres que te traiga algo?
Espero unos momentos la respuesta de su novio, escuchando el ruido que venía de la habitación. Ante la tardanza decidió acercarse un poco.
- ¿Sho?
Lo vio salir del cuarto, poniéndose su abrigo y un par de guantes, pasando a su lado sin dirigirle la mirada, para luego detenerse en la entrada y ponerse sus zapatos
-Te acompañaré.
Quizás Shoto tenía un poder que le permitía leer la mente y se ofreció a acompañarlo para arruinar sus planes.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El viaje en auto hasta el mercado fue tenso, con un Izuku intentando obtener algo de Shoto, siendo totalmente ignorado.
Juraría que su novio podría hacerlo un cubito de hielo con sólo verlo a los ojos.
Bajaron del auto en total silencio, excepto por el ruido de los vehículos y las demás personas que estaban en el lugar.
Una vez entraron al mercado, sacó la pequeña lista de productos que había hecho antes de salir para no olvidar nada, comenzando a adentrarse en los pasillos, siendo seguido por Shoto, que llevaba el carrito.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por fin había encontrado las galletas que le gustaban a su novio, luego de recorrer medio mercado en busca de estas. Volteo para dejarlas en el carrito y continuar con la lista, encontrando a Shoto metiendo distintas clases de paquetes y viendo que el carrito estaba más lleno de lo común.
- Sho, ¿por qué estás metiendo todo esto en el carrito? El otro día dijiste que detestabas ese dulce y a ti no te gustan las berenjenas.
- Son los antojos.
Izuku quedó descolocado un minuto, en el que Shoto aprovechó para meter dos cajas de cereal.
- Espera -. Lo tomó por el brazo antes de que metiera unas galletas sin sal. - ¿Qué antojos?
- Los del embarazo, Izuku.
- Shoto, no estás embarazado.
- No digas eso, afecta al bebé -. Frunció el ceño y llevó una de sus manos a su abdomen plano, acariciándolo.
- Shoto, no hay ningún bebé ahí.
En el momento que vio la expresión molesta de su novio y un paquete de galletas dirigirse a su rostro con fuerza, supo que esa noche dormiría en el sillón.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
