Lo único que recibió de Shoto fue una almohada y una manta delgada, además de tener que dormir sobre el duro sillón.
La noche fue fría, despertando cada cierto tiempo por culpa de la gatita de su novio, llamada Copito. Admitía que Shoto no eligió el mejor nombre del mundo, pero le pareció lindo verlo aparecer en la cocina con la gatita en brazos exclamando que había encontrado el nombre perfecto.
A decir verdad, el nombre no quedaba bien, ya que Copito no se asemejaba con un copo, su pelaje es completamente negro, a excepción de una manchita blanca sobre su lomo, pero si a Shoto le gustaba estaba bien.
Lo que no estaba bien era que su novio lo haya abandonado en la sala con sólo una manta para protegerse del frío de la noche y la gatita que insistía en dormir sobre su cara y arañar su pierna cada vez que estaba por quedarse dormido.
Eran las tres de la mañana, todo estaba en silencio y al fin sentía que podría descansar lo que le queda de tiempo antes de tener que levantarse para ir a la empresa de su suegro, salir a las seis de la tarde junto a Shoto y pasar el resto de la tarde descansando.
Soltó un suspiro cansado, buscó una posición cómoda sobre el sillón y se dispuso a dormir finalmente.
Juraría que fue un parpadeo lo que duró la noche antes de escuchar la odiosa alarma junto a su oreja. Gruñó molesto y apagó el aparato que seguro le había dejado Shoto allí, ya que no recuerda haberlo traído.
Se cubrió nuevamente con la manta y dio media vuelta para continuar durmiendo por unos minutos más.
- ¡Izuku!
Escuchó que lo llamaban a unos pocos metros de distancia, pero lo ignoró.
- ¡Izuku, despierta! ¡El bebé está enfermo!
La voz desesperada de Shoto lo hizo levantarse rápidamente del sillón, mareándose en el proceso al estar algo dormido. Alterado tomo en brazos el pequeño bulto que su novio le extendía, viendo como se removía envuelto en una manta celeste y comenzó a dar vueltas en círculos sin saber qué hacer.
Hasta que terminó de despertar y cayó en cuenta de algo.
Ellos no tenían hijos.
Miró a Shoto, luego al bulto que sostenía y nuevamente a Shoto.
Estaba confundido.
Destapó el lugar en el que suponía estaba el rostro de lo qué sea que tenía entre brazos, recibiendo un arañazo, cortesía de la gatita que se había alterado entre tanto movimiento, saltando a los brazos de Shoto que se encontraba detrás de su novio.
Estuvo a punto de regañarlo por haberlo asustado de esa manera, cuando sus ojos chocaron con el reloj de la mesita.
Estaba llegando tarde al trabajo, muy tarde.
Enji lo mataría.
es probable que no tenga tiempo para escribir mucho, ya que se acercan los exámenes cuatrimestrales, así que no se sorprendan si no actualizo,,
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¡𝘘𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘶𝘯 𝘣𝘦𝘣é! | dekutodo.
Fanfic- Quiero un bebé, Izuku. Y la sonrisa de Midoriya se desvaneció. ☁️ . . . ⇢もっと! - No esperen mucho de mí, ni siquiera sé hacer portadas- - AU! Sin kosei. - Mpreg.