Extra

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—Ugh...

El de pelo de bordes azules se sienta en su cama, a su lado, Aoi le extiende la medicina.

—¿Estás seguro de volver a cocinar hoy? Tu pie parece algo doloroso...

No estaba morado, pero solo con hacer que Inosuke gimiera de dolor significaba que dolía muchísimo.

—Yo... quiero. —Inosuke toma la medicina y la bebe de un trago, luego hace una mala cara—. Sabe peor.

Aoi sonríe y toma el vaso de Inosuke.

—Sí, de esa deberás tomar menos, así que pensé que querrías esa en lugar de la anterior...

Inosuke suspira, la mira y alza su brazo.

Aoi no dice nada, simplemente se acerca a él y toma su brazo, lo pasa por su cuello y lo ayuda a levantarse.

Con algo de dificultad caminan hasta la cocina.

Inosuke se sienta en el mismo lugar que la vez pasada, frente al fogón.

—Estos últimos días hicimos cosas algo complicadas ¿Te parece volver a los onigiris?

—Sí... haremos eso. Onisukes.

—Onigiris.

Aoi ríe y empieza a preparar el arroz.

Esos tiempos de Inosuke aprendiendo a cocinar se habían vuelto en sus momentos de estar solos.

No se podría decir que su relación mejoró, pero ahora Inosuke estaba notablemente más cómodo con Aoi que con los demás.

—No te comas el relleno.

Aoi le da un manotazo débil a la mano derecha de Inosuke, que estaba embarrada en el relleno que le echarían a los onigiris.

—Tengo hambre.

—Espera a que terminemos todo.

Inosuke asiente.

—Iré por unas algas, espérame ¡Y no comas el relleno!

Él vuele a asentir.

Ella abandona la cocina.

Al quedarse solo, Inosuke se levanta de su lugar y busca algunas sobras del almuerzo de esa tarde, se embute con ello y se vuelve a sentar.

¿Estaba malo del pie? Para nada.

Todo era un plan "maestro" suyo.

Estaba comiendo bien, sin hacer nada, la tipeja esa que siempre lo hacía sufrir de repente ahora lo trababa bien... le gusta eso, así que quería seguir de esa manera un tiempo.

Kanao era quien lo había revisado las últimas veces y solo fue necesaria una pequeña explicación para que ella se volviera su cómplice.

La puerta de la cocina se abre y esa persona entra.

¿Aoko? ¿Cómo se llamaba?

Su nombre era raro.

El nombre del Gompachiro era más difícil, pero Kentaro tenía un nombre más largo, así que se entendía que no recordara el nombre de Santaro.

Ella tenía un nombre corto, pero no lo recordaba.

Ao... Tu nombre.

La tipa lo mira.

—¿Qué?

—Dime tu nombre.

Ella ríe.

—Aoi, Inosuke, Aoi.

Cocina - Inosuke x AoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora