※ 02 Mal día ※

1.3K 114 7
                                    

一¿Estas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

一¿Estas.... perdido?一susurró aquel cuerpo que posaba su mano en su hombro. El rubio se sobresaltó un poco, logró sorprenderlo, lo admitirá.

一No, no lo estoy. Al parecer, lo única perdida... 一tomó la muñeca en su hombro de manera suave, su tono de voz subía a medida que giraba la mirada. 一...eres tú. 一al girar su mirada por completo, jalo la mano de la chica haciéndola girar y caer frente a él.

La peli-verdosa mantenía una mirada muerta, se encontraba tirada en el suelo con sus brazos cubriendo parte de su rostro; el rubio la observaba con asco, en serio que los odiaba.

一Pero no te preocupes,... 一se fue acercando, mientas seguía hablando, al estar suficientemente cerca se agachó quedando a la par con la de ojos verdosos. La siguió mirando con repulsión, a la vez que empuña su espada. 一...te ayudaré a encontrar el camino.

Un aura amarilla envolvía su espada, la chica mantenía su mirada muerta, pero al ver al rubio en esa posición ladeo un poco su cabeza mirándolo con inocencia.

一¿Qué? ¿No tratarás de defenderte? 一 el mayor seguía con su espada en dirección al rostro de la de ojos verdosos.

La chica se levantó un poco, Teru estaba por clavar su espada, pero... esta le acarició la mejilla, su mirada totalmente vacía y sin emociones lo veía con la cabeza ladeada.

一¿Yukine? 一susurró con duda la espectro, el rubio se sobresalto un poco por el contacto, que retrocedió.

一No sé que haces o quién es ese tal "Yukine", pero te juro que sea quién sea lo verás en el otro mundo. 一cubrió su mirada con su flequillo, dándole un semblante serio y molesto.

La peli-verdosa lo observó, el rubio moría de ganas de acabar con ella, sin embargo le llamó la atención lo tonta que era.

¿Tocar a tu asesino? ¿En qué estaba pensado?

Tomó nuevamente su espada, sosteniendola con firmeza, y sin perder de vista su objetivo: acabar con aquella molesta aparición.

Por otro lado, la chica seguía observandolo, levantó nuevamente su mano, pero esta vez solo chasqueó los dedos y.... desapareció.

Solo el eco del chasquido fue lo que quedó en su lugar, el rubio observó sorprendido como la espectro había desaparecido en tan solo un segundo.

[•••]

Caminar en busca de aquella espectro, recorrer todo el laberinto llevó demasiado tiempo, que sin darse cuenta la noche se le había ido y el sol estaba por asomarse; debía volver pronto o sus hermanos se preocuparían, más su pequeña hermanita.

Abrió con delicadeza la puerta a su vivienda, una casa tradicional donde vivían los descendientes más cercanos a la línea directa del gran Minamoto no Yorimitsu.

¿ENAMORARME?, ¡JAMÁS!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora